Los minoritarios de Adolfo Domínguez ‘llaman a la puerta’ del consejo tras lograr el 4% del capital

Los minoritarios de Adolfo Domínguez reclaman su sitio en el consejo. Los pequeños accionistas de la compañía han reunido ya el 4% del capital, con lo que se encuentran un paso más cerca de llegar al 5% que les permitiría solicitar un puesto en el órgano de administración.

Tras la salida a finales del año pasado de José Luis Nueno, representante de Puig en el consejo, y José María García Planas del órgano, hay dos sillas vacantes, lo que podría facilitar un puesto para los minoritarios.

La otra opción es que el número de consejeros se reduzca a siete, con lo que el grupo de pequeños inversores todavía tendría que acumular una mayor proporción del capital para acceder al órgano.

“Nuestro objetivo es tener un puesto en el consejo para colaborar; no se trata de destruir ni criticar, sino de tener un conocimiento de lo que ocurre de primera mano”, aseguran fuentes de los minoritarios.

De cara a la próxima junta de accionistas, que se celebrará previsiblemente el próximo 31 de agosto, los pequeños inversores tienen previsto también exigir explicaciones a la empresa sobre los últimos “cambios radicales” en el consejo y reclamar un plan de negocio conciso.

A comienzos de este mes cambiaron de manos el 10% de las acciones del grupo en sólo dos sesiones, lo que disparó su cotización

Además, el pasado 1 de marzo se cumplieron los seis meses de plazo que el colectivo se había dado para percibir un “cambio radical” en su cúpula directiva. Desde entonces, la compañía ha reorganizado su consejo con viejos conocidos del diseñador.

Para sustituir a Nueno y García Planas, Adolfo Domínguez incorporó al consejo a la hija del diseñador, Adriana Domínguez y a Juan Manuel Fernández Novo, uno de los hombres fuertes de la empresa durante sus años de gloria en la década de los ochenta.

Además, en noviembre Adolfo Domínguez incorporó también como consejeros a José Luis Temes, especialista en medicina interna y nefrología, y a José Manuel Rubín, maestro de formación y que ha desarrollado el grueso de su trayectoria en el ámbito del periodismo.

Por otro lado, los minoritarios se encuentran también a la espera de “alguna explicación” de los movimientos de capital del grupo a principios de este mes cuando, en sólo dos sesiones, cambiaron de manos 875.000 títulos de la empresa, cerca del 10% de su capital. La operación, poco habitual en una compañía que habitúa a mover una media de 50.000 acciones por sesión, disparó la acción del grupo a sus máximos desde 2013.

Después de Adolfo Domínguez, que controla el 31,5% del capital, los accionistas de referencia de la compañía ourensana son el grupo inversor valenciano Libertas 7, con el 10,28%, el Grupo Puig, con el 14,8%, e Indumentaria Pueri, la sociedad del presidente de Mayoral, Rafael Domínguez de Gor, con el 5,45%.

En los nueve primeros meses del ejercicio, la empresa registró un resultado neto negativo de 12,3 millones de euros, frente a los 16,9 millones de euros del mismo periodo del año anterior. Sin embargo, la empresa incrementó su facturación por primera vez en nueve años, con un alza del 1,4%, hasta 73,05 millones de euros.

Adolfo Domínguez cerró su ejercicio 2016 el pasado 28 de febrero, y tiene dos meses de margen para presentar los resultados ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (Cnmv).