Empresa

Adolfo Domínguez se da seis meses para percibir el “cambio radical” en su cúpula directiva

El portavoz de los accionistas minoritarios, Josep Muñoz, criticó la gestión actual del grupo en el transcurso de la junta de accionistas que se celebró ayer.

S. Riera

1 sep 2016 - 04:55

 

Dos trimestres. Este es el plazo de tiempo que se da Adolfo Domínguez para percibir el cambio de rumbo en la gestión de la empresa tras la renovación de toda la cúpula directiva que ha llevado a cabo en los últimos meses y que el propio fundador calificó ayer de “cambio radical” en la junta de accionistas.

 

La compañía no prevé abandonar los números rojos en el ejercicio en curso, pero sí contempla que en la segunda mitad del año empiecen a hacerse evidentes las primeras acciones puntales del cambio de rumbo.

 

En el encuentro, se aprobaron todos los puntos del orden del día, desde las cuentas anuales de 2015 a la gestión del ejercicio, así como al nombramiento del nuevo consejero delegado, Costas Antimissaris, y el de los nuevos miembros del consejo: Luis Caramés Viéitez, catedrático de Hacienda Pública; Juan Antonio Chaparro, responsable de aprovisionamiento en Esprit, y Fuencisla Clemares Sempere, directora de retail y bienes de consumo en Google.

 

 

Por primera vez en una junta de accionistas de la compañía gallega hubo una voz crítica a la gestión. El portavoz de los accionistas minoritarios, Josep Muñoz, reprendió a la empresa por la gestión del anterior ejercicio, aunque dio un voto de confianza al nuevo consejero delegado. En su participación, Muñoz recomendó a la compañía escuchar más al punto de venta y menos a los catedráticos.

 

El grupo de minoritarios ha ganado protagonismo en esta última junta de accionistas. Muy críticos con la actual gestión de la compañía, el colectivo ha trabajado en estos últimos meses para sumar apoyos para alcanzar el 3% del capital, que les daría potestad para introducir puntos en la orden del día. De conseguir llegar al 5%, los pequeños accionistas habrían podido reclamar una posición en el consejo de administración.

 

Los socios minoritarios reclaman un plan de choque a la empresa, que acumula varios ejercicios consecutivos en números rojos. Por ahora, este colectivo esperará estos seis meses a que se produzcan los primeros síntomas de cambio antes de reactivar de nuevo su estrategia de ganar cuota de poder en el consejo.

 

Nueva etapa

Adolfo Domínguez emprende una nueva etapa después de transformar su cúpula directiva, un año después de ejecutar un expediente de regulación de empleo (ERE), que afectó a 105 trabajadores. En los últimos meses, la compañía ha despedido a varios ejecutivos, entre ellos su consejero delegado, Estanislao Carpio.

 

La compañía continúa en una situación de fragilidad. La empresa logró cerrar 2015 en positivo, con ganancias de 7,7 millones de euros, frente a las pérdidas de 11 millones de euros de un año atrás, gracias en gran medida a la venta del local que alberga su tienda insignia en Paseo de Gracia de Barcelona.

 

La facturación del grupo, en cambio, se redujo un 12,8% en 2015, hasta 108,4 millones de euros, y las ventas comparables disminuyeron un 7% respecto al ejercicio anterior. Sólo en el mercado español, Adolfo Domínguez facturó un 15% menos. El arranque de 2016 volvió a ser en negativo: encogió las ventas un 13% en el primer trimestre y engordó sus pérdidas.