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Más allá de las emisiones, ¿cómo se mide la sostenibilidad en moda?

Desde el 1 de enero de 2024, las grandes empresas del sector deben publicar informes de información no financiera y reportar según los nuevos estándares de la nueva ley de Información Empresarial sobre Sostenibilidad, o Crsd.

Más allá de las emisiones, ¿cómo se mide la sostenibilidad en moda?
Más allá de las emisiones, ¿cómo se mide la sostenibilidad en moda?
En 2025 empezaremos a ver los primeros reportes relativos al ejercicio 2024, según la nueva directiva.

Modaes

12 nov 2024 - 05:00

La huella hídrica, la eficiencia energética o el impacto del uso de la tierra. La Unión Europea sigue elevando los estándares sostenibles a los que deberán someterse las empresas progresivamente, además, deberán informar del impacto que tenga el desarrollo de su negocio en el medioambiente a partir del 1 de enero de 2024. Más allá de las emisiones, ¿cómo puede la moda medir la sostenibilidad?

 

“El objetivo de la Unión Europea es que las empresas reporten su desempeño en materias ambientales, sociales y de gobernanza de forma detallada, cuantificable y verificable”, explicó ayer Beatriz Bayo, experta y consultora para las empresas en temas de sostenibilidad, y antigua directora de sostenibilidad de Mango, en el marco del cuarto webinar de Move! Live, las sesiones informativas de treinta minutos sobre las claves de la sostenibilidad para las empresas de Move! Moda en movimiento.

 

Para ello, la Unión Europea aprobó en diciembre de 2022 la directiva de sostenibilidad corporativa, o Csrd por sus siglas en inglés, que desde entonces ha ido desarrollando hasta definir exactamente cómo las empresas deberán reportar el impacto de su negocio en el medioambiente.

 

 

 

 

La principal novedad de la normativa, según explicó Bayo, pasa por estandarizar la forma en la que las empresas deberán medir e informar de dicho impacto. “El Grupo Asesor Europeo de Información Financiera de la Unión Europea ha establecido unos estándares -relató la experta-; que ayudarán a las empresas a cumplir con la normativa y medir y reportar de forma estandarizada”. La normativa establece hasta cinco estándares en materias de cambio climático, cuatro en el ámbito social y uno en el de gobernanza.

 

La Csrd, además, que se superpone a las normativas previas en materia de reportingintroduce por primera vez el concepto de doble materialidad. “La normativa trata de seguir impulsando la sostenibilidad, sin olvidar el impacto financiero que tiene dentro de los negocios”, añadió Bayo.

 

Para ello, las compañías deberán medir no únicamente el impacto en el medioambiente que tiene su negocio, sino también en la dirección contraria, es decir, el impacto económico que tienen los riesgos medioambientales en su desarrollo económico. “Este avance reflejará cómo se puede compaginar el impacto sostenible con el financiero”, continuó la experta.

 

 

 

 

Para Bayo, este es el principal punto en el que deben trabajar las empresas de moda para determinar tanto sus riesgos como oportunidades en el negocio. “Aunque una empresa no tenga un equipo de sostenibilidad, lo más importante es esta esté representada en el máximo órgano de gobierno de las empresas”, acentuó.

 

La normativa también obligará a las compañías a presentar sus informes en formato electrónico, para facilitar las consultas en una única base de datos accesible, a necesidad de validar las afirmaciones a través de un actor independiente o sanciones por incumplimientos.

 

El texto, sin embargo, también prevé algunas facilidades para ayudar en la transición hacia la nueva normativa. Las pequeñas y medianas empresas, así como las filiales de empresas extranjeras, no se verán afectadas por la ley hasta 2026 y 2028, respectivamente. Paralelamente, durante los tres primeros años, las compañías podrán utilizar datos estimados en el caso de no contar todavía con la información necesaria, especialmente cuando se refiera a la cadena de valor.