Empresa

Selmark cierra un ejercicio estable y apunta a 25 millones de euros en 2025

La empresa familiar gallega mantiene sus cuentas equilibradas en un contexto complejo para el sector de la lencería y el íntimo. Su consejero delegado, Rafael Pérez, descifra las claves de un negocio en horas bajas de consumo.

Selmark cierra un ejercicio estable y apunta a 25 millones de euros en 2025
Selmark cierra un ejercicio estable y apunta a 25 millones de euros en 2025
Tienda de Selmark diseñada por Tejedor y Otero Arquitectos

T. Alonso

21 mar 2025 - 05:00

Selmark cumple medio centenario. La emblemática firma gallega de lencería celebra su aniversario con la mirada atenta a un panorama complejo, en plena evolución y un entorno cargado de desafíos. Su hoja de ruta, por su parte, se mantiene estable y la marca prosigue sus avances a pequeños pasos, pero seguros. En el pasado ejercicio, Selmark volvió a registrar ventas de 22 millones de euros. Aunque la marca continuó siendo rentable, no logró alcanzar sus previsiones de 25 millones de euros de facturación. Este objetivo, no obstante, ha sido aplazado para el ejercicio en curso.

 

“El sector se encuentra en una situación compleja: mucho trabajo, pero poco rentable. El mercado pasa por un mal momento; la gente no tiene dinero, los sueldos son bajos y, en España, el consumo no es bueno”, analiza el consejero delegado de Selmark, Rafael Pérez, en una entrevista con Modaes. El empresario, hijo del fundador de la compañía Amadeo Pérez, señala la evolución de los hábitos de consumo: “Actualmente, la gente dedica menos atención a la ropa interior y se está desviando el gasto hacia otras partidas como el ocio; en moda, los clientes están buscando más gangas que otra cosa”.

 

Sin embargo, para el directivo gallego, los descuentos no son una solución a todos los problemas. “Hasta la campaña de rebajas ha sido mediocre, porque la gente se ha acostumbrado a avanzar las compras en la temporada de descuentos previa a las navidades”, lamenta Pérez, señalando que a pesar de “ver con mayor optimismo” algunos mercados, “la mala situación es generalizada”. Para el máximo ejecutivo de Selmark, la compra por impulso “ha muerto en Europa porque el consumidor compra con mucha más cabeza, se lo piensa y compara más”. Y apostilla: “Nuestra competencia también está sufriendo en países como Alemania, Polonia o Grecia”.

 

Selmark, que actualmente opera con más de 6.000 puntos de venta en cuarenta mercados internacionales, cuenta con España como primer país por volumen de ventas, pese a ser “muy sensible al precio”. Portugal, la región de Benelux, México, Chile o Polonia siguen de cerca al mercado nacional. “Italia es un mercado muy afín al español, mientras que Francia se encuentra en plena catarsis; los fabricantes están en una situación muy complicada, -reconoce-, tenemos distribuidores desde hace más de una década que están orientando su trabajo al online porque el comercio físico tradicional está sufriendo mucho”. 

 

 

 

 

Concretamente en España, la marca familiar opera con más de un centenar de puntos de venta en El Corte Inglés. Al otro lado del charco, destaca el desarrollo de la presencia física de Selmark en México, donde se expande de la mano de los grandes almacenes Liverpool. Actualmente, la marca ya cuenta, en el mercado, con treinta puntos de venta dedicados a la corsetería, 35 especializados en su oferta de baño, una veintena de ropa y quince de complementos.

 

La venta a través de internet copa, a día de hoy, el 10% de la facturación de Selmark. “Se trata de un canal con un componente de precio muy importante, podríamos crecer mucho más siendo más agresivos, pero deterioraría nuestra imagen”, asegura Pérez. Con un posicionamiento premium accesible, la marca propone productos sencillos a partir de 36 euros y otros, más elaborados y complejos, alrededor de los 50 euros. “Proponemos un producto equiparable a cualquiera de importación de alta gama, pero un 30% más barato”, estima el dirigente, consciente de que compite contra grandes gigantes extranjeros como la francesa Etam o el italiano Oniverse, dueño de Intimissimi y Calzedonia.

 

 

rafael perez selmark 980

Rafael Pérez tomó el relevo de su padre al frente de la empresa familiar

 

 

En los últimos tiempos, el sector de la lencería y el íntimo ha recibido una de cal y otra de arena. Por un lado, la cadena Oysho propiedad de Inditex decidió, hace unos años, reorientar su oferta hacia la categoría deportiva y abandonar la ropa interior. Para Pérez, este punto de inflexión “da mucho que pensar” y no lo recibe como una buena noticia. “Si una empresa que conoce tanto la industria y tiene tantos medios, tira la toalla, el sector tiene que estar atento. Hace una muy buena foto del estado en el que se encuentra la industria, su rentabilidad actual y su carácter nicho”, explica, cuestionando si el sector ha llegado a “su tope”. A nivel internacional, en el pasado ejercicio, la firma premium Wolford bajó de los 100 millones de euros de facturación.

 

En paralelo, la industria encuentra cada vez más el aliento en el shapewear, conocido tradicionalmente por sus fajas o bodies de contención. Al éxito en Estados Unidos de Spanx o Skims, se suma el anuncio del lanzamiento conjunto de la marca de Kim Kardashian con Nike. “Desde hace años, vemos que es una categoría bastante sana y con viabilidad. La evolución que experimenta es brutal gracias al gran descubrimiento que ha vivido el público”, asegura el consejero delegado. “En Selmark sabemos qué funciona porque llevamos muchos años dedicándonos a ello”, comenta, tomando distancia del auge de la división entre otros actores que “se suben a la tendencia, probablemente con productos menos estructurados”.

 

 

 

 

Si bien la empresa fundada en Vigo en 1975 no detalla sus datos de beneficio, el consejero delegado admite que la empresa registra un crecimiento a doble dígito y subraya que es “muy rentable”. Con ochenta empleados en las oficinas centrales y más de cuatrocientos trabajadores en las fábricas de confección, Selmark apuesta por la “fabricación de proximidad con alto nivel de costes”, al producir en España, Portugal o Túnez.

 

En manos de la familia fundadora desde hace cincuenta años, Selmark tiene garantizado su futuro bajo su estructura actual y sin la entrada de inversores. “Una empresa familiar implica drama a tiempo completo. Mantener la propiedad así es complejo e implica mucha tensión. Al final, te llevas los problemas del trabajo a casa”, concluye, bromeando, el consejero delegado.