Entorno

Josep María Botet (Aitpa): “Es una situación extrema y el sector se está debilitando”

El secretario general de la Asociación Industrial Textil del Algodón (Aitpa) no duda en afirmar que el sector industrial textil del algodón se encuentra en una situación delicada. “Estamos francamente mal, con un agravante, que toda la manufactura está mal y es muy difícil que nos hagan caso”, señala.

Josep María Botet (Aitpa): “Es una situación extrema y el sector se está debilitando”
Josep María Botet (Aitpa): “Es una situación extrema y el sector se está debilitando”
Josep María Botet, secretario general de la Asociación Industrial Textil del Algodón (Aitpa).

C. Juárez

27 sep 2022 - 05:00

Se cultivó por primera vez en India y hoy es la segunda materia prima de la moda. En este nuevo Insight, patrocinado por Bcome, Modaes repasa los principales datos del oro blanco de la moda, el algodón, desde cuáles son los principales polos de producción en el mundo hasta su cultivo en España.  

 

 

El textil algodonero se encuentra en un punto de inflexión. Sin la ansiada recuperación y arrastrando todavía los coletazos de la pandemia, la subida de los costes de la energía y las disrupciones en la cadena de suministro no han hecho más que empeorar la situación. Josep María Botet, secretario general de la Asociación Industrial Textil del Algodón (Aitpa), no duda en afirmar que el sector se encuentra “en una situación extrema”. Para Botet, los cambios sostenibles que demanda la nueva legislación tampoco auguran buen futuro para el sector, “ya que todos los procesos van a costar mucho dinero”.

 

 

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Pregunta: Después de un año de subidas de precios y disrupciones en la cadena, ¿cuáles son las perspectivas para la industria del algodón?

 

Respuesta: El año empezó bien, porque ha habido mucha demanda, pero desde el último semestre ha parado y la gravedad de la situación se ha acentuado por los problemas que todos conocemos. Entonces, el año no ha terminado de ser bueno, porque los márgenes han sido más ajustados y como la situación se hace tan ingobernable para las empresas, cuando vas cerrando los pedidos, se quedan cortos o salen equivocados. La cosa va empeorando, y tampoco se pueden repercutir todos los costes, porque el cliente no compra. Estamos francamente mal, con un agravante, que toda la manufactura está mal y es muy difícil que nos hagan caso. Las perspectivas son también malas, porque también dependemos del músculo financiero de las empresas, que algunas siguen teniendo que pagar los créditos ICO, con lo cual en muchos casos supondrá el cierre. No hay gasolina para cubrir a todos.

 

 

P.: ¿Cómo afecta la nueva legislación europea al sector?

 

R.: Si entramos en la futura normativa europea, con la que tenemos que hacer todo tipo de inversiones y cambios para ser circular, sostenible y digital, las empresas que sobrevivan llegarán a esa etapa muy debilitadas. Además, los empresarios tienen muchas dudas, porque la manera de actuar no está muy definida. Es una situación extrema y el sector se está debilitando.

 

 

 

 

P.: ¿Faltan ayudas por parte de las administraciones?

 

R.: Sí, ahora están dando prioridad al consumo de los hogares. Por ejemplo, la rebaja del IVA no nos sirve de nada. Por ahora se han beneficiado muy pocos. Ya les hemos pedido que tomen medidas para controlar los costes energéticos, porque los problemas se arreglarían bastante. También demandamos que las devoluciones de los préstamos del Covid se aplacen y a las empresas que están más afectadas darles ayudas o subvenciones para que tengan un respiro. Si estas cartas están encima de la mesa y se arreglan, habría más posibilidades para el sector.

 

 

P.: ¿En qué medida depende el sector del algodón cultivado en España?

 

R.: Residual, porque hay poco. Dependemos de China, India, Estados Unidos o Egipto, pero también está pasando un poco como en el tema de la energía, porque muchos países se quedan el algodón para ellos, por lo que se está agotando el mercado, lo que supone un incremento de precios de las materias primas.

 

 

P.: ¿La alianza de los productores españoles de algodón con el BCI beneficia a la industria?

 

R.: Cualquier cosa que se mueve en el sector nos afecta, pero no especialmente esta alianza. Es que el porcentaje de algodón español que consumimos es muy bajo.

 

 

 

 

P.: ¿La manera de crecer es avanzando en sostenibilidad?

 

R.: Sí, la sostenibilidad, trazabilidad va a ser la Biblia. Y a eso íbamos antes. Una empresa que no se adapte a eso no va a tener futuro, porque va a ser obligatorio, no necesario. Sería obtuso oponerse a algo que viene seguro, y eso es lo que preocupa a las empresas, porque todos estos procesos van a costar mucho dinero. Antes pensaban que la inversión que se necesita iba a venir por los Perte, pero al no llegar, todo es más complicado. Además, estos procesos de plantas de reciclaje que va a tener que haber, no están.

 

 

P.: ¿Hay espacio en España para los hubs de reciclaje?

 

R.: En Cataluña tenemos el clúster de reciclaje en Olot, que llevan reciclando toda la vida. El problema es que el coste de la circularidad es muy difícil hacerlo posconsumo, porque se necesitan muchos procesos e inversión.

 

 

P.: ¿Ha perdido importancia el algodón frente a otras materias primas?

 

R.: El algodón está muy bien valorado y continúa siendo muy importante, pero tiene consecuencias, como que no es muy flexible, por lo que ahora se mezcla con otras fibras. Ya apenas hay algodón 100%. Con todo, seguirá siendo una materia estrella, porque el consumidor lo valora y lo quiere.

 

 

P.: ¿Se innova lo suficiente en este sector?

 

R.: Se va a innovar suficiente, eso sí, porque es una obligación. Pero o se monta un sistema de aranceles para que no entren productos de terceros países que no cumplan con criterios sostenible o nos alejamos del mercado global a nivel competitivo.