La histórica Laquidain echa el cierre
El grupo industrial catalán, especializado en la producción en encajes y propiedad de Alejandro Laquidain, expresidente del Consejo Intertextil Español (CIE), cierra su fábrica de Argentona tras el impacto de la crisis del Covid-19.
10 feb 2021 - 05:00
La industria textil española pierde otro histórico. La compañía catalana Encajes Laquidain, cuyos orígenes se remontan a 1958, echa el cierre a su fábrica, ubicada en Argentona (Barcelona). La sociedad continuará operando, pero la planta, dedicada a la producción de encajes, blondas, tules, tejidos de fiesta y complementos personalizados, cesa su actividad.
El cierre de la empresa familiar, liderada por Alejandro Laquidain (expresidente del Consejo Intertextil Español, CIE), se produce tras el impacto en el negocio de la crisis del Covid-19, que ha reducido de forma drástica sus pedidos.
Tras la declaración del estado de alarma en España para contener la pandemia el pasado marzo, la empresa dio un giro a su actividad y se centró en la producción de cintas elásticas para batas y mascarillas para el sector sanitario. La compañía reestructuró su plantilla y recurrió a créditos avalados por el Instituto de Crédito Oficial (ICO), pero el pasado julio tomó la decisión de cesar su actividad, movimiento que ahora está completando.
Según ha explicado a Modaes.es el propio Laquidain, la empresa se encuentra actualmente traspasando la producción a diferentes compañías y vendiendo su maquinaria.
Laquidain se encuentra actualmente traspasando su producción y vendiendo sus activos
Laquidain, que contaba con una plantilla de cerca de cincuenta empleados a través de diferentes sociedades, mantendrá activa su sociedad, de manera que no presentará concurso de acreedores. La compañía ha pactado con sus trabajadores la finalización de sus contratos y se encuentra analizando opciones para su fábrica (en propiedad), para la que busca tanto un comprador como un arrendatario.
Encajes Laquidain comenzó su andadura en 1958 de la mano del padre de su actual presidente, si bien hasta 1976 no se creó la sociedad actual. Aunque inicialmente se ubicó en Pamplona (lugar originario de la familia), la empresa puso en marcha más tarde una fábrica en El Masnou (Barcelona), que posteriormente trasladó a Arenys (Barcelona). En 1996, Encajes Laquidain unificó toda su estructura en la planta actual.
Ingeniero textil de formación, Alejandro Laquidain lleva toda su trayectoria dedicado a la compañía familiar, que preside desde 1985. El empresario ha desarrollado también una destacada labor en el ámbito asociativo, llegando a ser presidente de la máxima patronal española de la industria textil, el CIE, en 2012.
Desde el pasado 1 de enero, Laquidain preside la International Group for Textile Care Labelling (Ginetex), labor en la que se centrará a partir de ahora. El empresario también ha estado al frente de asociaciones españolas como Texfor o la Federación Textil Sedera y ha formado parte del consejo de Euratex, la confederación europea de la industria textil.
Alejandro Laquidain, expresidente del CIE, está al frente de la empresa familiar desde 1985
Impacto del Covid-19 en la industria
La crisis del Covid-19 ha tenido un impacto directo en los grandes grupos de distribución de moda del país, que han sufrido una paralización de sus ventas por el cierre de tiendas y otras medidas de distanciamiento social. Las compañías de moda han optado, en la mayoría de los casos, por reducir sus compras de forma drástica, lo que está teniendo un impacto directo en el tejido industrial.
A finales de enero, por ejemplo, el mayor grupo textil de España, Textil Santanderina, anunció su decisión de ajustar la plantilla de una de sus fábricas en España, ubicada en Xuvia, en el municipio de Neda (A Coruña).
Los pocos grupos industriales que todavía tenían estructura productiva en España también están sufriendo. Hace menos de un mes, Italco, la sociedad que gestiona la fábrica de Ermenegildo Zegna en Sant Quirze del Vallès (Barcelona), comunicó al comité su decisión de cerrar la fábrica en la localidad barcelonesa. En la planta trabajaban 247 personas.