Tadashi Yanai, todo bajo control
25 abr 2014 - 04:55
Por su apariencia, nadie diría que está al frente de una de las cuatro mayores empresas del mundo de distribución de moda ni que es el hombre más rico de su país y el 45 del mundo. El japonés Tadashi Yanai podría dirigir cualquier tipo de compañía, de automoción o de electrónica, pero heredó de su padre una sastrería. Yanai ha transformado el pequeño negocio que le legó su padre en uno de los más temidos gigantes de la moda internacional: Fast Retailing, el grupo propietario de Uniqlo.
Ambicioso, humilde, controlador o con capacidad de mando son algunas de las características que describen a este empresario que amenaza con alterar el orden establecido en la industria de la moda.Tadashi Yanai nació el 7 de febrero de 1949. El hoy presidente de Fast Retailing desarrolló sus estudios en la ciudad de Ube y, más tarde, acudió a la Universidad de Waseda, en Tokio, donde se licenció en Economía y Política, en 1971. En Ube fue, precisamente, donde se sembró la semilla de Uniqlo.
En 1949, el padre de Tadashi Yanai puso en marcha una sastrería llamada Ogori Shoji, que se constituyó en empresa en 1963 con un capital de seis millones de yenes. Cuando tenía poco más de veinte años, en 1972, Tadashi Yanai se incorporó a la empresa familiar. Y comenzó el cambio. Una vez se había convertido en consejero delegado (el nombramiento le llegó en 1984, tras escalar en la estructura de la empresa), Yanai heredó la compañía de su padre, que entonces tenía sólo 22 establecimientos.
En 1984 abrió las puertas en Hiroshima la primera tienda de Uniqlo, bajo la denominación entonces de Unique Clothing Warehouse. Diez años más tarde, Uniqlo contaba ya con cerca de 300 establecimientos.Tadashi Yanai está al frente de una compañía que en cinco años ha prácticamente duplicado su tamaño y que ha crecido combinando el desarrollo orgánico con las adquisiciones: de Comptoir des Cotonniers a Princesse Tam Tam, pasando por J Brand. ¿Cuál será la próxima? Los rumores del mercado han apuntado a Gap y, más recientemente, a la también estadounidense J. Crew.
Tadashi Yanai lo tiene claro: lo que sea con tal de convertirse en el número uno mundial del sector, adelantando a Inditex y H&M, en 2020.El crecimiento registrado por Uniqlo le ha valido a Yanai para ser merecedor de reconocimientos como el de mejor presidente de una empresa japonesa en 2008 y 2009 o el de retailer del año en 2010, otorgado por la National Retail Federation de Estados Unidos. El ejecutivo, de quien se conocen pocos detalles sobre su vida personal ni a qué dedica su fortuna (valorada en 17.900 millones de dólares), forma parte de consejos de compañías como SoftBank, dedicada al sector de las telecomunicaciones y de la cual controla 120.000 acciones.
La ambición es una de las principales características de este empresario japonés de aspecto menudo. En sus apariciones públicas, que son escasas, repite, como si de un mantra se tratara, sus ambiciones de crecimiento, que quedan gravadas a fuego en la mente de sus competidores.Su estilo de management es también omnipresente, aunque dentro de la estructura del grupo. Todos los trabajadores de la empresa reciben un libro donde el presidente explica sus experiencias a lo largo de los años.
Yanai, considerado un líder inspirador, sigue la filosofía Zen-in-Keiei, según la cual todos los trabajadores de Fast Retailing deben pensar como un directivo. “Todo empleado debe adoptar el modo de pensar de un directivo. Todos los directivos y empleados deben compartir la misma fuerte ambición por ser los mejores”, explica Yanai en la memoria de la empresa.A pesar de ello, a Yanai a menudo se le compara con Steve Jobs por su control. Una de las principales críticas que recibe el presidente de Fast Retailing es su falta de capacidad para delegar.
Consultado al respecto en diversas entrevistas, Yanai se limita a decir que “no puedes llamar directivo a alguien que no esté encima de los detalles de las operaciones del día a día”. Así, Yanai supervisa las tiendas, el producto o el márketing y, a la vez, repite a sus empleados que son ellos quienes le representan y que “deben tener el punto de vista del propietario o, de otro modo, no funcionará”. Las enseñanzas de Yanai se transmiten en el Fast Retailing Management and Innovation Center, donde forman a los futuros directivos de la empresa.
La falta de capacidad para delegar llega hasta sus hijos. Casado y residente en Tokio, Yanai tiene dos hijos, Kazumi y Koji. Cada uno de ellos es propietario del 10% de Fast Retailing, pero no desarrollan un papel ejecutivo. Y Yanai no quiere que le sucedan ni que formen parte de la gestión del grupo porque, como ha afirmado en alguna ocasión, “los procesos de relevo generacional no han dado buenos resultados, ni en moda ni en otros sectores”.