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Kurt Pierloot (Bleckmann): “El proteccionismo es una oportunidad de negocio para ganar valor”

El gigante de logística Bleckmann, con Kurt Pierloot como consejero delegado, acaba de aterrizar en España, una expansión que coincide con el cada vez mayor número de crisis globales que afectan al sector en todo el mundo.  

Kurt Pierloot (Bleckmann): “El proteccionismo es una oportunidad de negocio para ganar valor”
Kurt Pierloot (Bleckmann): “El proteccionismo es una oportunidad de negocio para ganar valor”
Kurt Pierloot, consejero delegado de Bleckmann.

Celia Oliveras Castillo

7 nov 2024 - 05:00

El Mar Rojo, la guerra de Ucrania, la crisis sanitaria del Covid-19, las huelgas de los transportistas, el auge del proteccionismo… El mundo se enfrenta cada vez a más shocks que afectan la manera en la que las personas y los productos pueden moverse por el mundo. Y también, al precio que lo hacen. El consejero delegado de Bleckmann, Kurt Pierloot, que acaba de empezar a operar en España, analiza la situación del sector de la logística y asegura que incluso un aumento de las barreras comerciales pueden suponer una oportunidad de negocio.

 

 

Pregunta: ¿Cuáles diría que son los principales retos a los que se enfrenta el sector hoy en día?

Respuesta: Durante los últimos años, lo que ha cambiado es el impacto externo al que hemos tenido que hacer frente, y me refiero al Covid-19, la crisis de Ucrania, el mar Rojo y todos estos grandes shocks. Nunca habíamos visto antes nada igual, antes había impactos, pero estaban relacionados con el propio negocio, con cómo mejorar la automación o usar más datos, por ejemplo. Sólo para poner las cosas en perspectiva, en las primeras semanas después de que estallara el Covid-19, como compañía perdimos la mitad de nuestro volumen. La demanda volvió, claro está, pero con un volumen completamente diferente y un tipo de cliente diferente.

 

 

P.: Ya hemos vivido varios años marcados por shocks en las cadenas de suministro, ¿cómo ha hecho esto que evolucione la industria?

R.: La gente se ha dado cuenta de que la logística tiene un gran impacto. Si todo funciona bien, ni te das cuenta, pero si no funciona, tienes un problema. Todo el mundo asumía que la logística era una norma, que todo se organizaba perfectamente, y de repente se da cuenta de que no, por lo que empezaron a surgir dudas sobre si es inteligente producir en un único país o es mejor hacerlo en múltiples países, o cómo de arriesgado es depender de un único proveedor. Y, en segundo lugar, las empresas, especialmente las de moda, que tienen uno de los márgenes más altos entre el precio de venta y el de coste, se dieron cuenta de que si la logística no funciona, esto tiene un coste muy elevado en el negocio. Y no hablo del coste logístico, sino el de una venta perdida.

 

 

P.: La facturación de los operadores online creció enormemente a raíz de algunos de estos shocks, que luego volvieron a caer con la vuelta a la normalidad. ¿Cuáles son las perspectivas para el sector a partir de ahora?

R.: Las previsiones a largo plazo para la industria son todavía muy positivas, y los principales indicadores apuntan a un crecimiento de entre un 5% y 6% anual, ligeramente por encima de la inflación. Lo que sí que se verá, como siempre, es que las marcas fuertes de siempre permanecerán, pero otras más pequeñas van y vienen con más facilidad.

 

 

 

 

P: Sucedió algo similar para las empresas de logística, pero estas todavía no han vivido esta normalización de sus beneficios… ¿o sí?

R.: El sector en sí mismo no ha crecido demasiado. Sí que en algunos sectores los beneficios se dispararon, pero principalmente los operadores de contenedores, porque en lugar de pagar 2.000 euros un contenedor, se empezaron a pagar a 10.000 euros o 15.000 euros y los ingresos se multiplican por cinco.

 

 

P.: Algunos pure players como Zalando han empezado a comercializar su cadena de suministro para terceros. ¿Cómo afecta a las empresas de logística que una empresa de moda, que conoce el sector desde dentro, se introduzca en el campo de juego?

 

R.: Es un desafío. Y Zalando es un gran ejemplo, porque para muchos de nuestros clientes son un canal muy importante y si no venden a través de ellos, sienten que están perdiendo ventas. Y por eso nosotros trabajamos mucho con ellos, aunque sea gestionando nosotros todo el proceso logístico. Aunque ellos no lleguen a tocar nunca el producto, si una empresa quiere vender en su plataforma debe cumplir con las políticas y reglas de Zalando. Pero lo veo como algo positivo, porque este tipo de irrupciones y cambios obligan al sector a renovarse y preguntarnos cómo podemos mejorar.

 

 

 

 

P.: Con Estados Unidos adoptando una política cada vez más proteccionista, ¿cómo afectará esto al sector?

 

R.: Lo compararía con el Brexit, ¿cuál será el impacto de este proteccionismo? Será un desafío mayor para las empresas construir un negocio global porque, como en Reino Unido, deberán pagar impuestos más altos en Estados Unidos. Esto significa también, sin embargo, que si las empresas logísticas son capaces de ofrecer una solución completa van a ganar más importancia y tendremos un valor más alto para nuestros clientes. Esto crea una oportunidad de negocio porque el campo de juego se vuelve más complejo y tu negocio gana valor añadido.

 

 

P.: ¿Y se traducirá en más beneficios, entonces?

 

R.: Bueno sí, más beneficios pero porque hay más servicios que ofrecer.

 

P.: Y para acabar, no se puede hablar de logística sin hablar de sostenibilidad. ¿En qué medida afectarán a la forma de operar del sector?

 

R.: Justamente creo que es un factor que va a tener un gran impacto precisamente en la moda, parecido al que tuvo en su día la irrupción de Internet. Si ahora volviéramos al año 2000 y nos dijeran hasta qué punto forma parte del negocio, pensaríamos que es imposible. Y este impacto va a venir por dos lados, primero las legislaciones, claramente, tal y como está haciendo la Unión Europea. Pero en lo que yo creo que va a afectar todavía más es en el cambio del comportamiento de los consumidores, porque ahora se va a convertir en un imprescindible, y las empresas van a tener que buscar nuevas formas de conectar con ellos, de convencerles de que son empresas sostenibles para volver a ser atractivas.