Alma en Pena continúa con su plan de expansión con la apertura de su segunda tienda en Sevilla
La hasta ahora empresa de calzado ha inaugurado una tienda en Sevilla, reforzando su expansión por distintos lugares del país con un concepto innovador y digitalizado, con el propósito de favorecer su identidad de marca.
8 nov 2024 - 11:21
Alma en pena mejora su concepto de tienda. La hasta ahora empresa de calzado abrió las puertas de su nuevo establecimiento en Sevilla el pasado mes de octubre, reforzando su plan de expansión. Además, ha renovado su concepto de tienda tras la apertura de su flagship en el barrio de Salamanca en Madrid en 2023, incorporando la digitalización con el fin de mejorar la experiencia de compra única.
Con el nuevo concepto la firma refuerza su identidad de marca sin perder su esencia diferencial de sus productos. Alma en Pena cuenta con más de 3.000 puntos de venta y empezará a estar presente en Marbella a partir de noviembre, seguido de varias aperturas nacionales e internacionales, tales como Doha, Italia, Francia y en España (Palma de Mallorca).
En colaboración con El Corte Inglés, Alma en Pena cuenta con 56 zapaterías y ocho nuevos corners de moda, con previsión de incorporar dos más de cara a 2025. Todas estas acciones forman parte del plan estratégico de la compañía, cuya intención es alcanzar una facturación de cincuenta millones en 2028.
Italia y México son los dos países con más peso para la compañía
Por su lado, la nueva colección de la firma tiene el propósito de “vestir a las mujeres de pies a cabeza, tras quince años calzando a nuestras clientes”, afirma la marca en un comunicado. Propuestas para “un estilo de vida Alma”, las prendas van desde el estilo más comfy a cápsulas de fiesta para todo tipo de eventos.
Alma en Pena nació en el seno de Adela Gil, la marca histórica de la familia Gil, que llegó a tener una veintena de establecimientos en toda España. La empresa, sin embargo, cambió de manos en 2005 cuando fue adquirida por la sociedad de capital de riesgo de BBVA, Valanza. Menos de cinco años después, la compañía presentó un concurso de acreedores y el propio Gil volvió a recomprar la marca e inició su relanzamiento. La buena evolución de Alma en Pena desde entonces llevó al grupo a centrar sus objetivos en esta, y en 2017 Adela Gil echó el cierre, todo mientras la empresa preparaba la puesta en marcha de la primera tienda propia de Alma en Pena en Madrid.
La empresa de calzado cerró el ejercicio de 2023 elevando sus ventas hasta 30 millones de euros, frente a los 28 millones de euros con los que finalizó el año anterior. El resultado bruto de explotación (ebitda) de la empresa alcanzó tres millones de euros, ya un 10% por encima de la cifra que arrastró la compañía en sus primeros ejercicios tras la pandemia. Por su parte, Gil prevé alcanzar una facturación de 35 millones de euros a finales del 2024.