La ‘supply’ respira: los estibadores de EEUU paran la huelga y retoman operaciones

Vuelve la actividad a los puertos de Estados Unidos. Los estibadores de los principales puertos de la costa este y el golfo, que el lunes comenzaron la primera de tres jornadas de paro, han vuelto hoy a reanudar las operaciones. La Asociación Internacional de Estibadores (ILA) ha anunciado el final temporal de la huelga, mientras negocian el nuevo convenio salarial para el sector.

El nuevo acuerdo, válido para los próximos seis años, contempla una subida salarial del 61,5% de los salarios, frente al 77% que pedía el sindicato en el inicio de la huelga y el 50% que ofrecía la patronal. Desde la entidad han asegurado, además, que a partir de ahora utilizarán un “lenguaje diferente” para tratar de abordar la automatización del trabajo portuario.

La gota que colmó el vaso en las negociaciones para un acuerdo fue, de hecho, las pruebas que dos operadores, Maersk y APM, estaban llevando a cabo con camiones sin conductor, lo que haría peligrar las funciones de los estibadores. Con la finalización del anterior acuerdo colectivo el pasado lunes, además, los trabajadores demandaban un aumento salarial proporcional al aumento del beneficio de las navieras durante la pandemia.

Los estibadores han acordado un aumento salarial del 61,5% en seis años

El acuerdo supone un incremento medio de los salarios de 39 dólares la hora hasta 63 dólares la hora para el fin del periodo. Ahora, tanto el sindicato como la patronal tienen hasta el 15 de enero de 2025 para llegar a un acuerdo definitivo que contemple el resto de asuntos clave.

El actual presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se posicionó del lado de los estibadores a las puertas de las próximas elecciones presidenciales, presionando a la patronal para elevar su oferta. “El acuerdo provisional representa un avance decisivo hacia un contrato sólido en el futuro”, aseguró el presidente ayer.

El parón de los estibadores esta semana ha representado la primera huelga del sector en los últimos 50 años. Aunque los datos del efecto total son difíciles de medir, se estimaba que el coste por día de paro alcanzaba 5.000 millones de dólares por día, ha dejado a hasta 45 buques paralizados a las puertas de los puertos afectados. La moda vuelve a respirar tranquila con el fin del que podía convertirse en el último shock de una cadena de suministro ya tensionada por la crisis en el Mar Rojo y la situación política en Bangladesh.