Manual de seis pasos para garantizar los salarios en las cadenas de suministro, según la Ocde
Garantizar los derechos humanos, entre otras problemáticas sociales, a lo largo de la cadena de suministro es uno de los mayores retos de la moda, que se sustenta en una red de fábricas descentralizada en todo el planeta.
28 oct 2024 - 05:00
Prácticas de compra, medidas concretas para cada país o colaboración. Estos son algunos de los puntos fuertes en los que las empresas de moda deben centrar sus esfuerzos para asegurar salarios mínimos en la cadena de suministro de la industria textil. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde) ha publicado un informe con las seis estrategias básicas para que estas aborden las brechas, tanto de salario como de ingresos, en sus cadenas descentralizadas en terceros países.
“Los salarios mínimos, aunque obligatorios legalmente, suelen no ser suficientes para cubrir las necesidades básicas de las personas”, ha denunciado la entidad. En el sector textil, además, factores como la alta competitividad o las malas prácticas de compra pueden contribuir a salarios por debajo del umbral de la pobreza, añade.
Aunque la entidad ha diferenciado entre las causas que son directamente responsabilidad de las empresas, y aquellas en las que simplemente pueden ejercer presión para modificar, plantea la necesidad inicial de establecer políticas de debida diligencia integradas tanto en su política propia como en la cadena de suministro.
La alta competitividad en el sector de la moda contribuye a salarios por debajo del umbral de la pobreza
Destinar suficientes recursos, controlar que se cumplen ciertas condiciones mínimas, coordinarse con agentes terceros como los representantes sindicales o priorizar aquellas regiones conocidas por las mayores brechas salariales son algunas de las acciones que recomienda la entidad.
Para integrar, además, estos elementos en los contratos con los proveedores, las empresas de moda pueden incorporar cláusulas de debida diligencia en sus contratos. Con esto, asegura la Ocde, el sector “refleja una mayor corresponsabilidad del problema” y puede dividir los costes de la implementación.
Para saber con exactitud los mercados, fábricas o segmentos en los que debe focalizarse la empresa, la entidad ha puesto de relevancia la importancia de la recogida de datos como el segundo paso a seguir. Las cifras obtenidas, además, deben compararse con otras fuentes externas, para así asegurar la credibilidad de las mismas.
La moda puede incluir cláusulas de debida diligencia en los contratos con proveedores
Una vez obtenidos los datos, el tercer paso del manual busca que las empresas del sector implementen realmente acciones para disminuir su impacto en las brechas salariales al mínimo. A pesar de que las compañías deben tener en cuenta los factores temporales concretos de cada momento, la entidad ha puesto de relevancia la importancia de centrar sus esfuerzos en las causas principales y a largo plazo que originan esta brecha.
“Un plan de acción eficaz sobre salarios mínimos debería centrarse en las prácticas de compra, incluir un enfoque concreto país a país, centrarse en el tipo de material y producto de cada sector, junto con iniciativas de colaboración entre actores”, asegura el informe. En este sentido, la Ocde también ha recordado que si el contacto con las fábricas se lleva a cabo a través de intermediaros, las empresas también deben apelar a su participación.
Monitorear y comunicar los resultados de las medidas son pasos igual de importantes, recuerda la OCDE
El cuarto y quinto paso, el organismo recuerda la importancia de monitorear los efectos de estas políticas, y adaptarlas cuando sea necesario, y comunicar públicamente los avances. “Los trabajadores y sus representantes, así como los sindicatos deben jugar un rol en este seguimiento”, ha añadido la entidad.
Solucionar aquellos problemas que no sean directamente responsabilidad de las empresas, pero ya estén sucediendo, es el último de los pasos destacados por la Ocde. Los casos de violaciones de derechos más severos suelen estar relacionados con la retención de los salarios por parte de los proveedores a sus empleados, ha alertado la Ocde.
“Si una empresa no ha causado o contribuido a causar un impacto, puede aun así participar en la solución, a pesar de que no se espere de ella que aporte nada”, ha añadido la entidad. Para ello, las empresas deben actuar como palancas de presión y utilizar las relaciones de negocio como un incentivo para que sus proveedores cumplan las necesidades básicas de sus trabajadores.
Trabajar con el resto del sector, recuerda la entidad, es el componente principal para que estos seis pasos tengan un efecto real. “Los acuerdos entre compradores y proveedores pueden no ser tan efectivos si se tiene en cuenta que las fábricas acostumbran a utilizar sólo una fracción de su capacidad por cada comprador”, añade la Ocde. Para ello, las empresas pueden unirse a iniciativas globales y acuerdos de alcance mundial con otros compradores, que armonizan los requisitos de los comprados y reduce el coste de las compañías.