El algodón hidropónico de Magtech gana escala para saltar al mercado en 2025

Un paso más en la innovación de materiales. La empresa emergente Magtech, fundada por David René en 2020 y especializada en el cultivo de algodón hidropónico (sin suelo), encara su último año de fase preindustrial antes de saltar al mercado, con nuevas pruebas piloto.

La empresa ha dividido su desarrollo en cuatro etapas. En primer lugar, destinó los dos primeros años de su fundación en I +D, especializándose en la búsqueda, investigación, cultivo y comercialización de fibras textiles naturales. El año pasado, la start up puso el foco en las primeras pruebas de concepto en las que se dedicaron a mejorar la formulación del algodón premium.

Este año, Magtech se encuentra en la fase preindustrial, siguiendo con las pruebas piloto, pero de mayor alcance. La compañía ha cerrado otra prueba en el que empelará 3.125 metros cuadrados de terreno en Murcia y Valencia para llevar a cabo el cultivo de fibras textiles a través de hidroponía.

Magtech destinará un terreno de más de tres mil metros cuadrados a una prueba preindustrial de cultivo

“Aún seguimos explorando más variedad de algodones, en concreto cerca de treinta tipos de fibras”, apunta el fundador de la empresa, David René, a Modaes. “Entre las pruebas de este año, está cultivar las fibras a partir de la energía fotovoltaica y así explorar nuevas opciones”, añade. Otro de los focos de prueba para 2024 es el uso de la robótica para agilizar los procesos de cosecha de fibras. “En colaboración con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (Csic) vamos a testar esta vía hasta 2026”, apunta René.

Magtech cerró el ejercicio 2023 con una cifra de negocio de 70.000 euros y, de cara a este año, la empresa tiene previsto llegar a una facturación de 120.000 euros. Para 2025, la empresa emergente tiene previsto alcanzar el break even.

De cara a 2025, Magtech prevé empezar con la fase industrial en Valencia para aumentar su cifra de negocio y expandirse a escala internacional. “En 2023 ya exportamos a Italia y estamos en negociaciones con empresas como Dolce&Gabanna”, sostiene.

“No queremos hacer colaboraciones con empresas de reciclado porque no compartimos los mismos valores”, sostiene el fundador. “Estamos rindiendo más hectáreas de algodón orgánico, que otras marcas de reciclaje”, añade.

La empresa cultiva las fibras textiles a través de hidroponía, una práctica de agricultura sin suelo, que cultiva las plantas utilizando disoluciones minerales. Su modelo de negocio se centra en la comercialización de fibra textiles para marcas de moda. La hidroponía ahorra más del 80% del agua ya que se emplea agua residual para regar las plantas. Entre los objetivos de la compañía está no usar agua potable en sus cultivos en las próximas pruebas.

La start up, cuyo nombre deriva de Mediterranean Agro Technologies, empezó su andadura con ayudas y subvenciones europeas para empresas tecnológicas y está apoyada por Lanzadera. La start up no tiene previsto abrir una ronda de financiación a corto plazo.

David René, su fundador, es licenciado en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad de Puerto Rico. El emprendedor ha trabajado en varias empresas deportivas en el área de relaciones internacionales y márketing.

Esta no es la primera start up española que emprende en el desarrollo de materia prima con menor impacto medioambiental. La start up Pyratex, especializada en tejidos de menor impacto medioambiental, ha desarrollado y patentado más de veinte tejidos innovadores realizados con fibras como el alga, la ortiga o los residuos agrícolas de la producción de plátano.