Entorno

Estados Unidos: elecciones, empleo y consumo a la baja en el mayor mercado de consumo global

El país acudirá a las urnas para escoger a su próximo presidente el 5 de noviembre. Con el auge del proteccionismo, una bajada de tipos y la temporada navideña cada vez más cerca, la moda mira de cerca a su mayor cliente.

Estados Unidos: elecciones, empleo y consumo a la baja en el mayor mercado de consumo global
Estados Unidos: elecciones, empleo y consumo a la baja en el mayor mercado de consumo global
El consumo en el país se ha conseguido mantener estable a lo largo de 2024.

Celia Oliveras Castillo

1 oct 2024 - 05:00

En un año marcado por procesos electorales en todo el mundo, conflictos geopolíticos y la persistente incertidumbre macroeconómica, ¿a qué retos se enfrentan las principales economías del mundo? La serie Mercados estratégicos hace una radiografía de las principales potencias mundiales y analiza cuál es su relación con España, así como los principales desafíos a los que se enfrentan en los próximos años.

 

Mercados estratégicos

Radiografía de un mundo global

  

 

Enero de 2021, un casco con cuernos de vikingo y pintura facial azul, blanca y roja y centenares de carteles y banderas en los que se podía leer Trump is the president. Con estas imágenes se despertó el mundo la madrugada del 7 de enero de 2021, semanas después de las últimas elecciones de Estados Unidos. Ni el Mundial de fútbol ni los Juegos Olímpicos. Si hay un evento que paraliza cada cuatro años la política y economía de todos los países del mundo son las elecciones presidenciales de la mayor economía del mundo. Si en 2021, la victoria del actual presidente del país, Joe Biden, fue clara (por mucho que los más fervorosos seguidores de Donald Trump, y él mismo, no pensaran lo mismo), esta convocatoria estará marcada por la incertidumbre hasta el último momento.

 

Igual que hace cuatro años, Trump representa la opción del Partido Republicano para ocupar el despacho oval de la Casa Blanca. El bando demócrata, sin embargo, ha cambiado de cara, y tras la renuncia de Biden a postularse de nuevo como presidente (un cargo que ocupa ahora mismo), ha sido su vicepresidenta, Kamala Harris, la encargada de intentar mantener al Partido Demócrata en el Ejecutivo de Washington.

 

Un 49% para Harris y un 46% para Trump, así de cerca calcula el New York Times que están ambos candidatos de ganar las elecciones. La victoria de cualquiera de ellos tiene el poder de sacudir la economía mundial. Para la moda, con su mayor mercado de consumo en el país, el efecto puede ser igual de grande.

 

La prensa internacional ha estado repleta de noticias sobre el país desde hace meses. Únicamente en las últimas semanas, la Reserva Federal ha reducido los tipos de interés por primera vez en cuatro años y medio, el mercado laboral ha mostrado los primeros síntomas graves de desaceleración y el consumo, a las puertas de la temporada navideña, no parece mostrar su mejor momento.

 

 

 

 

El delicado equilibrio entre inflación y consumo

Con 341,9 millones de habitantes, Estados Unidos es el tercer mayor país por territorio (después de Rusia y Canadá), y por población (siguiendo a India y China). El Producto Interior Bruto (PIB) de la potencia en 2023 alcanzó los 24,6 billones de dólares, y 73.600 dólares per cápita, según datos del portal The world factbook de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) del país.

 

Las previsiones de crecimiento del Fondo Monetario Internacional (FMI) para la economía del país, que pueden interpretarse como un termómetro de la salud de la economía global, son de un alza del 2,6% para 2024, una décima por debajo de las previsiones iniciales de la entidad en abril. La revisión del FMI en julio llegó en un momento en el que la prioridad de la Reserva Federal todavía se situaba en contener la inflación, lo que poco a poco ha minado la fortaleza del mercado laboral estadounidense.

 

Según el último informe de la oficina de estadística de Estados Unidos, el Census Bureau, el empleo en el país aumentó menos de lo esperado, lo que hizo saltar las alarmas de un posible desequilibrio entre ambos indicadores. En el séptimo mes del año, la tasa de desempleo en el país ascendió al 4,3%, hasta dos décimas más que el mes anterior, todo mientras la inflación en el país está contenida en un 2,5% en agosto, frente al 2,9% registrado en julio.

 

La evolución de ambos en direcciones opuestas llevó a Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal (Fed) a anunciar la primera bajada de tipos de interés en cuatro años y medio, hasta medio punto, para situar el precio del dinero entre el 4,75% y el 5%. La decisión del organismo, al frente de la política monetaria de Estados Unidos, no ha tardado en tener un efecto en el resto del mundo, y desde el 19 de septiembre, día en el que Powell anunció el fin de la política monetaria austera del país, otros bancos centrales del resto del mundo han comenzado también a reducir el precio de sus monedas.

 

El consumo en el país se ha conseguido mantener estable a lo largo de 2024, y el gasto de los estadounidenses aumentó un 0,2% en agosto. Este indicador, sin embargo, se ha desacelerado en los últimos meses, y está lejos del incremento del 0,5% de julio, lo que podría ser un síntoma de la pérdida de poder adquisitivo en el país, según datos del departamento de comercio de la potencia.  

 

En el conjunto de 2023, el ingreso medio por hogar estadounidense creció un 4%, hasta los 80.61 dólares, según datos publicados en el Informe Anual de la Oficina del Censo del país. Este ha sido, además, el primer incremento de los ingresos de los estadounidenses desde el estallido de la pandemia, que ya se acercan a los niveles registrados en 2019. A pesar del anuncio de la entidad, sin embargo, esta también alertó de que aunque los hogares hayan recuperado poder adquisitivo, este incremento no conlleva necesariamente un aumento del nivel de vida, ya que el IPC en el país se ha elevado en el mismo rango.

 

 

Comprador de moda

Las exportaciones de moda española a Estados Unidos cerraron 2023 a la baja, con la mayor contracción en el grupo de los diez mayores clientes de moda para España. En concreto, España vendió a la potencia moda por valor de 1.142 millones de euros, un 26,8% menos que el año anterior, según datos de Icex España Exportación e Inversiones.

 

Estados Unidos ocupa la octava posición como cliente de la moda nacional, únicamente por detrás de otros países europeos. En julio de este año, sin embargo, el sector de la moda parece que recupera fuerza en el país, y en el séptimo mes del año, España exportó moda a Estados Unidos por valor de 140,2 millones de euros, frente a los 98,8 millones que vendió en el mismo mes de 2023.

 

En el sentido contrario, España compró al gigante moda por valor de 19,46 millones de euros, ligeramente por encima de los 18,38 millones de euros de valor en importaciones con los que cerró julio del año anterior.

 

La recuperación de la moda española en Estados Unidos llega en el momento justo para el sector. Hace años que empresas como Inditex o Mango están llevando a cabo procesos de expansión en el país, con el objetivo de conquistar al consumidor americano. Si bien Mango ha centrado sus mayores esperanzas en India, la empresa catalana también está inmersa en una batería de aperturas en la potencia yankee. Inditex, por otro lado, lleva años elevando su presencia en Estados Unidos, donde está presente mayormente a través de Zara.

 

 

 

 

 

La recuperación de la moda española en Estados Unidos, sin embargo, forma parte de un crecimiento generalizado de la demanda en el país. En el primer semestre del año, de hecho, las importaciones de moda de Estados Unidos crecieron un 5,87% interanual en términos de volumen. Por segmentos, la importación de prendas de vestir aumentó un 0,56% interanual en los seis primeros meses, mientras que las de productos textiles lo hicieron un 7,78% en comparación con el mismo periodo de 2023.  

 

China se mantuvo en 2023 como el principal exportados de moda del país. La guerra comercial entre ambos países, sin embargo, ha aumentado en los últimos meses. Por el momento, el Ejecutivo de Joe Biden ya ha propuesto un proyecto de ley que acabará con la extensión fiscal de minimis de la que se benefician Shein y Temu para introducir gran parte de su mercancía en el país. Otras legislaciones que ha implantado Estados Unidos y que afectan a China como gran vendedor textil en el país son la ley Uyghur Forced Labor Protection Act (Uflpa).

 

 

Harris versus Trump

Los inciertos resultados de las encuestas sobre un posible resultado electoral son un síntoma más de que cualquier cosa, en términos económicos, políticos o sociales, podría pasar en los próximos meses. Kamala Harris, que ha acabado por convertirse en la propuesta demócrata para las elecciones, cuenta con un 49% de los votos, según las últimas predicciones de New York Times. Ambos candidatos tienen la posibilidad real de conseguir 200 escaños, pero necesitan de 270 escaños si quieren gobernar en el país.

 

Trump, por su parte, se llevaría el 46% de los votos restantes, una diferencia de apenas 3% con su oponente. Un triunfo del ya expresidente tendría un efecto claro en la economía de Estados Unidos. Por el momento, Trump ya ha anunciado algunas de las medidas que prevé llevar a cabo si consigue volver a entrar en la Casa Blanca, y que no afectan únicamente a su gran rival asiático. Si bien la intención de Trump es imponer un impuesto de hasta el 100% a productos provenientes de China, como los coches eléctricos, el expresidente también ha anunciado aranceles de hasta un 20% a todos los productos extranjeros que quisieran entrar en el país, lo que encarecería el comercio de empresas extranjeras en Estados Unidos.