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Revista Modaes Especial número 51

‘Next gen’: el mapa de las fibras de nueva generación en España

La moda se enfrenta a sus propios objetivos de sostenibilidad, entre los que se incluyen el uso de textiles reciclados en un porcentaje de su producción y son cada vez más las pequeñas empresas especializadas en materias next gen.

‘Next gen’: el mapa de las fibras de nueva generación en España
‘Next gen’: el mapa de las fibras de nueva generación en España
Las grandes empresas de moda están invirtiendo en escalar el reciclaje textil a textil.

Celia Oliveras Castillo

Las fibras de nueva generación se han convertido en uno de los últimos objetivos de la moda en todo el mundo. Las grandes empresas están dedicando parte de su presupuesto a invertir o firmar compromisos de compra con start ups capaces de convertir residuos textiles en nuevas fibras. España, hogar de algunos de los nombres más relevantes para la gran distribución y cercana a la cadena de suministro en Turquía y Marruecos, se ha convertido en uno de los destinos para que estas compañías de fibra ubiquen sus plantas. Empresas como Gr3n o Share Tex ya tienen previsto la apertura de nuevas fábricas en el territorio, mientras otras como Circ o Ambercycle tienen al sur de Europa en el punto de mira para escalar.

 

 

Revista Modaes

Especial número 51

 

 

La moda se enfrenta a sus propios objetivos de sostenibilidad, entre los que se incluyen el uso de textiles reciclados en un porcentaje de su producción. Para ello, son cada vez más las pequeñas empresas especializadas en materias next gen que están invirtiendo en escalar su tecnología, capaz de convertir residuo textil en nuevas fibras. En este panorama, España se ha convertido en uno de los principales focos europeos para estas compañías, que están invirtiendo en la construcción de diferentes plantas en el territorio.

 

La empresa suiza Gr3n se alió en marzo de este año con Intecsa Industrial para construir una planta de reciclaje de poliéster en España. A través de una inversión de alrededor de 200 millones de euros, ambas compañías prevén que la fábrica sea capaz de reciclar hasta 40.000 toneladas de fibras (provenientes tanto de plástico reciclado como de poliéster). A pesar de que todavía no se conoce la ubicación exacta de esta planta, las principales opciones son el centro y sur de España.

 

Aunque la construcción de la planta de Gr3n no se estima que comience hasta principios de 2025, otros actores del sector ya han dado comienzo a sus propios proyectos en el territorio. Concretamente, la empresa Energía y Celulosa (Ence) firmó en junio un acuerdo con la start up Share Tex para construir una fábrica piloto de celulosa a partir de residuos textiles. La localidad de As Pontes (La Coruña) es la ubicación escogida para el proyecto, que utilizará principalmente residuos  de reciclaje mecánico y de posconsumo recolectados en la región de Galicia, hogar de Inditex, el mayor grupo distribuidor de moda en todo el mundo.

 

La portuguesa Altri está también inmersa en un proceso para construir una fábrica de fibras textiles de celulosa en Palais de Rei (Lugo). La compañía presentó en junio los detalles del proyecto, que prevé que tenga una capacidad para reciclar hasta 200.000 toneladas de lyocell (una fibra producida a partir de material vegetal como madera).

 

En el plano internacional, otras compañías como las estadounidenses Circ y Ambercycle también tienen a España entre sus opciones para construir las primeras grandes fábricas de reciclaje textil. Ambas empresas han puesto en valor la localización de la península, por su cercanía a grandes núcleos productivos como Turquía, entre otros.

 

Fibra reciclada

Ese es el porcentaje de las emisiones de gases de efecto invernadero de Inditex a causa únicamente de la extracción de materias primas (el tercero más relevante tras los procesos húmedos y el uso de productos, con un 20% cada uno). La elevada huella de carbono que supone la extracción de materias primas vírgenes ha hecho que sustituir el uso de este tipo de materiales por fibras recicladas sea una de las principales líneas de acción de las empresas de moda para reducir sus emisiones. Para alcanzar sus objetivos de sostenibilidad antes de 2030, las grandes empresas de moda están invirtiendo en escalar el reciclaje textil a textil y reducir así su dependencia de las opciones tradicionales.