Los tres gigantes de la moda en España facturan más produciendo menos que en 2019
Mango y Tendam producen hoy menos prendas que en 2019, pero facturan un 2% y un 13,2% más, respectivamente. Inditex ha seguido aumentando la producción en toneladas, pero menos de lo que ha incrementado las ventas.
5 sep 2023 - 05:00
La moda exprime más cada prenda. La inflación y una estrategia de sourcing afinada tras dos años de pandemia ha permitido a los tres mayores grupos de moda de España desacoplar, al menos parcialmente, el crecimiento de la producción. Mango y Tendam producen hoy menos prendas que en 2019, pero facturan más. Inditex ha seguido aumentando la producción en toneladas, pero menos de lo que ha incrementado las ventas.
El grupo gallego dejó de dar el dato de prendas puestas en el mercado en unidades hace años, y lo da ahora en peso. En 2019, la matriz de Zara colocó en sus tiendas 545.036 toneladas de ropa, que le reportaron una facturación de 28.286 millones de euros.
Tres años después, la compañía factura un 15,1% más, con un 14% más de prendas, hasta 621.244 toneladas, consecuencia de su modelo de producción en proximidad, que le permite ajustar al máximo la producción.
El resultado es que Inditex ingresa más por cada tonelada que pone en el mercado: de 51.897 euros por tonelada en 2019 a 52.425 euros en 2022. A una media de 500 gramos por prenda, los ingresos del grupo serían de 26,2 euros por cada unidad, frente a los 25,9 euros de 2019.
En el caso de Mango, el cambio es aún más extremo: la ratio entre producción y ventas pasó de 15 euros por unidad en 2019 a 17,3 euros en el último ejercicio.
La compañía factura hoy un 13,2% más que en 2019 con un 2% menos de unidades producidas. En concreto, la cadena facturó 2.688 millones de euros el año pasado y produjo 155,1 millones de unidades de ropa.
Por su parte, Tendam ingresa hoy 13,9 euros por cada prenda que vende, nueve céntimos más que en 2019. El grupo propietario de Cortefiel, Pedro del Hierro, Springfield y Women’secret, entre otras marcas, facturó 1.211 millones de euros el año pasado, un 2% más que en 2019, con 87 millones de prendas vendidas, un 4,4% menos.
Parte de este desacople entre crecimiento y aumento de la producción se debe a la inflación. En 2022, los precios del vestido y el calzado se incrementaron un 1,8% en España, un 2,9% en Estados Unidos y un 2,9% en la Unión Europea.
Todos los grandes grupos de moda subieron precios el año pasado, aunque la mayoría no precisaron en qué medida. Inditex, por ejemplo, apuntó que la subida había sido del 2% en España y de “un solo dígito medio” a escala global.
Sea por el motivo que sea, estos datos sitúan en una buena posición a las empresas españolas ante el desafío de la transformación sostenible. Desacoplar la producción del crecimiento es condición sine qua non para avanzar en la sostenibilidad del sector. De hecho, una de las críticas que la organización Fashion Revolution realizaba en su último Transparency Index era precisamente la falta de conciencia sobre este punto en los planes de sostenibilidad de las mayores empresas del sector.
Según la entidad, el 88% de las grandes empresas no comunican sus volúmenes anuales de producción, y sólo el 1% tiene objetivos de reducir el número de nuevos productos que fabrica, en línea con los principios de la economía circular.