Estée Lauder reduce ventas y beneficio en el primer trimestre y empeora previsiones

Estée Lauder se suma a las señales de alarma. El grupo estadounidense de cosmética ha cerrado el primer trimestre del ejercicio (finalizado el 30 de septiembre) con ventas y beneficio a la baja, y ha trazado unas previsiones para el ejercicio completo que contempla una caída de hasta el 2%.

La empresa, que opera con marcas como Clinique, La Mer o Bobbi Brown, ha sido la primera gran compañía de moda en poner cifras al impacto de la escalada bélica en Gaza. En concreto, Estée Lauder anticipa un impacto del 1% debido a “potenciales riesgos de más disrupciones del negocio en Israel y otras partes de Oriente Próximo”.

En el primer trimestre, de julio a septiembre, el grupo facturó 3.518 millones de dólares, con un descenso del 10% respecto al mismo periodo del año anterior. La compañía atribuye la evolución a la debilidad del negocio del travel retail en Asia, así como a “una recuperación menor de la esperada” en el negocio de la cosmética en China continental.

Estée Lauder prevé cerrar el segundo trimestre con un descenso de la facturación de hasta el 11%

Estos desafíos se vieron parcialmente compensados por el crecimiento en Estados Unidos, Hong Kong y Japón, así como en la mayoría de mercados europeos y de Oriente Próximo, principalmente Reino Unido y Alemania.

Por categorías, las ventas de perfumería y maquillaje crecieron, pero no las de cuidado de la piel, la categoría que mejor había evolucionado durante la pandemia. Esta última es la más importante por facturación para Estée Lauder, con unos ingresos de 1.638 millones de dólares en el primer trimestre.

El margen bruto se contrajo del 74% en el primer trimestre de 2023 al 69,6% en el mismo periodo de este año, y el resultado neto se desplomó hasta sólo 36 millones de dólares, frente a los 490 millones de dólares de un año atrás.

La compañía ha puesto cifras al potencial impacto de la inestabilidad en Oriente Próximo

De cara al ejercicio 2024, la compañía ha reducido sus previsiones para reflejar que el ritmo de recuperación está siendo más lento de lo previsto como resultado de factores externos. La empresa apunta específicamente al débil crecimiento del sector de la cosmética de gama alta en China continental y el potencial impacto del conflicto en Gaza.

En concreto, la compañía prevé una caída de la facturación de entre el 9% y el 11% en el segundo trimestre, incluyendo un impacto del 1% por “potenciales riesgos de más disrupciones del negocio en Israel y otras partes de Oriente Próximo”.

De cara al ejercicio completo, Estée Lauder anticipa una horquilla que va desde un descenso del 2% hasta una subida del 1%, también con el mismo impacto por la inestabilidad en Oriente Próximo.

Las previsiones contemplan un regreso progresivo a la senda del crecimiento a partir de la segunda mitad del año y una expansión del margen bruto gracias a subidas selectivas de precios y la reducción de los descuentos.