Shanghái comienza a levantar restricciones tras un confinamiento estricto de siete semanas

La capital financiera de China recupera paulatinamente la normalidad. El Gobierno de Shanghái ha aprobado la reapertura (con restricciones) de tiendas, centros comerciales, farmacias y restaurantes en la ciudad tras siete semanas de confinamiento estricto. El pasado 28 de marzo, Shanghái inició el proceso de confinamiento tras registrar más de 3.500 casos de coronavirus.

Desde entonces, el número de contagios ha bajado hasta 1.369 casos reportados ayer a última hora. En algunos de los vecindarios de la ciudad ya se ha alcanzado el objetivo que impuso el Gobierno chino de “cero contagios diarios”, levantando ciertas restricciones y permitiendo a los habitantes “ir a comprar al supermercado”.

Más allá de la economía china, el confinamiento en el corazón financiero de China también ha acarreado repercusiones en la actividad económica a escala global. Durante el primer mes de confinamiento, el puerto de Shaghái, el mayor del mundo, registró un descenso en su tráfico del 40%, lo que a su vez generó restricciones en las cadenas de suministro dependientes del gigante asiático.

El confinamiento en Shanghái se impuso el pasado 28 de marzo

Las medidas restrictivas en Shanghái durante las últimas siete semanas han añadido más presión a la cadena de aprovisionamiento, que ahora se encuentra aún más tensionada por la guerra en Ucrania. El conflicto bélico también está motivando el aumento de la inflación y el encarecimiento de las materias primas en todo el mundo.

La ciudad cuenta con más de 26 millones de habitantes, coronándose como una de las más pobladas del país. Además, Shanghái es uno de los mayores ejes comerciales de China y, para la moda, el principal destino de lujo.

El pasado 13 de marzo, el Gobierno chino también impuso el confinamiento civil en Shenzhen, otro de los polos productivos de China y una localidad clave para el sector de la moda. La ciudad es uno de los principales hubs productivos industriales del país, y acoge las sedes de gigantes tecnológicos como Huawei y operadores de moda como Shein.