Las piezas de Esprit siguen cayendo: la empresa entra en liquidación también en Francia

Esprit entra en liquidación en Francia. El grupo alemán de distribución de moda, que lleva meses reestructurando sus filiales en el resto de Europa, ha anunciado hoy su liquidación en Francia, tras la decisión judicial del tribunal de Nanterre, Francia. “La actividad ya no puede continuar y no hay posibilidad de presentar un plan de recuperación que permita saldar las deudas”, ha señalado el tribunal y según avanza AFP. 

El 18 de julio, la compañía fue declarada en quiebra en el país galo, dos meses después de hacer lo propio en el resto de Europa. A cierre del último ejercicio, la empresa alemana congregaba 145 empleados en Francia y contaba con cien puntos de venta en el país. 

Esprit, que fue uno de los principales grupos de distribución de moda en Europa, lleva años atravesando una situación compleja, afectada por unas pérdidas de posicionamiento en el mercado que llevó a una brusca caída de las ventas y a acumular pérdidas.

Esprit se declaró insolvente en su mercado local, Alemania, el pasado mayo 

En agosto, la empresa alemana presentó un expediente de regulación de empleo (ERE) para despedir a toda su plantilla en el mercado español. El expediente se hizo efectivo el 1 de septiembre, según avanzó Modaes. En el país, el grupo contaba con un total de 84 trabajadores con los que ha estado negociando su salida ante la próxima liquidación desde mayo. 

El fin de la actividad de Esprit en España era cuestión de tiempo, desde que a principios de año el grupo comenzó a llevar a concurso de acreedores sus filiales en Europa. A finales de julio, las únicas tres subsidiarias que no habían entrado aún en liquidación eran las de España, Francia e Italia, si bien se han visto también ahogadas por la falta de mercancía para servir a los clientes.

En marzo, la compañía llevó a los juzgados su red de tiendas primero en Suiza, movimiento que repitió después en Bélgica para, finalmente, declarar insolvente en mayo su negocio en Alemania, su mercado local y del que dependen el resto de mercados para obtener productos.

La empresa ha encadenado desde hace más de una década resultados irregulares. El golpe final, sin embargo, fue el estallido de la pandemia, cuando se hundió con pérdidas de 439,9 millones de euros. Esprit ha continuado con la tendencia a la baja desde entonces, y cerró su último ejercicio (finalizado el 31 de diciembre) triplicando las pérdidas del año anterior, hasta los 226 millones de euros. La facturación de la compañía alemana se contrajo un 16,3% durante ese mismo periodo, hasta los 703 millones de euros.