Lenzing cierra 2021 en niveles pre-Covid y nombra a un nuevo consejero delegado

Stephan Sielaff

Lenzing deja atrás la pandemia. La compañía austríaca de hilatura ha cerrado 2021 con un crecimiento interanual del 34,4%, hasta 2.194,6 millones de euros. Frente a 2019, el alza de la empresa ha sido del 0,9%, quedando en niveles muy similares a los de antes del estallido del Covid-19.

Además, el grupo austríaco ha nombrado un nuevo consejero delegado, Stephan Sielaff, seis meses después de la salida de Stefan Doboczky, al frente de la empresa desde 2015. Sielaff asumirá su puesto el 1 de abril de 2022.

En 2021, la empresa ha vuelto a beneficios, con un resultado neto de 127,7 millones de euros, dejando atrás las pérdidas de 10,6 millones de euros que registró en 2020. Frente al ejercicio previo al estallido de la pandemia, el resultado neto de Lenzing ha caído un 13,7%. La compañía ha señalado que experimentó “aumentos significativos de precios de energía, materias primas y logística”.

Lenzing prevé aumentar su ebitda en 2022, pero advierte de que la inflación en la energía, las materias primas y el transporte continuarán afectando a su negocio

Lenzing, que opera con las fibras Tencel, Lenzing, Ecovero y Vocel, acaba de empezar a operar en su nueva fábrica en Tailandia, especializada en lyocell. El objetivo es que la nueva planta, ubicada en Prachinburi (Bangkok), genere hasta 10.000 toneladas de fibras anualmente. Este año, Lenzing también instaló una nueva fábrica de pulpa textil en Brasil.

El grupo de hilatura ha señalado que, en 2021, el coste del proceso de disolución de pulpa de celulosa se incrementó más de un 50%. A 31 de diciembre del año pasado, el precio de la pulpa celulósica se establecía en 905 dólares por tonelada.

Para este año, la empresa prevé que “el fuerte incremento de los costes de energía y los problemas en la cadena de aprovisionamiento” supongan nuevos retos económicos. Además, Lenzing también ha hecho mención de la guerra entre Ucrania y Rusia, que añade “volatilidad en las regiones relevantes para nuestro negocio”.

“La presión de costes de energía, de materias primas y de logística continuarán existiendo en los primeros trimestres de 2022”, ha apuntado la empresa. Con todo, Lenzing prevé que sus niveles de resultado bruto de explotación (ebitda) este año sean “significativamente mayores” a los de 2021.

Baile de sillas en la cúpula de Lenzing

Con el nombramiento de Stephan Sielaff, Lenzing ha realizado más cambios en su cúpula. Sielaff remplazará al consejero delegado interino Cord Prinzhorn, que asumió el puesto tras la salida de Doboczky en septiembre. Tras este movimiento, Prinzhorn ocupará la presidencia de Lenzing a partir del 26 de abril de 2022. El ejecutivo remplaza así a Peter Edelmann, que es presidente de Lenzing desde 2019.

Cord Prinzhorn ha pasado el grueso de su trayectoria profesional en compañías industriales y ha pasado por puestos directivos como jefe de producción de Envases Industriales y X Roads Solutions. En 2007, el ejecutivo asumió la dirección financiera de Grupo Prinzhorn y, seis años después, fue nombrado consejero delegado. En mayo de 2021, Prinzhorn se sumó al consejo de administración de Lenzing como independiente.

Por su parte, Stephan Sielaff es licenciado en ingeniería química y ha asumido puestos de alta responsabilidad en empresas como Unilever, de cosmética, y Symrise entre 1993 y 2014. El ejecutivo trabajó posteriormente en Archoma y fue nombrado director de tecnología de Lenzing en marzo de 2020.

Además, Thomas Obendrauf, director financiero de la empresa, también dejará su puesto una vez finalice su contrato en junio de 2022. El ejecutivo se incorporó a la posición en 2016 y formó parte del equipo de gestión de la planta de producción de la empresa en Tailandia.