Kering engorda su cartera y se hace con la empresa francesa de perfumería Creed

Kering refuerza su división de cosmética. El conglomerado francés de lujo, a través de su división de cosmética Kering Beauté, se ha hecho con la compañía francesa de perfumería de alta gama Creed, hasta ahora propiedad del fondo de inversión BlackRock. El importe de la transacción no ha trascendido.

La compra, que se espera que sea efectiva el segundo semestre del ejercicio actual, se ha llevado a cabo con el objetivo de reforzar la expansión del grupo durante los próximos meses. “Kering Beauté potenciará Creed en todas las geografías, canales y categorías, especialmente a través de China y en travel retail”, ha explicado el conglomerado en un comunicado.

Creed dio sus primeros pasos en 1760 de la mano de James Henry Creed, que empezó como una casa de sastrería al servicio de las familias reales de Europa. Actualmente, la empresa es una compañía de perfumería de lujo pilotada por la ejecutiva Sarah Rotheram como consejera delegada. La compañía cuenta con 1.400 puntos de venta en todo el mundo y 36 establecimientos propios. Según los últimos datos, la empresa de perfumería facturó 250 millones de euros en 2022.

Kering Beauté planea impulsar Creed en todas las geografías, canales y categorías, especialmente a través de China y en ‘travel retail’

El conglomerado francés Kering, creó una división de cosmética a principios de año, colocando a Raffaella Cornaggia, exejecutiva de Estée Lauder al frente. Esta nueva división, Kering Beauté, se encargará también del desarrollo de una línea de cosmética para Bottega Veneta, Balenciaga, Alexander McQueen, Pomellato y Qeelin.

“Estamos construyendo esta nueva área de especialización dentro de nuestro Grupo para garantizar que nuestras marcas puedan alcanzar su potencial en esta categoría”, explicó Jean-François Palus, director general del grupo en el momento.

Kering, que cuenta con más de 42.000 empleados alrededor del mundo, cerró el tercer trimestre con un crecimiento del 23%, hasta 5.137 millones de euros. El grupo se vio beneficiado por el regreso del turismo, especialmente en Europa, donde sus ventas se incrementaron un 74% en el tercer trimestre. En Asia Pacífico, Kering creció un 7%, aunque se vio afectado el impacto de los cierres en China a causa del avance de la pandemia durante julio y agosto.

Hace unas semanas, la empresa estrenó una nueve sede en Milán, un complejo de 9.500 metros cuadrados de superficie repartidos en seis pisos y ubicado en via Senato, una las principales vías comerciales de la ciudad y cercana al cuadrilátero de la moda.