Caramelo, ‘plantado’ de nuevo: Kangaroos también desiste de la compra
Tras la renuncia de la toledana, la pelota está ahora en el tejado de Transfleet Europa, quien ofreció la puja más baja, de 362.000 euros.
3 abr 2019 - 04:54
El futuro de Caramelo se agota en los juzgados. La toledana Kangaroos, que en los últimos años ha rescatado varias marcas del concurso, ha presentado un escrito al juez desistiendo de su derecho a hacerse con la firma gallega, que fue a liquidación en diciembre de 2016. La opción pasaría ahora a Transfleet Europa, quien ofreció la puja más baja, de 362.000 euros.
La renuncia de Kangaroos se produce después de que la semana pasada Do Rego&Novoa, la última compañía a la que el juez había adjudicado la marca, decidiera finalmente desmarcarse de la operación. La empresa argumentó su decisión por el tiempo que ha pasado desde que realizó la oferta, de 478.000 euros. “Hemos valorado la inversión y finalmente se nos va de presupuesto”, explicó Roberto do Rego, director general de la compañía, a Modaes.es.
Kangaroos, por su parte, había ofrecido 468.000 euros por la empresa en el momento de la puja, que se realizó hace ya casi dos años. La marca parecía encajar en la cartera del grupo toledano, tejido con varias firmas rescatadas de los juzgados como Coronel Tapiocca, Devota&Lomba, El Caballo o Rox y Roc Neige.
La adjudicación a PostQuam se anuló, a Kosu Nuno se le retiró el derecho por no pagar y Do Rego&Novoa desistió de la compra
Caramelo fue a liquidación en noviembre de 2016 y la marca salió a subasta al año siguiente. El vencedor en la puja fue PostQuam Cosmetics, una compañía vallisoletana de cosmética profesional, pero tras las apelaciones de otros interesados el juez terminó adjudicando la firma a Kosu Nuno.
Esta sociedad, cuyo propietario se desconoce, alargó durante meses el proceso y no llegó a presentar el medio millón de euros que había ofrecido por Caramelo, por lo que a finales del año pasado el juez decidió retirarle el derecho y adjudicar la firma a Do Rego&Novoa.
Caramelo echó a andar en la década de los setenta y llegó a emplear a un millar de personas.
En 2007, Inveravante, el brazo inversor de Manuel Jove, y Sodiga, el mayor fondo de la Xunta de Galicia, se hicieron con un 45,2% del capital. Jove llegó a controlar el 92,5%.
Después llegaron tres expedientes de regulación de empleo (ERE) y un concurso de acreedores que se superó en 2013. Tres años después, en 2016, la empresa fue a liquidación. La última tienda de Caramelo bajó la persiana en A Coruña en 2017.