El Palacio de Hierro busca el futuro del retail en Coyoacán con una inversión de 140 millones
El nuevo centro del grupo de grandes almacenes en Ciudad de México tiene 40.000 metros cuadrados repartidos en cinco niveles e incluye servicios como una barbería, peluquería infantil o estudio de tatuajes.
26 sep 2022 - 05:00
Por el cuartel general de El Palacio de Hierro en Polanco, en Ciudad de México, los trabajadores se felicitan unos a otros por la apertura del centro de Coyoacán la noche del jueves. Para un grupo de grandes almacenes con apenas una decena de centros, cada inauguración es un hito histórico. El nuevo inmueble, desarrollado durante cuatro años y ejecutado en los últimos 416 días, se encuentra en el complejo comercial Mítikah, en la demarcación de Coyoacán, y ha supuesto una inversión de 140 millones de dólares.
El pistoletazo de salida se dio el jueves de noche, en un evento al que acudieron celebrities e influencers que fueron recibidos con una larga fila de cellistas y empleados vestidos de traje y con máscaras plateadas de coyote.
El viernes, los clientes hacían fila en la puerta antes de la apertura oficial, y aunque la mayoría eran vecinos curiosos, la fotografía pronto comenzó a llenarse de las bolsas con el característico color amarillo del grupo.
En la última planta, bajo un enorme domo de cristal de 1.270 metros cuadrados (más grande que el del Louvre, se congratulan desde El Palacio), los restaurantes no dan abasto. La introducción de experiencias para atraer tráfico de calidad ha sido una de las claves de los últimos proyectos de El Palacio de Hierro.
Además de restaurantes, bares y cafeterías, la tienda incluye una barbería (que el viernes estaba a rebosar), un salón de manicura, un servicio de limpieza de sneakers, un estudio de tatuajes y una peluquería para niños.
El objetivo es que, igual que ocurrió en el centro de Polanco, remodelado en 2015, los vecinos usen estos servicios de forma recurrente y acaben convirtiendo también en el establecimiento. La empresa contaba hasta ahora con otro centro al lado del nuevo, en el Centro Coyoacán, que fue inaugurado en 1989 y era uno de los más antiguos del grupo.
El centro incluye una veintena de firmas españolas de moda, calzado, cosmética y joyería
Aunque buena parte de la superficie está, como es habitual en El Palacio de Hierro, estructurada en forma de shop in shops, el centro ofrece servicios comunes como click and collect o servicios de estilismo, para lo que cuenta con espacios independientes.
En total, el centro tiene 40.000 metros cuadrados en cinco niveles, 266 espacios para marcas y una plantilla de 952 personas. La lista de marcas españolas ronda la veintena, con corners de Suárez, Mango, Bimba y Lola, Bóboli, Adolfo Domínguez, Cortefiel, Scalpers o Desigual, entre otras. En la zona multimarca de zapatería también está presente Hoff, una de las últimas incorporaciones de El Palacio.
El diseño ha corrido a cargo de Mónica Elguea, store design director del grupo, de la mano del despacho TPG Architecture. El proyecto refleja uno de los vectores estratégicos del grupo, que pasa por que cada tienda sea diferente y esté adaptada al entorno.
De esta forma, El Palacio de Hierro de Polanco, “el palacio de palacios”, según el grupo, está inspirado en la Ciudad de México, con alusiones a elementos distintivos del Paseo de la Reforma o el bosque de Chaputelpec.
En Coyoacán, el diseño rinde tributo a figuras del arte y la cultura que han tenido su residencia en el barrio, como la actriz Dolores del Río, el fotógrafo Gabriel Figueroa, la artista Frida Kahlo, el actor y cineasta Emilio “El Indio” Fernández, el investigador Miguel Ángel de Quevedo Zubieta y el poeta Salvador Novo.
“Tomamos elementos de Coyoacán y de estas leyendas pero reinterpretados”, resume Elguea. De esta forma, los bordados de los vestidos de Frida Kahlo se convierten en relieves en el techo, las portadas típicas de Coyoacán y la textura de argamasa de las fachadas se replica en la separación de espacios y en las puertas, y el mosaico de la Casa Azul se reinterpreta en el suelo del atrio de la planta baja.
“La idea es que un vecino de Coyoacán pueda identificar estos pequeños guiños”, dice Elguea. Otros son más sutiles, como unas estructuras de hierro que separan espacios en la cafetería y que, en los huecos, dejan leer las letras de El Palacio de Hierro.
El establecimiento incluye también dieciocho murales inspirados en Coyoacán diseñados por artistas plásticos mexicanos, aunque el más llamativo es el que cubre las escaleras mecánicas. Son tres lienzos de 1,5 metros por 5,7 metros y un lienzo de 1,5 metros por 4,5 metros diseñado por la artista mexicana Yanieb Fabre, y que puede verse en cualquier dirección.