Caramelo sella su venta: Transfleet compra la marca por 362.000 euros
Detrás de la operación, que se firmará el próximo día 3, se encuentra Emilio Pérez Fojón, empresario de una compañía de telecomunicaciones, y otros dos socios. El plan pasa por inyectar un millón de euros para relanzar la firma.
24 may 2019 - 18:00
Caramelo escribe, por fin, el último capítulo de su travesía en los juzgados. Tras la venta fallida a Kosu Nuno y la retirada de Do Rego y Kangaroos del proceso, la marca será adquirida finalmente por la sociedad Transfleet Europa, el menor postor de la subasta. La compañía, con sede en Vigo (Pontevedra) firmará la compra de Caramelo el próximo 3 de junio por 362.000 euros.
Detrás Transfleet Europa se encuentra Emilio Pérez Fojón y otros dos socios, cuyo nombre no ha trascendido. Pérez es un empresario especializado en el sector de las telecomunicaciones y cuenta con una compañía que da servicio de voz a locutorios en España, Estados Unidos y África.
“Teníamos ganas de invertir en textil porque nos parece un sector muy interesante, la duda estaba entre lanzar una marca propia o aprovechar una oportunidad en el mercado, como finalmente ha sido el caso”, ha explicado Pérez a Modaes.es.
Posicionamiento medio, hombre y multimarca: las claves del regreso de Caramelo
La compañía destinará un millón de euros al relanzamiento de Caramelo, y prevé que la firma facture entre tres y cuatro millones de euros en el primer año. Transfleet ya ha comenzado a gestar la primera colección, que será sólo de hombre y comenzará a distribuirse en la próxima campaña de primavera-verano 2020. Esta primera cápsula se ha producido en talleres de Galicia y el objetivo es mantener la confección en España y Portugal.
La hoja de ruta contempla la creación de un equipo especializado en moda y la colaboración con otras compañías para el desarrollo de las colecciones, aunque está por definir si se realizaría mediante una licencia o un acuerdo de explotación conjunta.
“Todo lo que podamos externalizar lo haremos, apoyándonos siempre en operadores especializados”, matiza Pérez. Caramelo regresará al mercado con un posicionamiento medio y distribución en grandes almacenes, canal multimarca y online. “La vocación es de continuidad absoluta con lo que fue Caramelo en su mejor momento”, defiende el empresario.
Transfleet destinará un millón de euros al relanzamiento de la marca, que fue a liquidación en 2016
Caramelo fue a liquidación en 2016 y, cinco meses después, la marca salió a subasta. La compañía vallisoletana PostQuam, especializada en cosmética para el canal profesional, fue quien realizó la mayor oferta para comprar la marca, con una oferta de 505.000 euros.
Le siguió la sociedad Kosu Nuno, con medio millón de euros, Roberto do Rego Fernández, propietario de Do Rego&Novoa, con 478.000 euros, la toledana Kangaroos, con 468.000 euros y Transfleet, con 362.000 euros.
Sin embargo, aunque en un inicio el juez le adjudicó la marca a PostQuam, otros candidatos apelaron la decisión al considerar que la compañía vallisoletana no había cumplido con los plazos para presentar la oferta. En febrero de 2018, el juez anuló la operación y adjudicó Caramelo a Kosu Nuno, una sociedad que perteneció en el pasado al diseñador Manuel Bolaño pero cuyo propietario actual se desconoce.
La sociedad viguesa fue el adjudicatario de la marca
Pero los meses pasaron y Kosu Nuno no llegó nunca a presentar el medio millón que ofreció por la firma, por lo que terminó perdiendo el derecho a la compra. Los siguientes mayores ofertantes, Do Rego y Kangaroos, decidieron retirarse del proceso.
Caramelo echó a andar en la década de los setenta y llegó a emplear a un millar de personas. En 2007, Inveravante, el brazo inversor de Manuel Jove, y Sodiga, el mayor fondo de la Xunta de Galicia, se hicieron con un 45,2% del capital. Jove llegó a controlar el 92,5%.
Después llegaron tres expedientes de regulación de empleo (ERE) y un concurso de acreedores que se superó en 2013. Tres años después, en 2016, la empresa fue a liquidación. La última tienda de Caramelo bajó la persiana en A Coruña en 2017.