Abuso del ‘de minimis’ y falta de auditorías: cómo Shein y Temu esquivan el veto a Xinjiang

Temu es la nueva sensación en Estados Unidos. Entró por la puerta grande en el mercado de la mayor economía del mundo con un anuncio durante la Superbowl y ya ha superado a Shein en ventas en el país y en tráfico en su web, pero desde Washington amenazan con truncar la aventura americana de la compañía de PDD. El comité del congreso de Estados Unidos que analiza las actividades del partido comunista ha asegurado que “el modelo de negocio de Temu […] radica en evitar asumir la responsabilidad del cumplimiento de la Uyghur Forced Labor Protection Act (Uflpa) y otras prohibiciones sobre el trabajo forzoso”.

Además del uso del algodón de Xinjiang, desde el comité se señala como tanto Temu como Shein basan su negocio en Estados Unidos en acogerse a la cláusula “de minimis”, que les permite evitar tanto aranceles como controles. Esta regla, que figura en Sección 321 de la Ley Arancelaria de 1930, permite evitar el paro de la aduana cuando se trata de envíos a particulares de menos de 800 euros.

En 2022, 685 millones de envíos entraron en Estados Unidos con esta excepción, y desde el congreso aseguran que un 30% de ellos fueron enviados por Shein y Temu. Además, más de la mitad de los paquetes que se acogieron a esta excepción el pasado año provenían de China, hasta un 62%. Así, el documento exhibe que, mientras que en, en 2022, Gap pagó 700 millones de dólares en derechos de importación; H&M, 205 millones de dólares, y David’s Bridal 19,5 millones de dólares, Shein y Temu no pagaron nada.  

Shein y Temu no pagan impuestos de importación en Estados Unidos, ya que se trata de paquetes de menos de 800 dólares enviados a particulares

“Temu está haciendo menos que nada para mantener su cadena de suministro lejos del trabajo forzoso”, afirman desde el comité. Las conclusiones forman parte del informe intermedio que ha publicado el comité de su investigación sobre si Temu, Shein, Adidas y Nike se aprovisionan en los campos de trabajos forzosos de Xinjiang. El documento pone el foco en la compañía china propiedad de PDD, que lleva menos de un año operando en el país, pero está creciendo con fuerza.

Desde Washignton señalan que la empresa deja a miles de proveedores chinos enviar mercancía a Estados Unidos directamente, sin comprobar si estos se han aprovisionado en Xinjiang. Además, asegura que Temu no realiza auditorías ni realiza ningún sistema de compliance para garantizar el cumplimiento de la Ufpla.

La única defensa que esgrimió Temu para garantizar que no incumple la regulación estadounidense fue “que sus proveedores aceptan los términos y condiciones de la cláusula estándar que prohíbe el uso del trabajo forzoso”. Sin embargo, la compañía también admitió que “no prohíbe expresamente a terceros vendedores la venta de productos de la Región Autónoma de Xinjiang”.

Desde el congreso, subrayan la falta de mecanismos de Temu para hacer frente a la legislación estadounidense. Desde la compañía, aseguran que basan su modelo de vigilancia en las denuncias y comentarios de toda su cadena de suministro, desde los proveedores al cliente final, y que no han tenido ninguna queja sobre este asunto, algo que desde Washington califican como “no sorprendente”.

La falta de control sobre la plataforma es tal que los propios congresistas añadieron al informe una captura de pantalla de la web de Temu donde se ve un llavero por 3,59 dólares y en su descripción se puede leer “algodón de Xinjiang”.