Nextil culmina el cierre de Dogi y la integra en Elastic Fabrics Europe
La sociedad Nextil Elastic Fabrics Europe (la antigua Ritex) ha absorbido la sociedad Dogi Spain después de que la compañía cerrara su histórica fábrica a finales del pasado junio, la única factoría que el grupo conservaba en España.
11 oct 2022 - 05:00
Dogi da otro paso atrás. La sociedad Nextil Elastic Fabrics Europe (la antigua Ritex) ha absorbido la sociedad Dogi Spain, según consta en el Registro Mercantil. Este movimiento se produce después de que la empresa, controlada por el fondo Sherpa Capital desde 2014, cerrara la histórica fábrica de tejido elástico con la que operaba en El Masnou (Barcelona).
Tras estos movimientos, Dogi pasa a operar únicamente como una marca dentro del grupo Nextil, también propietario de Sici93, Playvest, Elastic Fabrics of America (EFA), Ritex, Qualitat Tecnica Textil (QTT) y Treiss. Nextil ya había traspasado a Elastic Fabrics Europe los empleados y los activos del negocio de producción de Dogi en 2021.
El cierre de la fábrica de Dogi en El Masnou se produjo como parte de la estrategia de Nextil de abandonar progresivamente el mercado del fast fashion y centrarse en la producción de lujo, principalmente prenda, explicó Nextil el pasado junio.
La empresa señaló que “el grupo se ve obligado a tomar esta decisión tras varios años de intentos de optimización de la planta”, cuya plantilla ascendía entonces a 72 empleados. La empresa también señaló como causas del cierre de la planta “el incremento de los costes en toda la cadena de valor y la dificultad de trasladarlo a los clientes europeos, así como por los problemas de calidad con algunos subcontratistas”.
Nextil cerró la fábrica de Dogi en El Masnou tras “varios años de intentos de optimización de la planta”
Esta era la única planta con la que conservaba la compañía en España. Las otras dos fábricas con la que opera se encuentran en Greensboro (Estados Unidos) y Braga (Portugal), además de la fábrica de Guatemala que acaba de ponerse en marcha.
La fábrica de El Masnou arrastraba desde hace años problemas técnicos, que obligaron a subcontratar a otra compañía en 2021, pero que “no ha sido capaz de alcanzar los niveles de calidad requeridos, lo que ha significado un alto sobrecoste y problemas de servicio”, argumentó Nextil.
La planta de producción también gestionaba la actividad de Qualitat Técnica Textil, Géneros de Punto Treiss y Ritex, que hasta entonces operaban en Mataró, Argentona y Parets del Vallés, respectivamente. Cuando Nextil trasladó la producción a El Masnou, contrató una nueva nave, amplió los metros cuadrados y obtuvo un préstamo de 1,5 millones de euros del Institut Català de Finances (ICF).
Esta estrategia, sin embargo, no dio resultado y Dogi desplomó sus ventas y cometió una reestructuración con un ERE de extinción sobre cincuenta trabajadores en las cuatro sociedades que producían en la fábrica.
La empresa encogió un 16 % su facturación hasta junio
Como parte de esa reestructuración, Nextil subcontrató las actividades “que tenían un fuerte impacto negativo en la rentabilidad de la factoría” y volvió a reestructurar sus filiales españolas, que se saldó con la venta en octubre de 2021 del total de activos relacionados con el negocio de producción (inmovilizado y existencias), cediendo el cien por cien de su personal a Nextil Elastic Fabrics Europe.
Dogi pasó entonces a actuar únicamente como distribuidora comercial, manteniendo su cartera de clientes. Ahora, Nextil ha culminado esta transición con la absorción de la sociedad Dogi Spain.
Nextil, que opera bajo dos divisiones, de tejido elástico y punto, finalizó el primer semestre de ejercicio a la baja. La empresa redujo su facturación un 16%, hasta 25,5 millones de euros. El resultado bruto de explotación (ebitda) de la empresa se situó entre enero y junio en 1,8% millones de euros, un 26% por debajo del primer semestre de un año atrás.
Por unidades de negocio, la facturación de la división de tejidos registró un retroceso del 12,7% en el primer semestre de ejercicio, hasta 11,8 millones de euros, mientras que la cifra de negocio de la división de prendas se redujo un 18,4%, hasta 15 millones de euros.
Adiós a una histórica
Dogi es una de las compañías históricas del textil catalán. Fundada en 1954 de la mano de Josep Domènech, los diez últimos años han sido los más convulsos para la empresa, en los que ha entrado en concurso de acreedores, y ha acometido varios ajustes de plantilla.
En 2014, Dogi pasó a manos del fondo Sherpa Capital en una operación apoyada por el Institut Català de Finances (ICF). El grupo entonces comenzó a sanear Dogi y dos años después, tras haber crecido a golpe de compras, renombró la compañía como Nueva Expresión Textil (Nextil), albergando al resto de marcas que fue adquiriendo.
Entre los planes que ha llevado la compañía en los últimos meses se encuentra un acuerdo con el grupo industrial Textil Santanderina para plantar índigo en Extremadura. Ambas empresas han comenzado con una prueba piloto en la granja ecológica Los Confites en Jarandilla de la Vera (Cáceres), donde se han plantado distintos tipos de semilla de índigo de laque se extrae una sustancia colorante de color azul oscuro empleada habitualmente para tintar el tejido denim.