Maite Muñoz (Lebor Gabala) “Falta talento joven en la industria y, sin ellos, se muere”

Maite Muñoz intenta ser optimista, pero le cuesta ver un futuro prometedor al diseño. “Falta talento joven en la industria; nadie quiere ser patronista o especializarse en hacer acabados y, sin estas figuras, diseñar es imposible”, manifiesta la diseñadora de Lebor Gabala. Durante los últimos años, la creativa ha visto cómo el sector dejaba de reclutar a nuevos profesionales y cómo la dificultad de encontrar talleres se ha ido incrementando con el tiempo.

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“La mayoría de profesionales comos mayores y en algún momento dejaremos de producir; una vez no estemos, ¿qué va a pasar con el sector?”, plantea Muñoz. La diseñadora admite que es un sector “poco agradecido”, en el que es difícil obtener retorno económico grande.

“Un diseñador tiene que escuchar qué es lo que está pasando en la calle”

Sin embargo, Muñoz anima a las nuevas generaciones a interesarse por oficios como la costura, que considera clave para el negocio. “Encontrar a gente que sepa coser parece una tontería, pero es realmente complicado”, añade. Muñoz empezó su trayectoria profesional como patronista junto a un grupo de diseñadores españoles y asegura que rodearse de profesioanles del sector fue su verdadera escuela, mucho más que los estudios anteriores.

“Sales de la escuela pensando sólo en dibujar y se debe ser consciente de que lo que hay detrás es un oficio”, insiste. La diseñadora empezó a sentir el deseo de hacer sus propias prendas durante los primeros años de su trayectoria profesional, una vez estuvo en contacto con pasarelas y desfiles.

“El diseño necesita gente joven, dispuesta también a hacer patronaje, acabadoso bordados”

En 1989, las hermanas Maite y Nuria Muñoz se embarcaron en la aventura que ha determinado su vida, sacando adelante su propia empresa de moda: Lebor Gabala. En un primer momento, las colecciones de la compañía estaban especializadas en punto, aunque con el paso del tiempo, la compañía empezó a diversificar su oferta hasta adoptar todo tipo de acabados.

Los diseños de Maite Muñoz han pasado por las principales pasarelas españolas. Recientemente, la diseñadora participó en la pasarela barcelona 080 Barcelona Fashion, donde ella ve la oportunidad de crear prendas más arriesgadas y con las que puede dar rienda suelta a su creatividad.

“Mi hermana y yo hemos recorrido las principales ferias de textil para conseguir siempre los mejores tejidos”, recalca la diseñadora, que recuerda sus inicios con cariño. Viajar para buscar tejidos es, en realidad, una de las actividades preferidas de la diseñadora que admite que su fuente de inspiración principal es viajar. “Me inspiro en los viajes, conociendo los bordados y las prendas de distintas culturas”, añade.

Sin embargo, Muñoz lamenta la incipiente globalización, que relaciona con un alineamiento en los diseños y que considera que ha dejado de lado la orginiladidad de los tejidos. “Los grandes grupos de moda han democratizado la moda, cosa que es muy positiva, pero se han cargado la industria; ahora en cada lugar que visites verás la misma ropa, eliminando la originalidad que tenían muchos países”, manifiesta la diseñadora.

“Los grandes han democratizado la moda, pero se han cargado la industria”

Pese a sus reticencias con estas prácticas, Muñoz aplaude a los diseñadores de estos grandes grupos de distribución y admite que hacen muy bien su trabajo, adaptándose a lo que las tendencias reclaman. El diseñador debe estar en la calle. Con esas mismas palabras lo explica la creativa, que defiende que “hay que ser fiel a los consumidores”.

Con un ejemplo personal, Muñoz explica que las tendencias de la calle marcan la colección en custión de cualquier diseñador y admite que, pese a haber tenido gustos diferentes con la mayoría de consumidores, ha tenido que incluir algún toque a las prendas porque así lo exigía su audicencia, “siempre adaptándolo a tu estilo como diseñadora, que es único”, recalca Muñoz.

¿Todavía se hacen pasarelas?

Las pasarelas continúan siendo uno de los ejes claves en la tendencia del diseño actual. “Si la clave del éxito está en las redes sociales, un desfile te da el material gráfico que necesitas para destacar en el mundo digital”, explica la diseñadora.

Además, Muñoz añade que las pasarelas sirven para que las empresas se ponga las pilas en materia de innovación y que son “la excusa perfecta” para salir de la cotidianeidad y hacer diseños más atrevidos y extravagantes imposibles de vender en el día a día.

De nuevo, la diseñadora apela a la juventud y admite que llegar a los nuevos consumidores es otro de los principales retos que tiene actualmente el diseño. “Cuando una amiga o clienta fiel me dice que su hija le ha cogido una prenda, se me llena el pecho de orgullo, porque veo que nuestras prendas pueden vestir también a la gente joven”, explica. La creativa, que es fiel seguidora de grandes firmas como Dior, se lamenta también de la tendencia low cost.

“Aunque la ropa que diseñas sea atractiva para la gente joven, muchos no se pueden permitir invertir en este tipo de moda, lo que hace que llegar a las nuevas generaciones sea todavía más difícil”, apunta. Muñoz, sin embargo, no desiste y anima a los jóvenes con pasión a intentar salvar el sector.