2017, el año en que la moneda hirió a la moda
Por un lado, un dólar fuerte que encarece las compras; por otro, un euro revalorizado que penaliza las ventas en otras divisas. En medio, la presión de mantener bajo el precio de venta al público aunque sea a costa de los márgenes.
22 dic 2017 - 04:29
En las comunicaciones de las empresas a sus inversores, dos palabras se repitieron como un mantra durante 2017: clima y divisas. El euro mantuvo durante todo el año una tendencia alcista que le llevó a anotar en julio su nivel más alto en dos años frente al dólar y en máximos desde 2016 frente a la libra. La moneda única rompió la barrera de los 1,19 dólares y amenazaba con cerrar el año en torno a 1,21 dólares.
Las perspectivas macroeconómicas y el crecimiento de las potencias europeas auparon a la moneda única, mientras que el dólar se encuentra sometido a una gran presión porque los mercados desconfían de que la Reserva Federal pueda mantener su ritmo reciente de subidas de los tipos de interés.
Esta escalada de la divisa europea supuso un lastre para las compañías que facturan en euros pero que tienen el grueso o una gran parte de su negocio fuera del entorno comunitario. Es el caso de Inditex, por ejemplo, que genera la mitad de sus ingresos en divisas distintas a la europea.
Inditex explicó en sus resultados anuales que repercutió el impacto de los tipos de cambio en su margen para no subir los precios
El principal afectado de esta evolución de las divisas es el margen. De hecho, el grupo gallego explicó en sus últimos resultados anuales que, en lugar de subir los precios de venta al público para compensar el impacto del efecto divisa, la empresa prefirió repercutir el impacto de los tipos de cambio en su margen bruto. Pablo Isla, presidente del grupo, explicó que “descontando el impacto de las divisas, el margen bruto hubiese crecido en términos porcentuales”.
El margen bruto del grupo en 2016 se situó en 13.279 millones de euros, lo que equivale al 57% de las ventas, frente al 57,8% del año anterior. En 2014, el margen bruto era del 58,3%; en 2013, del 59,3%, y en 2012, del 59,8%.
En el primer trimestre de 2017, el grupo español logro aguantar el margen, situándolo en el 58,2%, frente al 58,1% del mismo periodo del año anterior, pero volvió a tropezar en el segundo trimestre, situándolo en el 54,8%, el peor dato en el segundo trimestre desde 2014.
La presión de mantener los precios bajos perjudicó también a Primark, lastrado por la devaluación de la libra
También Mango acusó el impacto desfavorable de las divisas, tanto en las ventas en monedas distintas al euro como en las compras, que realiza mayoritariamente en dólares. La empresa, que entró en números rojos en 2016, aseguró que “esta cifra se ha visto afectada por unas ventas por debajo de las expectativas en el primer semestre del 2016; por la implantación de un modelo fast fashion más ambicioso que inicialmente redujo los márgenes, y por el comportamiento desfavorable de divisas clave para la compañía”.
En el caso de H&M, en cambio, el grupo lleva varios años lastrado por la fortaleza del dólar, la divisa en la que se aprovisiona. En los nueve primeros meses del ejercicio 2017, el margen bruto del grupo se situó en el 53,6%, frente al 54,6% del mismo periodo del año anterior.
Lo mismo le ocurrió a Primark, propiedad de la británica AB Foods, que tuvo que combatir además la devaluación de la libra tras el Brexit y con la presión de mantener los precios bajos, claves en su modelo de negocio. Desde el referéndum para abandonar la Unión Europea, la libra se ha movido al ritmo que lo hacían las previsiones del Brexit y las declaraciones de la primera ministra británica, Theresa May.
La divisa británica tocó mínimos en un mes en octubre, por ejemplo, hasta 1,306 dólares y 1,115 euros, tras desvelarse una conspiración de varios diputados conservadores para derrocar a la primera ministra.
Fruto de este impacto, el margen bruto operativo de la cadena irlandesa se situó en 2017 en un 10,4% sobre las ventas, su mínimo desde 2012.
En la presentación de sus resultados semestrales, Primark destacó que “el efecto completo de la debilidad de la libra contra el dólar estadounidense resultará en un mayor descenso del margen en la segunda mitad, ya que los tipos de cambio eran más beneficiosos en la primera mitad”. La empresa subrayó que “los equipos de compras y merchandising han trabajado duro para reducir el impacto de la divisa en el margen, al tiempo que Primark sigue comprometido a mantener el liderazgo de precios en el retail de moda”.