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Cómo, cuánto, cuándo y dónde del scrap de los gigantes de la moda en España

Contenerización, recogida, preselección, clasificación y reciclaje son las cinco fases a las que deberá atender la Asociación para la Gestión del Residuo Textil, ahora denominada Re-Viste. ¿Cómo funcionará el Ecoembes de la moda?

Cómo, cuánto, cuándo y dónde del scrap de los gigantes de la moda en España
Cómo, cuánto, cuándo y dónde del scrap de los gigantes de la moda en España

Pilar Riaño

11 oct 2024 - 05:00

Con más sombras que luces, el vehículo con el que los gigantes de la moda en España darán respuesta a la normativa de responsabilidad ampliada del productor (RAP) comienza su camino. La Asociación para la Gestión del Residuo Textil, cuyo nombre comercial será Re-Viste y que agrupa a Inditex, Decathlon, H&M, Ikea, Kiabi, Mango, Tendam, Sprinter, El Corte Inglés y Primark, comienza a definir los detalles de su operativa, a la espera de la publicación del Real Decreto que debe transponer la directiva europea sobre responsabilidad ampliada del productor.

 

“Nuestra filosofía va a ser, en todo momento, seguir fielmente la jerarquía del residuo, es decir, primero reutilización y después reciclaje”, explica Juan Ramón Meléndez, director general de la Asociación para la Gestión del Residuo Textil, a Modaes. Los scraps (sea Re-Viste o uno de los otros vehículos que se está impulsando) serán responsables de “que exista una red de recogida” de ropa de los ciudadanos.

 

Contenerización, recogida, preselección, clasificación y reciclaje son las cinco fases del proceso de la ropa que gestionará Re-Viste. Todas ellas se realizarán en coordinación con los ayuntamientos, con los que se lanzarán concursos públicos para contratar empresas adjudicatarias de una o de varias fases. “Hay unos 8.100 ayuntamientos en España -dice Meléndez-; de momento estamos en negociación con la Federación Española de Municipios y Provincias (Femp) y después, a través de los gobiernos autonómicos, probablemente se firmarán convenios marco”.

 

 

 

 

Para la fase de contenerización y recogida, Meléndez, con experiencia previa en scraps del vidrio, los envases o las latas, explica que Re-Viste preara un “sistema coordinado” de recogida a través de cuatro vías. Las dos primeras vías corresponden al entorno municipio y serán contenedores en la vía pública y los puntos limpios que los ayuntamientos tienen en diferentes ciudades. La tercera y cuarta vía, en cambio, están fuera del ámbito municipal y son las tiendas de las marcas (“con lo que conseguiremos mayor capilaridad”, dice) y lugares de aportación como parroquias, colegios o centros comerciales.

 

Aunque Meléndez advierte que en cada municipio “habrá que ver con qué intensidad de aplica cada vía”, Re-Viste calcula que será necesaria la instalación de un contenedor por cada 1.200 habitantes de España. Con casi 48 millones de habitantes, serían necesarios 40.000 contenedores y, si cada contenedor tiene un coste de, según Meléndez, mil euros, será necesaria una inversión inicial de 40 millones de euros, “a través de compra directa o del pago al ayuntamiento”. A esta cantidad habrá que sumar el mantenimiento y reposición de contenedores, pues si son vandalizados será responsabilidad de Re-Viste reponerlos.

 

En la fase de preselección y clasificación, las empresas adjudicatarias deberán hacerse cargo de la selección de los residuos, separándolos entre prendas que puedan tener una nueva vida (es decir, volver a utilizarse) y aquellos residuos que deban ser destinados a reciclaje.

 

Empresas como Coleo, Moda-Re (Caritas), Texlimca o Humana realizan actualmente estos trabajos, por lo que serán las probables candidatas a presentarse a los concursos públicos. Los concursos públicos que Re-Viste deberá lanzar con un ayuntamiento en concreto o con un organismo que agrupe a varios cubrirán las cuatro fases iniciales, pero las adjudicatarias podrán ser empresas diferentes o una misma. “Puede ser que una empresa haga todo el proceso, de hecho, el sector está cada vez más verticalizado -señala Meléndez-; pero lo normal es que se fuerce la colaboración entre diferentes empresas para cubrir todas las fases”.

 

 

cadena reciclaje 980

 

 

La fase de preselección será clave, teniendo en cuenta que el objetivo de Re-Viste será seguir la jerarquía del residuo. En esta fase, las empresas adjudicatarias deberán seleccionar las prendas que puedan volver a usarse y podrán venderlas a público final, ya sea a través de su propia red (como es el caso de Humana), el desarrollo de redes nuevas de tiendas o la alianza con terceros (operadores físicos u online, como Vinted).

 

“A la espera del Real Decreto, entendemos que nuestro trabajo llegará hasta la preparación del residuo para la fase de reciclado”, señala Meléndez. El residuo será vendido por parte de Re-Viste a empresas recicladoras, “teniendo en cuenta criterios económicos, pero también técnicos”.

 

Al calor de la gran cantidad de residuo que, previsiblemente, saldrá al mercado en los próximos años en España, el país está comenzando a recibir inversiones y proyectos de nuevas plantas de reciclaje textil, de compañías como Re&UP o Gr3n, en alianza con Intecsa.

 

 

 

 

Cómo se financiará el sistema

El sistema de recogida y selección de las prendas se financiará con las cuotas que deberán pagar las empresas a Re-Viste en función del volumen de prendas que pongan en el mercado. Estas cantidades (que pueden ser millonarias anualmente para las mayores empresas) serán definidas por la propia Re-Viste en función de la operativa final, que se definirá una vez publicado el Real Decreto.

 

Re-Viste será la encargada también de definir las ecomodulaciones, es decir, los descuentos en la tasa por tonelada anual en función de, por ejemplo, la composición de las prendas de cada marca.

 

Hasta la entrada en vigor de la responsabilidad ampliada del productor, Re-Viste cuenta con las aportaciones de los diez socios fundadores de la Asociación para la Gestión del Residuo Textil. La entidad se encuentra en pleno road show por el sector para ampliar el número de socios de pleno derecho, que deberán aportar una cuota inicial de 400.000 euros.

 

“No es una aportación a fondo perdido, es un pago a cuenta que se descontará de la aportación de cada marca cuando la normativa entre en vigor”, explica Meléndez. De todos modos, el ejecutivo admite que “sólo hay quince o veinte empresas en España” que puedan hacer frente a un desembolso de este tamaño, por lo que la entidad está barajando ya la opción de crear un “segundo nivel de participación, con voz pero sin voto, para empresas que quieran sumarse al grupo tractor”.

 

 

contenedores reciclaje colores 980

 

Además de la aportación de los socios, Re-Viste también obtendrá ingresos de la venta de la materia prima a las empresas de reciclaje. De todos modos, Meléndez advierte que “habrá precios positivos y negativos”. Algunas fracciones de residuo tendrán un valor positivo y otras negativo, es decir, habrá residuos por los que las plantas de reciclaje quieran pagar (por su valor, como es el caso del cobre) mientras en otros casos será Re-Viste quien deba pagar a un reciclador para asegurar el reciclaje del residuo.

 

Existe, además, otra vía de financiación del scrap, aunque más compleja. Las empresas adjudicatarias podrán vender las prendas que puedan ser reutilizadas, de manera que, en función de los ingresos que proyecten, podrían llegar a acudir a los concursos con la voluntad de pagar por el servicio, en lugar de cobrar por él. “Cuanto más eficiente seas en sacar al mercado la prenda, mejor para el scrap, y más probabilidades habrá de que te adjudiques el concurso”, dice Meléndez.

 

¿Cuánto costará la operativa total y, por tanto, qué costes habrá que sufragar? De momento, no hay información. En el caso de Ecoembes, el principal scrap de España, los gastos en 2022 ascendieron a 815,5 millones de euros, desglosables en gastos operativos (778,9 millones de euros) y gastos de estructura (36,6 millones de euros). Del total, un 60% de los gastos fueron para selección y tratamiento; un 33% para recogida; un 2% para sensibilización, y un 5% para estructura.

 

En la Asociación para la Gestión del Residuo Textil, inicialmente, fueron las diez empresas fundadoras las que cedieron sus equipos para impulsar el proyecto. Más tarde se incorporó a Andersen como asesor legal y a Harmon con asesor en relaciones institucionales y comunicación. Meléndez ha sido el primer directivo dedicado de la asociación y a su alrededor se irá desarrollando, progresivamente, la estructura de Re-Viste. Las primeras incorporaciones se producirán, según Meléndez, a finales de 2024.

 

En el capítulo de ingresos, Ecoembes anotó 212,6 millones de euros en 2022 por venta de material recuperado y 602,9 millones de euros en concepto de punto verde, es decir, la cuota de las empresas en función de lo que ponen en el mercado.

 

 

Colapso, plazos y prueba piloto

Meléndez asegura que Re-Viste no cuenta, todavía, con escenarios sobre el volumen de residuo textil que podría recogerse en España. Este es uno de los grandes puntos débiles del sistema, tal y como ya han advertido entidades de países como Reino Unido y Holanda, en riesgo de colapso.

 

La falta de capacidad industrial de reciclaje en España podría hacer, por un lado, que el residuo terminase saliendo de la cadena de valor española del textil. Por otro lado, la demanda del mercado de segunda mano no está suficientemente madura.

 

El mercado de segunda mano tiene la capacidad de absorción que tiene, no va a crecer al mismo ritmo que la recogida -admite Meléndez-; tanto la segunda mano como el reciclaje pueden terminar fuera de España”.

 

De todos modos, Re-Viste tiene más dudas que respuestas hasta la publicación del Real Decreto que debe transponer la directiva europea sobre responsabilidad ampliada del productor, prevista para abril de 2025, aunque se da por sentado que se postergará. Además, una vez publicado, Meléndez apunta a un periodo de carencia de entre “doce y treinta meses” hasta que las empresas deban empezar a pagar por lo que ponen en el mercado y que Re-Viste deba empezar a recoger.

 

 

 

 

Otra de las incógnitas por resolver será la coordinación entre los diferentes scraps. Aunque Meléndez aspira a que se produzca una “integración de todos”, lo cierto es que ya son dos los scraps activos: la Asociación para la Gestión del Residuo Textil y la asociación de Gestión de los Residuos del Calzado (Gerescal). Entidades como Modacc han mostrado también su intención de constituir un scrap propio, tal y como adelantó el miércoles Modaes.

 

Para comenzar a despejar dudas, Re-Viste prepara la puesta en marcha de una prueba piloto de la mano de la Femp que debe comenzar en abril de 2025 y tener una duración mínima de un año.

 

Esta prueba piloto se realizará en seis municipios españoles: dos urbanos (de más de 50.000 habitantes), dos rurales (de menos de 5.000 habitantes) y dos semiurbanos (entre 5.000 y 50.000 habitantes). En total, se dará cobertura a entre 250.000 y 300.000 habitantes, según cálculos de Meléndez.

 

La Femp, a través de su comisión de gestión del residuo urbano, monitorizará el seguimiento de la prueba piloto, en la que se trabajará tanto la operativa como áreas clave como comunicación. “La tarea de sensibilizar al ciudadano sobre el reciclaje textil empezará antes de que comience la prueba piloto, sólo en estos seis municipios”, explica el director general de la asociación.