LVMH estanca su facturación en el primer trimestre a causa del contexto geopolítico
El conglomerado francés del lujo presidido por Bernard Arnault ha reducido un 2% su facturación hasta 20.311 millones de euros, manteniendo la crisis de la industria del lujo y la incertidumbre vinculada a los aranceles.


LVMH empieza el año a la baja. El conglomerado francés propietario de firmas de lujo como Louis Vuitton, Christian Dior o Loewe ha cerrado el primer trimestre del ejercicio con una contracción del 2% de su facturación hasta 20.311 millones de euros, que contrastan con los 20.694 millones de euros registrados en el mismo periodo de un año antes. Los analistas esperaban un aumento de ventas en el primer trimestre.
Si bien la desaceleración del negocio de la compañía gala es limitada, con ventas 300 millones de euros por debajo de los primeros tres meses de 2024, los resultados confirman la dinámica negativa en la que se ha instalado la industria del lujo desde finales de 2023. Una crisis generalizada de la que sólo se salvan las categorías de cosmética y perfumes y distribución selectiva, que se mantienen estables al haber facturado 2.178 millones y 4.189 millones de euros, respectivamente.
“LVMH ha demostrado su buena resistencia y continúa su fuerte dinámica de innovación a pesar de un contexto geopolítico y económico convulso”, ha informado la compañía presidida por Bernard Arnault este lunes 14 de abril.
La división de vinos y licores, el quinto negocio más importante para el grupo en volumen de negocio, podría ser una de las más afectadas de aplicarse la amenaza de aranceles del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. En los primeros tres meses del año, la categoría redujo sus ventas un 8% hasta 1.350 millones de euros, frente a los 1.417 millones de euros logrados un año antes.
LVMH contrajo un 2% su facturación en el primer trimestre, hasta 20.311 millones de euros
Por regiones, el mercado estadounidense, en el punto de mira por la actualidad geopolítica de las últimas semanas, experimentó un “leve retroceso, pese al buen comportamiento de las divisiones de moda y marroquinería, así como relojería y joyería”. Por su parte, Japón sufrió una caída respecto al primer trimestre de 2024, cuando la región experimentó por un fuerte repunte del gasto de turistas chinos; mientras que, en el resto de Asia, las tendencias se mantuvieron en la línea de las registradas un año antes. Europa, finalmente, mantuvo una evolución positiva a tipo de cambio y perímetro constantes.
En lo que respecta a las categorías, moda y accesorios se mantuvo como el mayor negocio del conglomerado, con una facturación de 10.108 millones de euros. Por detrás de la división de vinos y licores, fue la segunda que más redujo sus ventas, un 4%. Para LVMH, este “leve retroceso” reflejó la capacidad de la empresa para hacer frente a un contexto desafiante.
Por su parte, la división de joyería y relojería elevó sus ventas un 1% hasta 2.482 millones de euros, impulsada por el desarrollo internacional de Tiffany & Co, además de las innovaciones de las marcas de relojes de lujo TAG Heuer, Hublot y Zenith.
A la estabilidad del segmento de cosméticos y fragancias se sumó la del de distribución selectiva, impulsada por “la progresión y la solidez del negocio de Sephora en tiendas físicas”. Asimismo, la división se encuentra en plena expansión en Norteamérica, que contrasta con las dificultades del negocio de grandes almacenes DFS, afectado por “la coyuntura internacional”.
Las previsiones de futuro de la compañía, que celebrará su asamblea general anual el próximo jueves, son prudentes. “Nos mantenemos vigilantes y confiados en este inicio de año, el grupo se concentra en el desarrollo de sus marcas a través de una política de innovación e inversiones”, ha comunicado LVMH, añadiendo que la empresa confía en “el buen equilibro geográfico de sus ventas para reforzar su avance en el mercado mundial de los productos de alta calidad”.