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Venus reordena su red de producción con nuevos talleres y entra en moda íntima

La histórica compañía de moda de baño apunta a mantener los niveles de ventas de 2021 este año, con una cifra de negocio de alrededor de 1,4 millones de euros, y ha entrado en el sector de la lencería y la ropa de cama como pijamas.

Venus reordena su red de producción con nuevos talleres y entra en moda íntima
Venus reordena su red de producción con nuevos talleres y entra en moda íntima
Venus continúa sólida y apuesta por la relocalización. La histórica compañía de moda de baño, nacida en Madrid durante la década de los años treinta y que cuenta con marcas propias y fabrica para terceros, está en pleno proceso de reordenar su producción

I. Carmona

19 oct 2022 - 05:00

Venus continúa sólida y apuesta por la relocalización. La histórica compañía de moda de baño, nacida en Madrid durante la década de los años treinta y que cuenta con marcas propias y fabrica para terceros, está en pleno proceso de reordenar su producción y acaba de ampliar su oferta con moda íntima y prendas para dormir, según adelanta Marcos Pizarro, director general de la empresa, a Modaes.

 

La compañía prevé cerrar este año con una facturación similar a la recogida en 2021, cerca de 1,4 millones de euros. “La línea de crecimiento para los próximos años va más bien dirigida hacia inversión en producción, innovación y desarrollo”, describe el directivo.

 

“El año pasado estuvo lleno de buenas noticias, pero luego llegaron los cuellos de botella en costes de transporte, materias primas y logística”, recuerda Pizarro. Igual que sufrió la deslocalización de la producción textil a China durante los noventa, Venus ha capitalizado el regreso de las marcas a España tras el estallido de la pandemia.

 

A pesar del aumento de los costes, Pizarro asegura que la empresa madrileña ha logrado proteger su margen. “Nuestros costes han subido sólo entre un 3% y un 4%, frente a los del mercado, que han llevado a elevarse un 15%”, apunta el director general de Venus.

 

 

 

 

En los últimos años, la empresa especializada en producción y distribución de moda de baño ha multiplicado su producción anual de 80.000 prendas a 240.000 prendas a causa de la relocalización. “Es muy positivo, pero también nos tenemos que adaptar”, describe Pizarro, que considera que Venus tardará en adaptarse a este aumento en producción cuatro o cinco años.

 

Para hacer frente a este crecimiento, la compañía madrileña está trabajando con nuevos talleres y prevé centrar su desarrollo a futuro en la innovación y el desarrollo, por lo que invertirá el 5% de sus ingresos a este área.

 

Además, Venus ha entrado en la fabricación de moda íntima y ropa de dormir. “La industria en Europa está casi muerta, todo está en China, ya sólo quedan tres o cuatro fabricantes de este producto en España”, describe Pizarro.

 

La compañía opera con entre cinco y ocho talleres, uno de ellos propio, en Fuenlabrada. Con sede en Madrid, la empresa cuenta con una plantilla de 34 personas incluyendo tiendas y distribuye sus marcas propias, Venus y Playa Dorada, en 73 establecimientos.

 

En los próximos meses, Venus ampliará su presencia en El Corte Inglés y prevé empezar a vender en la plataforma online de los grandes almacenes en 2023. La empresa también opera en Alemania e Italia, donde concentra el 10% de sus ventas.

 

Venus fue fundada en Madrid en 1932 de la mano de Policarpio Domínguez García y su esposa Soledad Molina y comenzó en sus inicios en la industria de la moda como fabricante de fajas y corsetería. A partir de los años sesenta, la empresa se especializó en moda de baño y, en 1978, Policarpio Domínguez Molina, hijo del matrimonio, tomó las riendas de la compañía. 

 

En la década de los ochenta, Venus dio el salto internacional e inició su desembarco en mercados latinoamericanos. Poco después, Domínguez Molina falleció sin descendencia y dejó la compañía en manos de dos trabajadores en herencia. Fue entonces cuando Emilio Flores y Esperanza Garbajosa se pusieron al frente hasta principios de los 2000. Marcos Pizarro, hijo de Garbajosa, se incorporó a la empresa en 2005 y en 2011 asumió el cargo de director general de la compañía.