Back Stage

Automatízame el negocio: la búsqueda constante por una moda aún más rápida

Entre la logística, el machine learning y la IA generativa, la automatización de procesos en la industria de la moda busca dar más producto, mejor y a la mayor velocidad posible al consumidor de una sociedad líquida cambiante.

Automatízame el negocio: la búsqueda constante por una moda aún más rápida
Automatízame el negocio: la búsqueda constante por una moda aún más rápida
Las tradicionales temporadas que hasta ahora marcaban la industria de la moda se difuminan cada vez más.

Celia Oliveras Castillo

3 oct 2024 - 05:00

El sociólogo Zygmunt Bauman fue el primero en acuñar conceptos como el de modernidad líquida, una nueva realidad marcada por lo provisional, todo aquello cambiante y, en general, lo novedoso que no perdura más allá del tiempo. Esta nueva concepción se oponía a la resistencia al paso del tiempo de la primera modernidad, la de “las grandes fábricas empleando a miles de trabajadores en enormes edificios de ladrillos”.

 

La nueva modernidad líquida se basa en todo lo contrario, en la adaptabilidad a un mundo que, como una superficie de agua, no para de cambiar. Las tradicionales temporadas que hasta ahora marcaban la industria de la moda se difuminan cada vez más: lo que hoy es tendencia, mañana no lo es, y lo que hoy se está vendiendo en un suspiro, en un mes estará olvidado al fondo de un armario. La lucha constante de la moda siempre ha sido contra la velocidad, y la irrupción de la Inteligencia Artificial (IA) ha abierto un abanico de posibilidades para que las empresas operen más, mejor y, sobre todo, más rápido.

 

La IA ha permitido a las empresas perfeccionar sus cadenas de suministro para hacerlas más inteligentes: a través de la recopilación y análisis de los datos en tiempo real, los diferentes softwares son ya capaces de tomar decisiones sobe el stock y la demanda de manera no sólo más eficiente, sino de forma automática. El uso de la IA en la logística de la moda se puede dividir en tres fases, el pre, el durante y el post, según explica Galo De Reyna, cofundador y consejero delegado de la compañía de logística, Ifreturns.

 

 

 

 

La empresa está especializada precisamente en el último de los pasos, que hace referencia a las devoluciones. Según se desprende de su página web, la plataforma de Ifreturns es capaz de ofrecer alternativas inteligentes a las devoluciones, maximizando los cambios y siendo capaces de convertirlos en nuevas ventas.

 

“A través de la IA que hemos desarrollado nosotros, el objetivo es evitar que ese producto que se ha devuelto acabe desperdiciado”, explica De Reyna, para lo que el sistema calcula qué otra tienda o, incluso, mercado, tiene más demanda de este producto y dónde es más rentable enviarlo sin necesidad de que vuelva al centro logístico de la empresa. La compañía cifra en hasta un 40% el coste operativo que puede llegar a recuperar una empresa si utiliza sistemas similares para gestionar los procesos de devolución, uno de los problemas que más pueden llegar a afectar a los márgenes de las compañías.

 

El pre, por otro lado, hace referencia al uso de la información para mejorar la eficiencia de la cadena de suministro y el stock que las empresas distribuyen a lo ancho y largo de todos los mercados en los que operan. Otra empresa del sector, Sevica, se centra precisamente en este punto de la automatización a través de tecnología de machine learning. “El sistema aprende qué elementos y atributos pueden hacer que varíe la demanda, como el momento del mes, la meteorología o el tipo de producto, y calcula la cantidad óptima de producto que debe moverse en función a estos”, explica José Sevilla, director de crecimiento de la empresa.

 

 

 

 

“El uso del deep learning está cada vez más extendido en los modelos de predicción de la demanda. Estos modelos son fundamentales dentro del campo de la logística, ya que permiten anticipar y planificar recursos, optimizar el stock, etc.”, valora igualmente Daniel Muñoz, director de operaciones de Desigual.

 

La mayoría del sector ha externalizado esta parte de su negocio a terceros. A excepción de las grandes marcas, las empresas del sector no son todavía capaces de seguir el ritmo de innovación en un campo tan cambiante y fluido como es el de la IA. “En algunos casos hemos optado por desarrollar sistemas de IA en procesos muy nucleares, pero en la mayoría hemos colaborado con empresas especialistas del sector”, asegura Muñoz.

 

El proceso entre que un paquete llega a casa del cliente o la tienda, y este debe volver, por la razón que sea, al almacén, es el último paso que afronta la logística. La automatización de las operaciones a través de la IA permite, por ejemplo, evitar que un producto de Zara que sea devuelto en Milán, deba volver al almacén central de la compañía en España sino que calcule qué tienda del país transalpino tiene más posibilidad de venderlo. Entran en juego otros servicios como es la recomendación para futuras compras en base al motivo de devolución, el cálculo de la mejor ruta para llevar a cabo el transporte o las mejoras en la experiencia de cambio para los consumidores, todo, a través de la recopilación y el análisis inteligente de estos datos.

 

 

 

 

“Mucha de la IA que utilizamos en logística es invisible para nuestros clientes. Sin embargo, tiene un gran impacto en mejorar su experiencia: encontrar el producto deseado en el canal adecuado, recibir el producto lo antes posible y sin incidencias o mejorar el proceso de postventa”, revela Muñoz.

 

Para 2025, de hecho, se prevé que hasta un 38% de las empresas mundiales hayan adoptado la IA en sus cadenas de suministro como una herramienta fundamental, según los datos de OBS Business School, frente al 11% que lo hacen actualmente. Otra empresa del sector, Logisfashion, y que tiene en su cartera de clientes a empresas de moda que van desde Nude Project, Pull&Bear o H&M, lleva a cabo la logística completa para las compañías.

 

“Hoy en día, la logística es un proceso de 360 grados, que incluye desde el control de calidad, el transporte (tanto online como para el retail), las devoluciones y el desecho final del producto”, explica Diego Larrañaga, director general de Logisfashion. El ejecutivo defiende la necesidad de encontrar un equilibrio entre el papel humano y la automatización como la única forma de encontrar el punto óptimo entre servicio y coste.

 

 

 

 

El secreto tras el auge de la automatización de los procesos es capaz de tener un impacto directo en la reducción de costes, aunque también, en el aumento de ventas. “La automatización nos permite mejorar la disponibilidad del stock, ajustar mejor las compras a la demanda prevista, mejorar la eficiencia de los procesos logísticos, optimizar la distribución -relata Muñoz, que añade-; también tienen un impacto en la mejora del servicio y, por tanto, en el aumento de las ventas”.

 

Más allá de la logística, la automatización de los procesos de las empresas se está extendiendo a todos los ámbitos del negocio. Los RPA (Robotic Process Automation), robots capaces de automatizar tareas administrativas copiar y pegar, extraer datos web, realizar cálculos, abrir y mover archivos, que en los casos más actuales se ha combinado con IA generativa para conseguir asistentes virtuales en las páginas web, como el que recientemente ha puesto en marcha Zalando. La propia gestión del producto en los almacenes, u otras infraestructuras como puertos y aeropuertos, a través de robots automatizados que en ocasiones no necesitan ni de conductor, también es uno de los campos abiertos para aumentar la velocidad de la moda.

 

“Hay que pensar en cómo de caros eran los primeros teléfonos”, plantea Larrañaga, que confía en el proceso de “democratización” que vivirá el sector en los próximos años y que permitirá el acceso y utilización cada vez más amplio a estas tecnologías.