El FMI rebaja un punto la previsión de crecimiento para España en 2022
La organización ha revisado las estimaciones realizadas en enero y prevé que la zona euro crezca un 2,8% en 2022, 1,1 puntos menos. La previsión de España ha caído menos que la de Italia o Alemania.
19 abr 2022 - 16:00
La crisis de Ucrania desbarata las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI). La guerra en Europa y la inflación creciente han hecho que el organismo recorte sus previsiones de crecimiento, tal y como ha publicado este martes en el informe Perspectiva Económica Mundial. La entidad apunta que, en 2022, la economía española crecerá un 4,8%, un punto menos de lo que habían previsto en enero, mientras que en 2023 se expandirá un 3,3%, medio punto menos que la previsión anterior.
El recorte de crecimiento ha afectado al conjunto de la economía mundial y el fondo calcula que, en 2022, se expandirá un 3,6%, 0,8 puntos porcentuales menos frente a la previsión de enero, mientras que, en 2023, el crecimiento será del 3,6%, 0,2 puntos porcentuales menos que la última estimación.
En el caso de la zona euro, la rebaja del crecimiento ha sido aún más pronunciada. El FMI apunta que la zona aumentará su Producto Interior Bruto (PIB) un 2,8% en 2022, 1,1 puntos porcentuales menos que la última previsión. Para 2023, la organización sostiene que la economía de la región se expandirá un 2,3%, un 0,2 punto porcentual menos respecto a la última previsión.
Entre las principales economías de la zona euro, Alemania e Italia son las que más han recortado su previsión de crecimiento, en 1,7 puntos porcentuales y 1,5 puntos porcentuales, respectivamente. Aun así, la previsión de crecimiento para Alemania en 2023 ha mejorado en 0,2 puntos porcentuales, mientras que la de Italia se ha rebajado 0,5 puntos, hasta 2,7% y un 1,7%, respectivamente.
Por el contrario, Francia es la economía de la zona euro que menos ha variado tras la última actualización de previsiones del FMI. La economía francesa ha recortado su crecimiento en 0,6 puntos porcentuales, hasta el 2,9%, en 2021 y para 2023 se han rebajado 0,5 puntos de crecimiento, posicionándolo en el 1,4%.
Aun menor ha sido la modificación de las previsiones para Estados Unidos. La mayor economía del mundo crecerá un 3,7% en 2022, 0,3 puntos porcentuales menos respecto la previsión realizada en enero. Para 2023, la entidad ha recortado también 0,3 décimas, hasta un 2,4%. En el total de economías avanzadas, la reducción de crecimiento para 2022 ha sido de 0,6 puntos porcentuales para 2022, hasta el 3,3%, mientras que en 2023 la corrección ha sido de 0,2 puntos, hasta un 2,4%.
El FMI ha recortado la previsión de crecimiento de China para 2022 en 0,4 puntos porcentuales, hasta un 4,4%
En el caso de las economías emergentes, la reducción para 2022 es aún más elevada y escala hasta un punto porcentual, por lo que la entidad concluye que el bloque crecerá un 3,8% en 2022. Para 2023, la rebaja será de 0,3 puntos porcentuales, hasta un 4,4%. La mayor economía emergente, China, también ha visto recortadas sus previsiones de crecimiento, que para 2022 se sitúan en un 4,4%, 0,4 puntos porcentuales menos que las proyectadas en enero. Para 2023, la entidad estima que el PIB de China aumentará un 5,2%, apenas un 0,1 puntos porcentual menos que la última previsión.
La economía que más ha deteriorado sus perspectivas económicas en el último trimestre ha sido Rusia. El FMI ha rebajado su previsión en 11,3 puntos porcentuales, hasta una caída del 8,5% para este año. Además, para 2023, es el único país que entrará en recesión, según la entidad, con una caída del 2,3%, 4,4 puntos porcentuales menos de lo esperado.
Más allá de las revisiones, el FMI ha alertado de que la guerra ha disparado el riesgo de una fragmentación más permanente de la economía mundial hacia bloques geopolíticos con distintos estándares tecnológicos, sistemas de pagos y divisas de reserva. Así, la entidad asegura que, a largo plazo, se producirán movimientos que reconfiguren las redes de producción.
Además, el FMI subraya que la crisis provocada por la guerra en Ucrania se produce cuando la economía global aún no se ha recuperado del todo respecto a la pandemia. “Incluso antes de la guerra, la inflación en muchos países había aumentado debido a los desequilibrios entre la oferta y la demanda y a las políticas de apoyo durante la pandemia, lo que provocó un endurecimiento de la política monetaria”, ha sostenido la entidad. El fondo también ha indicado el riesgo de los últimos brotes de Covid-19 en China, que continúa con una política de Covid Cero y están afectando a la cadena de suministro.