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2023: el año en que los sindicatos prendieron la llama

2023, hacer más y decir menos: la nueva moda ‘verde’

Los grandes retailers están firmando acuerdos de compra con empresas especializadas en el desarrollo de materiales alternativos.

2023, hacer más y decir menos: la nueva moda ‘verde’
2023, hacer más y decir menos: la nueva moda ‘verde’
En 2025 entrarán en vigor nuevas normativa en materia medioambiental que obligarán al sector a adaptarse.

Modaes

22 dic 2023 - 05:00

El cronómetro de la cuenta atrás se ha puesto en marcha. Tan pronto como en 2025 entrarán en vigor nuevas normativa en materia medioambiental que obligarán al sector a adaptarse, y los operadores han comenzado a prepararse. La Comisión Europea quiere acabar antes de 2030 con el fast fashion, entendido como moda de grandes volúmenes, de bajos precios y poca calidad. Una de las normativas de mayor alcance será la de responsabilidad ampliada del productor (RAP), que obligará a las marcas a gestionar y financiar la recogida, separación y gestión de residuos textiles antes de 2025. Dos estados miembro han desarrollado sus regímenes de RAP: Francia, el mayor destino internacional de la moda española y Países Bajos, donde se aprobó en julio de 2023.

 

 

Especial 2023: el año en que los sindicatos prendieron la llama 

 

 

En España e Italia, los gobiernos nacionales todavía no han desarrollado la normativa, pero las grandes marcas ya han comenzado a preparase para la legislación con la creación de un sistema colectivo de responsabilidad ampliada del productor (Scrap). Aunque técnicamente las compañías podrían cumplir con la RAP de forma individual, en la práctica es imposible, lo que obligará a todas las grandes a adherirse a un Scrap.

 

En España, el primero lo impulsaron en enero de 2023 siete compañías: Inditex, Mango, Tendam, H&M, Decathlon, Kiabi e Ikea. Con el nombre de Asociación para la Gestión del Residuo Textil, la entidad, sin ánimo de lucro como marca la ley, cuenta con Andersen como asesor, Enclave Ambiental para la parte técnica y con Pronet ISE en el ámbito de las TIC.

 

También el calzado ha desarrollado su propio Scrap, respaldado por Pikolinos, Pabloski, Mascaró, Gioseppo, Unisa, Wonders, Mustang, Zahonero y Pons Quintana. Las compañías del sector han reclamado al Gobierno que desarrolle requisitos separados para el textil y el calzado, ya que los procesos de reciclaje son técnicamente muy distintos. A escala europea, en 2023 ha arrancado también el proyecto Rehubs, impulsado por la patronal europea del textil y la confección, Euratex, con el objetivo de tejer una red de centros de reciclaje en el continente.

 

 

 

El proyecto empezó a gestarse en 2020 pero no ha echado a andar hasta 2023. El punto de partida ha sido el nombramiento de Chris Deloof como nuevo director ejecutivo y la incorporación de dieciocho miembros, entre ellos cuatro españoles: Inditex (que estaba involucrado en el proyecto desde los inicios), Mango, Coleo y Recover. Sólo tres marcas forman parte por el momento del proyecto: junto a las españolas, está también Decathlon.

 

El resto de miembros son compañías especializadas en gestión de residuos o empresas industriales, como la química Basf. El reto que afronta el sector es titánico y queda todavía mucho por hacer. Un informe de McKinsey encargado por Euratex estima entre 6.000 millones y 7.000 millones de euros la inversión necesaria para desarrollar la infraestructura de recogida, clasificación y reciclaje necesaria en todo el continente hasta 2030.

 

Las empresas del sector también han comenzado a prepararse para otra de las normativas inminentes de Europa, la vinculada con el ecodiseño, que obligará a elevar el porcentaje de materiales reciclados o preferentes (la terminología que la entidad Textile Exchange usa para referirse a los de menor impacto medioambiental).

 

 

foto denim moda verde 980

 

 

¿El problema? Que no hay para todos. El desarrollo del Scrap solucionará parcialmente la escasez de oferta, al proveer al mercado de más materias recicladas posconsumo, aunque para lograr un volumen a la escala que se requiere se necesitaría automatizar el proceso de clasificación, que por el momento se realiza manualmente.

 

De este modo, los retailers han comenzado a invertir en empresas especializadas en el desarrollo de materiales alternativos para asegurarse el suministro y para garantizar que estas compañías, muchas start ups, puedan ganar escala. Sólo en 2023, Inditex ha firmado dos acuerdos en esta dirección: con Ambercycle, con quien se comprometió a comprar setenta millones de euros de su poliéster reciclado, Cycora, y con el fabricante chino de viscosa Tanshang Sanyou para comprar 2.000 toneladas de fibra producidas a partir de Circulose, la pulpa producida con residuos textiles de algodón desarrollada por Renewcell. Otro de los focos de la normativa europea tiene que ver con la comunicación.

 

La Comisión Europea presentó en marzo la proposición de un criterio común contra el ecoblanqueo y las afirmaciones ambientales engañosas que pueden hacer las empresas. La proposición recoge medidas como la prohibición de nuevas etiquetas de sostenibilidad o la obligación de realizar análisis independientes y científicos para probar afirmaciones medioambientales. Compañías como Inditex, Mango o H&M ya han retirado las etiquetas que distinguían sus colecciones “más sostenibles” (Join Life, Committed y Conscious).

 

En Estados Unidos, la Comisión de Comercio tiene desde hace once años las denominadas Guías Verdes, que definen la comunicación engañosa en materia de sostenibilidad, aunque su cumplimiento sólo es recomendado, y no obligatorio. En mayo, Nike fue denunciado por una ciudadana anómina por realizar afirmaciones engañosas o ambiguas en sus campañas y su web.