La IA, la nueva electricidad: eje de todas las tendencias ‘techies’ de 2025
La computación espacial, los modelos de lenguaje o el auge del hardware respecto al software son algunas de las tendencias tecnológicas que marcarán 2025, según Deloitte. La Inteligencia Artificial formará parte de todas ellas.
17 dic 2024 - 05:00
“Eventualmente la IA se parecerá cada vez más a la electricidad, no se utilizará de forma proactiva, sino que simplemente hará que todo mejor, más rápido y más intuitivo”, asegura el informe Tech Trends 2025. El estudio, que lleva a cabo anualmente Deloitte para analizar las líneas que marcarán el futuro de la tecnología, ha puesto de relevancia la Inteligencia Artificial (IA) como el hilo conductor común de todas las innovaciones del año que viene.
Según la consultora, la IA formará parte del día a día, pero desde el fondo, optimizando el tráfico de las ciudades o personalizando los sistemas de salud, por ejemplo. El avance de esta tecnología conseguirá que desaparezca la idea de la IA como una herramienta, sino como la base de todas las cosas a partir de ahora. “Cómo la magia, pero a través de algoritmos”, asegura el texto.
La primera gran tendencia tecnológica de 2025, según Deloitte, es la computación espacial, es decir, el procesamiento y representación de datos del mundo digital y físico a la vez. Esta tecnología, representada especialmente por la realidad virtual, es la que permite interacciones digitales que las personas perciben como si sucedieran en el mundo real.
“Ya se pueden observar casos de empresas que utilizan simulaciones avanzadas para probar diferentes escenarios y ver cómo una variedad de condiciones puede afectar a sus operaciones”, asegura el texto. Integrar la IA en esta computación permitirá, además, mejorar la interoperabilidad y llegar, incluso, a anticipar las necesidades de los usuarios.
La IA servirá para optimizar el funcionamiento de todos los aspectos del día a día
El auge de la IA, además, ha conllevado la vuelta al foco del hardware. Desde hace varios años, las principales innovaciones se han centrado en el desarrollo del software, explica el texto de la consultora. Las necesidades de la IA, sin embargo, han impulsado el sector de los chips, necesarios para sobrellevar la carga que necesita esta tecnología.
“La continua integración de la IA en los dispositivos, además, podría revolucionar el Internet de las cosas y la robótica, transformando sectores como la sanidad a través de dispositivos más inteligentes y autónomos”, explica el informe de la consultora.
Otra de las tendencias tecnológicas para 2025 pasa por la modernización. Según Deloitte, la automatización de tareas o rediseño de procesos en las empresas para hacerlos más inteligentes, predictivos y eficientes han generado un cambio en la forma en la que operan. La consultora ha resaltado, además, que esta mayor complejidad de los sistemas conllevará, al contrario de la opinión general, mayor necesidad de personas.
“Añadir IA a los sistemas puede simplificar la experiencia del usuario, pero también los hace más complejos a nivel arquitectónico -reza el texto-; y para gestionarlos serán cada vez más necesarios grandes conocimientos técnicos”.
El auge de la computación cuántica puede poner en riesgo los modelos de encriptación y seguridad online
Con la normalización de los large language models, la tecnología base de herramientas como ChatGPT capaz de generar e interpretar texto en tiempo real, las empresas los han integrado en sus actividades sin estudiar realmente la necesidad de utilizarlos. De cara al futuro, sin embargo, Deloitte prevé que su mayor desarrollo permita a las compañías saber qué parte de esta tecnología necesitan realmente y adaptarla a las tareas concretas.
La última tendencia es la única que no está relacionada con la IA, resalta la consultora, aunque sí tiene que ver con la otra gran tendencia en materia de tecnología, la ciberseguridad. Según el informe, la computación cuántica habrá madurado completamente en dos décadas, lo que pone en riesgos muchos modelos de encriptación y seguridad actuales.
“Actualizar las prácticas de cifrado es fácil, pero también es un proceso largo, por lo que las empresas deben actuar ya para adelantarse a las posibles amenazas”, recomienda la consultora.