Las dos caras de 2025: ¿quién crece y quién frena en el tablero económico global?
Inflación, proteccionismo y nuevos gobiernos marcarán las economías en 2025. En un marco global cada vez más complejo, mientras Rusia o China desaceleran, India, España y el sur global ganan presencia en la esfera internacional.
9 ene 2025 - 05:00
Con doce meses marcados por el surgimiento de nuevos gobiernos, tensiones geopolíticas y acuerdos internacionales, el año se ha despedido por todo lo alto con la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca, que después de sobrevivir a no uno, sino dos intentos de asesinato, ha asumido la presidencia de los Estados Unidos junto a una pequeña élite económica, que busca redirigir el país hacia una política más proteccionista.
Más allá de la potencia norteamericana, gran parte del mundo también ha cambiado de dirigentes, después de que más de 70 países fueran a las urnas en 2024, y con la extrema derecha como gran ganadora del cambio de rumbo. En el marco europeo, un posible acuerdo a última hora entre Mercosur y la UE, que creará la mayor zona de libre comercio del mundo, se ha desmarcado de la tendencia proteccionista. Dos de las mayores potencias europeas, Francia y Alemania, y que no cuentan con las mejores perspectivas económicas para 2025, no han tardado a mostrar su descontento.
Esta situación parece dejar a España como la esperanza mediterránea, que se ha llevado el premio de “mejor economía avanzada del 2024” por parte de The Economist. En la otra Europa, 2025 tampoco se muestra benevolente para Rusia, que cierra el año con dos frentes abiertos: la caída del régimen de Bashar al Assad en Siria, quien ha dejado el país en manos de los rebeldes y ha buscado asilo en Moscú, y el aumento de las tensiones en su conflicto con Ucrania.
Todo mientras, en Oriente Próximo se dan cambios en las dinámicas de poder que no sólo han aumentado la tensión geopolítica global, sino que reflejan una tendencia cada vez mayor a un mundo multipolar. En este escenario, previsiblemente, cinco potencias resurgirán de las cenizas y otras cinco, se puedan quedar por el camino.
Desaceleración, inflación y crisis políticas
De cara al 2025, la economía rusa no se encuentra en el mejor momento. Según la última actualización del informe de perspectivas económicas mundiales del Fondo Monetario Internacional (FMI), la economía del país se ha estancado con un crecimiento del 3,6% en 2024, igualando la del año anterior. Sin embargo, la entidad ha rebajado hasta la mitad las perspectivas de crecimiento de este año para Rusia, afectada principalmente, por la desaceleración del consumo privado y la inversión, junto a un lento crecimiento de los salarios.
Esta caída económica se enmarca dentro de la cada vez mayor independencia hacia el sector energético ruso por parte de los países europeos, que en los últimos años han reducido sus importaciones a más de la mitad, llegando al 14,1% en 2023. La menor demanda ha reducido el déficit comercial europeo con la potencia exsoviética, hasta los 600 millones de euros, mucho menos que el récord histórico de 46.000 millones de euros registrado en el segundo trimestre de 2022.
Rusia reduce a la mitad su crecimiento previsto para 2025, según el FMI
La principal potencia europea, Alemania, cierra este año sin poder respirar. El PIB, que caía un 0,3 % en 2023, se ha mantenido bajo durante 2024, dejando a Europa a la pata coja. De cara a 2025, el FMI prevé un crecimiento de un 0,8 % del PIB, un porcentaje que sigue siendo bajo para una de las principales potencias exportadoras del mundo, afectada por la caída global del consumo. A nivel interno, el país se enfrenta a un panorama político complejo, después de que la coalición del gobierno encabezada por Olaf Scholz colapsara en noviembre, obligando a convocar nuevas elecciones para febrero de 2025.
La situación política francesa, la segunda economía comunitaria, también deja mucho que desear. En los últimos meses, el país galo ha sido también víctima de un caos político, después de que el adelanto de elecciones haya dejado a Emmanuel Macron, presidente de la república, más débil que nunca. Delante este panorama, el PIB francés se estanca en un crecimiento de 1,1% por segundo año consecutivo, y seguirá así según las previsiones de la entidad para 2025.
En el otro lado del globo, México ha estancado su crecimiento durante 2024, ya que el último informe de la organización, actualizado en octubre, cifra en un 1,5% el alza de la economía mexicana, la mitad respecto al año anterior. El país fronterizo con Estados Unidos se ha visto afectado por las nuevas medidas proteccionistas derivadas de la actual guerra comercial a nivel global. De cara al 2025, además, el país deberá enfrentar el retorno de Trump a la Casa Blanca, que ya ha anunciado que implementará una subida de los aranceles de hasta el 25% a México, limitando el comercio con su mayor cliente.
Alemania y Francia, dos potencias europeas tradicionalmente fuertes, sufrirán de un menor crecimiento en 2025
Y como termómetro global de la complejidad que atravesará la economía en 2025, está China, cuyo crecimiento se ha desacelerado a niveles históricos. Según los últimos datos del FMI, a cierre del año China crecerá apenas un 4,8%, y no cuenta con mejores previsiones para 2025, cuando sufrirá una bajada de tres décimas. Los datos se sitúan lejos de los crecimientos estelares que acumulaba la fábrica mundial antes de la pandemia.
Una de las principales preocupaciones para el gigante asiático es la caída de los precios de consumo y el frenazo que está viviendo el mercado, además de la prolongada crisis del sector inmobiliario desde 2021. El último informe de la entidad señala que los precios de consumo aumentarán un 1,7% en 2025, a diferencia que en el resto del mundo, ya que se prevé una bajada generalizada de la inflación.
El futuro del gigante asiático dependerá en parte de cómo evolucione su duelo comercial con Estados Unidos, intensificado, de nuevo, por la subida al poder de Trump, quien ya ha avisado de su plan en aumentar las restricciones comerciales con el gigante asiático.
Crecer en tiempos difíciles
Entre las mejores economías del momento, India obtiene el primer puesto con un crecimiento de 6,7% del PIB en 2024. Según los datos del último informe del FMI, la economía india ha desacelerado respecto al crecimiento del 7,8% en 2023, sin un buen pronóstico para el 2025, que prevé un nuevo freno en el alza del PIB de hasta el 6,5%.
La potencia asiática, sin embargo, sigue superando el crecimiento de otras super potencias como China, y tiene todos los números para convertirse en la principal potencia económica cara las próximas décadas. El país cuenta con un buen margen de crecimiento, en el que juega a su favor la alta demanda en la inversión y una gran cantidad de mano de obra joven y una tasa de desempleo cada vez más reducida.
India se alza como la gran ganadora del menor crecimiento de China
Este ha sido el año de la economía española. Según el FMI, el PIB español ha crecido casi un 3%, encabezando la lista de las economías avanzadas, impulsada por un “fuerte mercado laboral y altos niveles de inmigración”. También ha tenido una evolución positiva en la bajada del desempleo, que según el Banco de España se ha reducido hasta en dos puntos porcentuales en los cuatro años posteriores a la pandemia.
Las previsiones del FMI para Estados Unidos son previas a la reelección de Trump como presidente, y se enmarcan en un crecimiento del 2,5% en 2024, y un 1,9% de cara al 2025. La mayor economía del mundo está a punto de obtener un cambio de rumbo. Trump fue ratificado en noviembre como el próximo presidente estadounidense que ocupará el despacho oval de la Casa Blanca durante los siguientes cuatro años. El reelegido presidente ya ha anunciado un aumento de las políticas más proteccionistas, como el incremento generalizado de los aranceles.
Los datos de la entidad anunciaban un crecimiento del 5% para la economía argentina en 2025, tras un año en el que el país ha conseguido contener la inflación tras años de subidas desbocadas. A finales del tercer trimestre de 2024, Javier Milei, presidente del país rioplatense, anunciaba el fin de la recesión con un gran optimismo de cara al futuro gracias a su política de recortes del gasto público.
La economía de Arabia Saudita depende particularmente del sector petrolero, sin embargo, el plan estratégico Visión 2030 tiene el objetivo de desengancharse de esta dependencia, diversificando y modernizando la economía a través del desarrollo de las energías alternativas. En este sentido, en los últimos años el país ha tenido una actitud más abierta cara al resto del mundo, abriendo las puertas al turismo e intensificado las inversiones en diferentes partes del mundo. Aunque el crecimiento económico del país sufrió un bache en 2023 con un decrecimiento del 0,8%, las estimaciones del FMI para el 2025 son positivas, que se resumen en un crecimiento del 4,6%, hasta tres puntos superior respecto al PIB de 2024.