Victoria’s Secret pagará 8 millones de dólares de indemnización por el cierre de una fábrica en Tailandia
Tras meses de protestas por parte de los extrabajadores del centro de producción, la compañía estadounidense de íntimo concederá un préstamo de 8,3 millones. La fábrica Brilliant Alliance cerró en marzo de 2021 y fueron despedidos 1.250 trabajadores.
30 may 2022 - 10:00
Victoria’s Secret cede. La compañía estadounidense de íntimo ha concedido un préstamo de 8,3 millones de dólares a uno de sus proveedores en Tailandia, Brilliant Alliance, en concepto de indemnización tras el despido de 1.250 trabajadores en marzo de 2021, cuando cerró la fábrica, según ha explicado la asociación The Solidarity Center and the Worker Rights Consortium (WRC).
Cuando Brilliant Alliance cerró sus puertas, el Gobierno tailandés demandó que su dueño, Clover Group, pagase una indemnización a sus trabajadores en un plazo de treinta días. El grupo se negó y declaró que “no tenía dinero y que deberían esperar diez años para recibir el pago completo”.
El caso se extendió rápidamente después de que los trabajadores llamasen la atención de organizaciones sin ánimo de lucro (ONG) y asociaciones internacionales como Solidarity Center, Worker Rights Consortium, Clean Clothes Campaign y Remake. Los trabajadores también presionaron a otros grandes operadores del sector como Gap, American Eagle Outfitters y PVH, que no trabajaban directamente en Brilliant Alliance, pero tienen relación con Clover.
Torrid y Lane Bryant, que también se aprovisionaban en Brilliant Alliance, no han participado en la indemnización
La semana pasada, Clover finalmente accedió a pagar la indemnización a los trabajadores. Cumpliendo con la ley tailandesa, la plantilla de Brilliant Alliance también recibirá un millón de dólares de intereses. Los trabajadores han estado representados por la Triumph International Union, afiliada con la Confederation of Industrial Labor or Thailand. Además de Victoria’s Secret, también las firmas Torrid y Lane Bryant se aprovisionaban en la fábrica tailandesa, pero ninguna de las dos empresas ha participado en la indemnización.
“Que los trabajadores de la industria de la confección queden indefensos ante la injusticia de las cadenas globales de producción de las empresas no es nada nuevo, pero esta vez han ganado”, expresó David Welsh, director de Solidarity Center en Tailandia.
“Nuestra organización ha documentado cientos de casos de robo de salarios en la cadena de aprovisionamiento de la moda y este ha sido el más grande, pero también el que mayor compensación ha recibido”, explicó Scott Nota, director de Worker Rights Consortium.