Entorno

¿Y si el mundo se para? La Fed y la Ocde sacan la bola de cristal

Las principales entidades financieras mundiales han empezado a alertar de una desaceleración del crecimiento mundial, que atribuyen sin tapujos a la política comercial proteccionista iniciada por Estados Unidos y su presidente.

¿Y si el mundo se para? La Fed y la Ocde sacan la bola de cristal
¿Y si el mundo se para? La Fed y la Ocde sacan la bola de cristal

P. Riaño / C. Oliveras

21 mar 2025 - 05:00

Jerome Powell ya no quiere ser una paloma, o, al menos, la nueva política comercial de Estados Unidos ya no le deja serlo. El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) alertó ayer de que la imposición de aranceles a los principales socios comerciales del país ha sacudido sus previsiones para la economía y para la inflación. Estos efectos se notarán, además, más allá de las fronteras estadounidenses. Primero fue la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), ahora, la FED, y a la espera de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) publique sus principales previsiones para la economía mundial, poco a poco, todos los organismos internacionales alertan de una ralentización global.

 

Sin dejar mucho lugar a la interpretación, Powell situó ayer sus previsiones de crecimiento para Estados Unidos en un 1,7%, lejos del 2,1% que estimó en diciembre. “Claramente una parte, una buena parte de esto, está relacionado con el impacto de los aranceles impuestos por el presidente”, aseguró el máximo responsable de la FED tras la última reunión de la entidad financiera celebrada ayer.

 

En paralelo, las previsiones para la inflación de la mayor economía del mundo se han movido al alza. Según las últimas estimaciones de la FED, los precios aumentarán hasta un 2,7% durante 2025, por encima de la última estimación del 2,5%. Ambas cifras, además, se sitúan todavía lejos del objetivo del 2% de inflación al que apuntaba la entidad financiera desde su primera bajada de los tipos de interés en septiembre.

 

 

 

 

“Medidas como los aranceles tienden a desacelerar el crecimiento y empujar la inflación hacia arriba -reiteró ayer Powell-; así que no tenemos prisa”. En los apenas tres meses que han pasado desde diciembre, cuando el banco central lanzó sus últimas previsiones, la entidad si no ha cambiado su política monetaria, la ha puesto como mínimo, en pausa.

 

Tras varias reuniones seguidas marcadas por las bajadas de tipos de interés, Powell comunicó ayer su decisión de mantener el precio del dólar a un interés de alrededor del 4,3%, sin cambios desde la última bajada de diciembre.

 

Como principal economía mundial, sin embargo, las políticas de Donald Trump afectarán también al resto de la comunidad internacional. Y la Ocde, ¿qué dice? Esta semana, la organización internacional de carácter gubernamental ha vaticinado en sus proyecciones de marzo que la riqueza mundial moderará su crecimiento en 2025, pasando del 3,2% anotado en 2024 al 3,1% en el año en curso, para frenar hasta el 3,0% en 2026.

 

En línea con la FED, la entidad prevé que Estados Unidos será una de las economías que más frenará, con un crecimiento de sólo el 2,2% en 2025 y del 1,6% en 2026. En 2024, la economía estadounidense creció un 2,8%.

 

 

 

 

La entidad basa sus previsiones de desaceleración del crecimiento mundial en las mayores barreras comerciales en un gran número de países del G20 y en un “creciente incertidumbre política impactando en la inversión y el gasto de los hogares”.

 

“Los últimos indicadores de actividad han empezado a apuntar a un debilitamiento de las perspectivas de crecimiento mundial -señala la Ocde en sus proyecciones-; la actividad empresarial y la confianza de los consumidores se han debilitado en algunos países, y los indicadores de incertidumbre sobre la política económica han aumentado notablemente en todo el mundo”.

 

La zona euro, por su parte, ha cerrado 2024 con un desarrollo del 0,7%, una evolución que ascenderá hasta el 1% en 2025 y el 1,2% en 2026, según los cálculos de la Ocde. China, en cambio, frenará, igual que Estados Unidos: si en 2024 la economía del gigante asiático creció un 5%, en 2025 lo hará un 2,8% y en 2026, un 4,4%.

 

¿Qué economías crecerán más y cuáles menos en los próximos años? Según la Ocde, en 2025 y 2026 India será el país del mundo que más aumentará su desarrollo, pasando de un alza del 6,3% en 2024 a una del 6,4% en 2025 y del 6,6% en 2026. Indonesia y China, en ambos casos reduciendo el ritmo, siguen a India como las economías con mejores perspectivas.

 

Otras economías, como Arabia Saudí o Argentina, repuntarán en 2025 y 2026. La primera, por ejemplo, creció sólo un 1,2% en 2024, pero las previsiones de la Ocde señalan un desarrollo del 3,8% en el primer año y del 3,6% el segundo. Argentina, por su parte, tras haber cerrado 2024 con retroceso del 1,8%, crecerá un 5,7% en 2025 y un 4,8% en 2026.

 

 

 

 

“El alto nivel de incertidumbre geopolítica y política actual conlleva riesgos sustanciales para las proyecciones de referencia -advierte la Ocde-; un posible riesgo es la escalada de las medidas comerciales restrictivas”. La entidad ha realizado una estimación sobre el impacto que tendría la imposición de un 10% adicional de aranceles entre Estados Unidos y el resto del mundo, llegando a la conclusión de que la producción mundial podría caer en torno a un 0,3% al tercer año, y la inflación mundial podría aumentar en 0,4 puntos porcentuales anuales de media durante los tres primeros años.

 

“El impacto de estas perturbaciones se vería magnificado si la incertidumbre política aumentara aún más o si se produjera una reevaluación generalizada del riesgo en los mercados financieros, lo que se sumaría a las presiones a la baja sobre el gasto de las empresas y los hogares en todo el mundo”, señala la Ocde.

 

Mientras Trump acumula días en la Casa Blanca, el resto del mundo está a la espera de observar el impacto que sus políticas tendrán a largo plazo. En abril, el FMI publicará su última versión del World Economic Outlook, arrojando un poco más de luz sobre el futuro mundial, pero por el momento, la FED ya ha activado el botón de pausa, a la espera de saber si las políticas arancelarias de su presidente acaban por desembocar en efectos más serios.