Equipamiento

Dogi, más tamaño, más deuda y ‘adiós’ a las pérdidas tres años después del ‘rescate’

A los 36 meses de que el fondo Sherpa Capital tomara las riendas del grupo textil, empieza a tomar forma una nueva estructura empresarial para alcanzar el objetivo de los 200 millones en 2020.

Dogi, más tamaño, más deuda y ‘adiós’ a las pérdidas tres años después del ‘rescate’

S. Riera

27 sep 2017 - 04:45

Dogi, más tamaño, más deuda y ‘adiós’ a las pérdidas tres años después del ‘rescate’

 

Dogi, tres años después del rescate y a tres años de los 200 millones. La textil catalana se encuentra a mitad de camino de una nueva etapa que pasa por hacer borrón y cuenta nueva de sus últimas dos décadas: encauzar la senda de crecimiento, dejar atrás los números rojos y engordar tamaño con compras para sacar provecho de la relocalización y volver a ser estratégica en el aprovisionamiento en España.

 

El 25 de septiembre de 2014 se puso punto y final a los trámites para que el fondo Sherpa Capital se hiciera, finalmente, con el control de Dogi. Aquel día, la textil cerró la emisión de 40,8 millones de nuevas acciones en una ampliación de capital de 2,6 millones de euros, con la que se dio entrada al nuevo socio mayoritario. Se cumplía entonces un año del inicio de las negociaciones entre ambas partes, seis meses desde que el grupo inversor diera luz verde a la operación y tres meses del regreso de Dogi al parqué.

 

Hace tres años se dio formalmente el pistoletazo de salida a un nuevo proyecto empresarial, capitaneado por un nuevo actor en la industria textil en España. Sherpa Capital precisó de siete trimestres (el último de 2014, los cuatro de 2015 y los dos primeros de 2016) para ejecutar una reestructuración financiera y corporativa de la empresa. En esta primera fase del recorrido, también salió de la empresa la familia fundadora.

 

 

Dogi ejecutó su reestructuración financiera y corporativa entre octubre de 2014 y junio de 2016

 

 

En esta primera fase, la empresa reestructuró por completo el consejo de administración, dotó de instrumentos para captar capital e iniciar una agresiva estrategia de adquisiciones e hizo una nueva ampliación de capital por valor de casi cinco millones de euros que circunscribió en casi su totalidad Sherpa Capital.

 

Dogi cerró 2014 con un beneficio de 10,4 millones de euros frente a las pérdidas de 9,1 millones de euros de un año antes. Un año después, la compañía volvió a arrojar números rojos, que situó en 8,5 millones de euros. En 2015, su último año en solitario, la textil facturó 41 millones de euros.

 

En verano de 2016, Dogi encaró una nueva etapa expansiva con cierta solidez financiera. La compañía se alió con Fidentiis para empezar a buscar oportunidades de compra en el sector y, en pocas semanas, se cerró la primera operación con un interproveedor de Inditex, Treiss. Poco después, Sherpa Capital trazó una nueva estructura corporativa para asentar el nuevo tamaño del grupo.

 

 

Dogi, de la mano de Fidentiis, inició su etapa expansiva en verano de 2016 con la adquisición de Treiss

 

 

Sherpa Capital creó entonces el hólding Dogi International Fabrics del que penden Dogi Spain, para la actividad de la fábrica en El Masnou (Barcelona); Treiss, para gestionar el negocio de sourcing, y Elastic Fabrics of America (EFA) para la factoría estadounidense de Greensborough.

 

La empresa regresó a beneficios en 2016, con unas ganancias de 205.000 euros, y creció impulsada sobre todo por Treiss, tras marcar retrocesos en las ventas de Dogi Spain y EFA. La deuda de la compañía aumentó el año pasado un 72,4% respecto a 2015, hasta los 21,3 millones de euros.

 

Pese al aumento de su endeudamiento, a principios de 2017, el grupo obtuvo crédito por parte de entidades financieras: un millón de euros para la matriz y hasta 7,5 millones de dólares para la estadounidense EFA. Con esta operación, Dogi reconducía un fondo de maniobra negativo y daba solvencia a la continuidad del negocio.

 

A finales de 2016, Sherpa Capital realizó una reestructuración societaria sobre la que construir el nuevo grupo textil

 

 

 

Con esta base, la compañía sacó de nuevo el talonario para comprar una textil (Qualitat Tècnica Textil) y otro interproveedor (Busmartex). Estas dos últimas operaciones, cuyos importes ascendieron a 2,42 millones de euros y 180.000 euros, se realizaron a través de Treiss.

 

En esta última fase, la compañía también dio entrada a su capital al fondo estadounidense Trinity Place, especializado en inversiones inmobiliarias y que se ha hecho con el 3,47% de las acciones de la textil. Y, por otro lado, Dogi volvió a dotarse de instrumentos para ejecutar nuevas ampliaciones de capital de hasta 25 millones de euros, que por el momento no ha activado.

 

Ahora, a las puertas de presentar los resultados del primer semestre de 2017, Dogi ha pasado de controlar dos sociedades a cinco y ha disparado su endeudamiento. Por el momento, en bolsa, la situación es de confianza. A lo largo de este semestre, Dogi ha marcado su valor más alto desde su regreso al parqué, llegando a alcanzar una cima de 5,40 euros en abril. No obstante, tras aquella subida, la cotización de sus acciones se mantenido estable sobre los cuatro euros.