El ‘otoño’ frío para la moda en Reino Unido
En el que es el primer presupuesto laborista desde su llegada al poder, la moda ha alzado la voz contra la subida de las contribuciones a la seguridad social y la rebaja insuficiente de las tasas sobre locales comerciales.
9 dic 2024 - 05:00
Reino Unido no tenía un primer ministro laborista desde 2010, y la llegada de Keir Stamer al poder no ha venido sin turbulencias, especialmente para el sector de la moda. Bajo el lema Fixing the foundations to deliver change, el ejecutivo de Stamer ha publicado su presupuesto de otoño para todo el ejercicio fiscal. Fue la ministra de Economía británica, Rachel Reeves, la encargada de anunciar las medidas fiscales que tienen el objetivo de recaudar un total de 40.000 millones de libras (48.276 millones de euros) a través de subidas de impuestos y hacer frente al aumento del coste de vida derivado de las subidas generalizadas de la inflación en todo el mundo.
La moda, que se alza como el sector privado que más empleo genera en el país y con una contribución al Producto Interior Bruto (PIB) de 100.000 millones de libras al año, no ha tardado en hacerse eco. El British Retail Consortium (BRC), la asociación de las principales empresas minoristas del país, dirigió a mediados de noviembre una carta a Reeves en la que cifraba en hasta 7.000 millones de libras el coste que tendrá para el sector las medidas incluidas en el presupuesto.
La principal protesta del comercio minorista del país pasa por la actualización del National Insurance Scheme (NIC), el equivalente a la seguridad social de España. En el texto, la cartera de Reeves planteó una subida del 13,8% al 15% en la contribución a la seguridad social. En paralelo, el Gobierno también ha incluido un cambio en el conocido como umbral secundario, o el punto a partir del cual los empresarios están obligados a pagar la seguridad social de sus empleados. Este, que actualmente se ubica en 9.100 libras, pasará a situarse en las 5.000 libras anuales.
Reino Unido aumentará las contribuciones que deben hacer las empresas por cada trabajador
“El impacto del cambio del umbral del NIC es especialmente agudo si se tiene en cuenta la cantidad de empleo a tiempo parcial y puestos junior que hay en el sector”, alertaba en su carta el BRC. A través de este aumento, que está previsto que se implemente a partir del 6 de abril de 2025, el Gobierno prevé recaudar hasta 25.000 millones de libras al año.
La entidad, sin embargo, ha puesto sus propias cifras a las medidas. Según los cálculos de la asociación de minoristas, el incremento de la contribución a la seguridad social costará al sector 570 millones de libras. El coste de la reducción del umbral, por su parte, alcanzará los 1.760 millones de libras.
“En total, los costes para el sector minorista pueden alcanzar los 7.000 millones de libras al año, afectando también a los proveedores e incrementando el precio que pagan los minoristas por los bienes”, alerta el BRC.
Más allá del NIC, el presupuesto laborista también incluye subidas salariales, lo que supondrá un gasto extra anual al sector de 2.730 millones de libras. Una medida adicional para limitar el plástico en los envases, la entidad prevé que costará al sector otros 2.000 millones de libras más. “Es una decisión difícil pero es la correcta”, aseguró Reeves durante la presentación del texto, el primer presupuesto laborista en más de una década.
El presupuesto también prevé una reducción de las tasas sobre los locales comerciales
Las tasas comerciales y el tax free
En paralelo, el presupuesto también incluye una rebaja de hasta un 40% en las tasas que pagan los establecimientos comerciales en el país. El BRC ha alertado que esta medida significaría a día de hoy “redistribuir” las tasas entre todos los minoristas.
“Estos cambios deben conducir a una reducción significativa y permanente de las tasas para todas las propiedades minoristas si se quiere compensar los efectos de los costes adicionales de manera significativa”, reclama la entidad.
La lucha del sector minorista británico en los nuevos presupuestos se añade, además, a las demandas que lleva haciendo el sector hace años para restaurar las compras tax free para los turistas. Esta extensión fiscal, que permite a los visitantes desgravarse el IVA de las compras que han realizado durante su estancia en el país, fue abolida hace ahora cuatro años por Rishi Sunak, exprimer ministro de Reino Unido.
Según los datos de la consultora económica Centre for Economics and Business Research, la medida ha costado a la economía del país 10.700 millones de libras anuales (12.526 millones de euros) y ahuyentado a dos millones de turistas al año. Según el propio BRC, de hecho, la imposibilidad de desgravar las compras hace que muchos turistas prefieran comprar artículos de moda, especialmente de lujo, en otros países de la Unión Europea.