De Ingesba a Proged: ¿quiénes mueven los hilos de la moda urbana en España?
En los últimos años, los distribuidores españoles han profesionalizado y diversificado su negocio para hacer frente al adelgazamiento del multimarca.
19 mar 2018 - 04:54
Mueven los hilos del sector y están siempre a la caza del último bombazo millennial. Grupos como Ingesba, Pepperline, Proged Group e Identity Distribution son algunos de los grupos que, en la sombra, controlan de la distribución de moda urbana en España. La mayoría cuenta con dos décadas de trayectoria a sus espaldas y trabajan con firmas como O’Neill, Fila, Majestic, Converse, Champion y Kappa, entre otras.
De todos los especializados, uno de los más importantes es Proged. La empresa, acrónimo de Productos para Gente Deportiva, tiene su sede en su cartera una de las marcas de sneakers urbanas más populares de la historia: Converse.
La compañía gestiona la presencia de la marca en el canal multimarca y controla la distribución de otras enseñas como las zapatillas Kawasaki o la línea de baño de Nike.
Pese al avance del ‘athleisure’, la reducción del canal multimarca ha impactado en el negocio de estos grupos
Con oficinas en Vitoria y Badalona, el grupo cerró 2016 con una plantilla de 115 empleados y una facturación de cerca de quince millones de euros, aunque con pérdidas de 203.000 euros.
Otro de los grupos de distribución que se ha visto beneficiado del revival de algunas marcas clásicas de moda urbana es Pepperline, que asumió el año pasado la distribución de la marca O’Neill.
La empresa catalana, que facturó cinco millones de euros el año pasado y prevé alcanzar los seis en 2018, gestiona también Champion para toda la Península Ibérica. El grupo comercializa sus marcas en más de 1.500 puntos de venta de España y Portugal y cuenta con 35 agentes.
En los últimos años, el grupo ha ido más allá de la moda urbana para adentrarse en segmentos más premium con las firmas escandinavas Minimum y Rains. La diversificación ha sido una de las armas de estos grupos para compensar la caída del negocio por el adelgazamiento en España del multimarca, su principal canal de distribución tradicional.
A eso se suma, además, que el auge de la moda urbana ha provocado también un boom de marcas en el sector, y el consiguiente aumento de la competencia. “Introducir nuevas marcas es complejo porque necesitas un muy buen producto a muy buen precio, o invertir mucho dinero en márketing para elevar la notoriedad de la marca”, explica Xevier Sacrest, director comercial de Pepperline. “El pastel es el mismo, pero ha aumentado la competición y para las nuevas marcas cada vez es más complicado comerse un trozo”, afirma.
Otro titán del sector es Ingesba, que ha asumido este año la distribución de Karl Kani y Buffalo Boots, propiedad de Deichmann. La cartera del distribuidor catalán, con sede en Banyoles (Girona) y una facturación de más de cuatro millones de euros en 2017, se compone también de firmas como Fila, Reell, Majestic, Urban Classics y Rvlt, entre otras. Este año, el grupo prevé alcanzar 5,5 millones de euros en ventas.
Su director adjunto, Ernest Duran, coincide en que el auge de la moda urbana no ha compensado la destrucción de gran parte de su canal tradicional, el multimarca.
“Las tiendas independientes, principal cliente de nuestras marcas, están sufriendo las consecuencias de la batalla inmobiliaria entre los gigantes del sector por las zonas donde se focaliza el consumo”, explica Duran. “Esto está desplazando a las afueras a nuestros clientes, lo cual dificulta mucho su futuro”, añade.
Sin embargo, Duran sostiene que la reducción del canal multimarca en los últimos años se ha frenado y la situación se ha estabilizado. “Nosotros estamos creciendo por proyectos muy buenos, pero mi impresión es que el sector no está creciendo o lo está haciendo muy poco”, señala.
Otro de los distribuidores de moda urbana que operan en España es Identity Distribution. El grupo, que tiene sus oficinas en la localidad valenciana de Vilamarxant, asumió este año la distribución de la colección heritage de Kappa, otra de las marcas viviendo un revival al calor del auge del athleisure.
Pepperline ha diversificado en los últimos años con marcas más ‘premium’
La empresa, fundada en 1992, cuenta con un centro logístico de 400 metros cuadrados en Valencia y un showroom en Madrid, desde donde gestiona la distribución de marcas como Publish, Black Kaviar, Nana Judy, Two Angles y Defend Paris.
Identity cerró su ejercicio 2016 con unas ventas de 687.765,25 euros, un 4,3% menos que en el año anterior, según consta en las últimas cuentas depositadas en el Registro Mercantil.
Aunque más especializado en moda deportiva que en urbana, también Comercial Udra se ha adentrado en el sector de la mano de Dr Martens y Fred Perry. La empresa, que forma parte de la constructora San José, es el distribuidor de los bañadores Arena más antiguo del mundo y gestiona Dr Martens en España y Portugal desde 2008.
También los distribuidores de moda más importantes de España han dado sus primeros pasos en moda urbana en los últimos años. Es el caso de Ogoza, que lleva marcas como Stone Island o Wushu Ruyi, de sneakers.
La empresa, pilotada ya por la tercera generación de la familia fundadora, factura más de setenta millones de euros, tiene oficinas en Madrid, Barcelona, Oporto y Buenos Aires y gestiona marcas como Barbour, La Martina o Gant.
También Via Emilia se ha acercado a la moda urbana, aunque a través del denim. El grupo, distribuidor de marcas premium como Furla o Liu Jo, gestiona en España 7for All Mankind, propiedad de Delta Galil desde 2016.