La moda ‘escapa’ de China: el veto a Xinjiang fuerza a cambiar el mapa al 95% de las empresas
El 85% de las compañías del sector asegura que reducirán sus importaciones de algodón de China, mientras que otro 45% limitará las compras de prendas de vestir, según la encuesta anual de la US Fashion Industry Association (Usfia).
26 jul 2022 - 05:00
El veto a Xinjiang fuerza a cambiar el mapa del sourcing en Estados Unidos. A finales de junio entró en vigor la Ley de Prevención de Trabajo Forzoso Uigur, que prohíbe las importaciones de cualquier tipo de producto de la región de Xinjiang. Los efectos de la norma traen consecuencias para el 95% de las empresas de moda en Estados Unidos, que afirman que la ley tendrá impacto en su sourcing.
La encuesta anual de la US Fashion Industry Association (Usfia) revela que más del 85% de las compañías del sector en el país norteamericano asegura que tiene previsto reducir sus compras de prendas de vestir de algodón de China, mientras que otro 45% limitará las importaciones de prendas de vestir ante la nueva ley.
La norma prohíbe todas las importaciones manufacturadas, ya sean total o parcialmente, en la región por considerarse susceptibles de haber sido realizadas mediante trabajo forzado, a no ser que el proveedor demuestre lo contrario. La ley también bloquea importaciones procedentes de otras regiones chinas o de terceros países sospechosos de haber trabajado en Xinjiang.
El 85% de las empresas de moda de Estados Unidos reducirá las compras de prendas de vestir de algodón a China
La entrada en vigor de la ley se produce meses después de que se destapara que la región china de Xinjiang contaba con una red de instalaciones en las plantaciones del cultivo de algodón similares a campos de concentración, donde obligaba a trabajar de manera forzosa a personas de etnia uigur y otras minorías musulmanas. Se estima que en Xinjiang se produce el 84% del algodón chino y cerca del 20% del algodón mundial.
La ley también obliga a fabricantes e importadores a avanzar en transparencia y garantizar que en sus cadenas de suministro no hay ningún vínculo con el trabajo forzoso uigur. Es decir, que, aunque no se aprovisionen directamente en Xinjiang, deben poder asegurar que sus proveedores tampoco lo hacen. La compañía tecnológica Altana AI estima que un 10% de las empresas de todo el mundo podrían verse afectadas por la aplicación de la ley.
La implantación de la nueva norma provocará que la mayoría de las empresas deshagan posiciones en China y en Asia. El 60% de los encuestados para el informe, elaborado por los profesores Sheng Lu y Anna Matteson, asegura que “explorarán nuevos destinos de aprovisionamiento fuera de Asia”. Uno de los panelistas asegura que “la migración fuera de China es nuestra prioridad”.
A pesar de que la nueva ley ha entrado en vigor recientemente, en 2021, las empresas estadounidenses de moda ya empezaron a reducir posiciones en China: un tercio de los encuestados afirmó que sólo el 10% de su sourcing lo realiza en China, frente al 10% de antes de la pandemia. Vietnam fue el principal ganador del cambio del mapa, con el 50% de los encuestados afirmando que han incrementado su abastecimiento en el país del Sudeste Asiático.
Un tercio de los encuestados afirmó que sólo el 10% de su ‘sourcing’ lo realiza en China
Además, en los cinco primeros meses de 2022, las importaciones de prendas de vestir de algodón de China a Estados Unidos descendieron y coparon sólo el 13%, frente al 14% del mismo periodo de 2021.
En paralelo, la cuota de las importaciones de prendas de vestir de otras materias primeras cayó hasta el 23% en el periodo, la cuota más baja desde la pandemia. La reducción de las importaciones también está respaldada porque el 59% de las empresas asegura que esperan que los costes de compliance se incrementen “significativamente” ante la aplicación de la nueva norma.
En los dos próximos años, China perderá más importancia en el mapa del sourcing de las empresas estadounidenses en favor de países en cercanía. En concreto, el 61% de los encuestados afirma que incrementará sus compras a India, otro 58% a Latinoamérica y un 55% a Bangladesh.
Con el objetivo de adoptar nuevas estrategias para abordar los riesgos del trabajo forzoso y cumplir con la nueva ley, el 90% de las empresas de moda de Estados Unidos aseguran que han avanzado en transparencia, mientras que otro 77% han acudido a charlas para entender mejor la aplicación de la ley.
En el marco de la aprobación de la nueva ley, algunas compañías estadounidenses han empezado a recibir presiones. Es el caso de Nike, que la semana pasada, los fondos Domini Impact Equity Fund y Vancity Investment Management Canadian Equity Fund reclamaron que al grupo “pausar el abastecimiento de algodón procedente de China” para prevenir la compra de algodón de Xinjiang.
La empresa señaló entonces que “está comprometida con el abastecimiento responsable” y aconsejó al resto de accionistas a que votaran en contra de la propuesta alegando que no obtiene algodón ni materias primas de manera directa procedente de campos donde trabajan la minoría uigur.