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‘Show me the money’: de Pepe Jeans a El Ganso, los ‘diamantes’ de los fondos de inversión

Pese a ser un sector tradicionalmente volcado en la financiación bancaria, y no figurar entre los más atractivos para el capital, algunos grupos españoles de moda han conseguido despertar el interés de fondos extranjeros como M1 y L Catterton.

L. Molina

2 abr 2018 - 04:45

‘Show me the money’: de Pepe Jeans a El Ganso, los ‘diamantes’ de los fondos de inversión en la moda española

 

 

El capital busca diamantes en bruto en la moda española. El sector ha estado tradicionalmente muy vinculado a la financiación bancaria por el tamaño pequeño del grueso de las compañías, su poca profesionalización y la actitud generalmente reacia a dar entrada a socios externos. Sin embargo, tras la crisis económica, el escenario ha cambiado: el crecimiento de algunos actores de la moda española, la liquidez disponible en el mercado y un número cada vez más elevado de casos de éxito han despertado el interés de fondos y gestoras por el sector.

 

“La moda en España tiene un ‘efecto llamada’ importante por el atractivo del made in Spain, y nuestra calidad en términos de exportación está muy bien valorada”, explica Sergio Sánchez, de la aceleradora financiera Value-on, dedicada a ayudar a terceras empresas a crecer mediante la aportación de fondos o bien apoyando la gestión económica.

 

Pepe Jeans, el caso de libro

Uno de los casos más significativos del éxito de operaciones corporativas en España es el de Pepe Jeans. A finales de los años noventa, los directivos españoles de la compañía, Carlos Ortega y Javier Raventós, se hicieron con el control de la empresa mediante un management buy out, que lanzaron con el apoyo de 3i, accionista de referencia. 

 

La operación no representó la compra del cien por cien de la empresa, sino de la actividad en España, Francia, Italia, Grecia, Oriente Medio y Latinoamérica. La compañía inició entonces un proceso para recomprar su marca en todo el mundo.

 

 

 

 

En agosto de 2010, el capital de Pepe Jeans dio un nuevo vuelco con la entrada en su accionariado del fondo de capital riesgo Mercapital, Artá Capital (el vehículo inversor de la familia March), y a L Capital (el fondo de LVMH). Estos tres grupos se hicieron con el 16,4% y el 11,5% del capital, respectivamente, por un importe de 85 millones de euros.

 

Tras dicha operación, el valor de la empresa se cifró en 304 millones de euros, más del triple que los 116 millones de euros en que se valoró con la entrada de Torreal, el brazo inversor del empresario Juan Abelló, en 2005. La entrada de Torreal, que se hizo con el 31% de Pepe Jeans, supuso la salida del accionariado del grupo británico de capital riesgo 3i.

 

Tras la entrada de Mercapital, Artá Capital y L Capital, Torreal redujo su participación del 41,93% al 31%, mientras que el equipo directivo de la época, liderado por Carlos Ortega y Javier Raventós, controlaba el 30% del capital. Pepe Jeans cerró 2009 con una cifra de negocio de 347,3 millones de euros.

 

 

 

 

Pepe Jeans continuó creciendo en los años posteriores a la operación. La empresa cerró su ejercicio 2013 con una facturación de 481,9 millones de euros, un 6,4% más que en el año anterior, mientras que el beneficio se disparó un 91%, hasta 30,28 millones de euros. El fuerte impulso del negocio llevó a la compañía a contratar a Morgan Stanley en 2014 para estudiar opciones de venta de la empresa.

 

Un año después, en 2015, Torreal, Artá Capital y L Capital pactaron la venta de su participación en bloque, que ascendía al 58,9% del capital, al grupo de origen libanés M1, su actual propietario. La rentable operación, que se completó en febrero de ese mismo año, se cifró por un importe que rondaba los 730 millones de euros.

 

Tras cambiar de manos, M1 inició un plan estratégico que contemplaba crecer mediante su desarrollo en mercados emergentes de África, Oriente Medio y Asia. Los planes del fondo pasaban por disparar las ventas de Pepe Jeans un 79% y duplicar el resultado bruto de explotación (ebitda) hasta 2019.

 

 

 

 

En 2016, los últimos resultados disponibles, la compañía ganó un 40% más, hasta 12,24 millones de euros, dejando atrás la caída del resultado neto registrada en 2015, motivada por la firma de un crédito sindicado de 250 millones de euros. Sin embargo, el ebitda de Pepe Jeans ascendió a 65,96 millones de euros en 2016, un 7,8% menos, mientras que las ventas se redujeron un 1,5%, hasta 551 millones de euros, alejándose del objetivo marcado para 2019.

 

“Torreal vendió en su momento más álgido, mientras que los nuevos inversores ahora están obteniendo una rentabilidad menor por el lastre de los años de crisis en las empresas de denim”, argumente Sánchez de Value-on.

 

 

Tous, el ‘osito’ más valioso 

El grupo joyero Tous, uno de los mayores en el sector por cifra de negocio de España, también ha protagonizado una de las mayores operaciones corporativas de los últimos años. En julio de 2015, la compañía vendió el 25% de su capital al fondo suizo Partners Group con la intención de impulsar su plan estratégico de expansión en el extranjero.

 

A finales de ese mismo año, Tous remodeló su consejo para dar entrada a dos representantes de Partners Group. Andrew Deakin y Carlos Sanz, director general de inversiones en Europa y vicepresidente del fondo, respectivamente, entraron en el órgano, mientras que Rosa Oriol, cofundadora del grupo junto a Salvador Tous, abandonó su silla.

 

 

 

 

Desde la incorporación de Partners Group, la empresa ha redoblado su apuesta en el exterior, especialmente en Latinoamérica, donde Tous ha realizado numerosas aperturas en países como México y Colombia. A principios de 2018, la compañía desembarcó en Honduras, y tiene previsto realizar treinta aperturas en toda la región.

 

Aunque seguramente permanezca unos años más en el accionariado, si Partners Group decidiese vender su participación, seguramente obtendría una alta rentabilidad. Tous cerró 2017 con ventas de 446 millones de euros, un 10,6% más que en el año anterior, frente a los 371 millones que facturó en 2014. A cierre del ejercicio pasado, el grupo sumaba 622 tiendas en medio centenar de países, más de cien establecimientos adicionales a lo que tenía en 2014.

 

 

Eurazeo en Desigual

El crecimiento galopante de Desigual, cuarto mayor grupo de moda de España por cifra de negocio, entre finales de la década pasada y 2014 fue un caramelo difícil de resistir para el capital. En marzo de 2014, la compañía catalana, controlada por Thomas Meyer, dio entrada al fondo francés Eurazeo, que tomó el 10% del capital por 285 millones de euros.

 

La operación, realizada mediante una ampliación de capital, valoró la empresa en alrededor de 3.000 millones de euros, un múltiplo de diez veces ebitda, una valoración habitual en el sector internacional de la moda. El movimiento protagonizado por Eurazeo tuvo lugar dos años después de la salida de la empresa de Manel Adell (anterior consejero delegado de la compañía). En su marcha, Adell vendió el 30% del accionariado que controlaba a Meyer, quien pasó a controlar el cien por cien tras desembolsar cerca de 200 millones de euros.

 

Hasta 2014, Desigual registró un crecimiento sólido. Sin embargo, la evolución de la empresa se truncó en 2015, cuando las ventas encogieron un 3%, hasta 933 millones de euros.  El ebitda, por su parte, cayó un 25%, hasta 200 millones de euros. En 2015, el grupo puso en marcha un plan de transformación de su negocio, que pasa este año por recuperar volumen con un producto y una marca para un público más amplio, así como invertir 130 millones de euros en la reforma de toda su red de distribución en tres años, empezando por su tienda de Paseo de Gracia en Barcelona.

 

 

El Ganso, el fenómeno español de la moda masculina que encandiló a L Catterton

En 2015, el mismo año en que Partners Group entró en Tous, El Ganso cerró una de las operaciones corporativas más relevantes que han tendido lugar en el segmento de la moda masculina en España, tan solo nueve años después de su fundación. Acturus Capital, la sociedad que controla la compañía madrileña, vendió el 49% del capital a L Catterton (antes L Capital), el fondo de inversión vinculado a LVMH.

 

La operación serviría para poner en marcha un nuevo plan de expansión con foco en Europa y México. A cierre de 2015, El Ganso contaba con 600 empleados y sumaba una red de 120 establecimientos en España, Francia, Portugal, Bélgica, Reino Unido, Holanda, Italia, Alemania, Chile y México. Las ventas ascendían a 70 millones de euros.

 

 

 

 

Al año siguiente, el grupo llevó a cabo medio centenar de aperturas entre España y el extranjero, y reforzó sus alianzas con los grandes almacenes Galeries Lafayette y Liverpool. Tras crecer un 17% en 2016, El Ganso cerró 2017 con una facturación de 81 millones de euros, una cifra en línea con el año anterior, en un ejercicio marcado por la refinanciación de su deuda.

 

En 2018, la compañía madrileña prevé alcanzar los 89 millones de euros y su hoja de ruta pasa por continuar reforzando el área digital, bajar la persiana de algunas tiendas deficitarias y seguir impulsando la marca con acciones como la de La Granja de Gansos, o New Season, New Sounds, con la que convirtió sus tiendas en salas de conciertos. En el extranjero, México y Oriente Medio serán los mercados foco. Hasta 2023, El Ganso prevé poner en marcha unas diez tiendas cada año para mantener un ritmo de crecimiento anual del 11%.

 

 

De Moncler a SMCP: los ‘ases’ del capital en la moda internacional

Más allá del mercado español, los grupos de inversión se han volcado con más ímpetu en el sector de la moda, sobre todo en compañías francesas e italianas, dado la apreciada imagen de la que goza el sector en estos dos países. La italiana Moncler es uno de los máximos exponentes del interés de los inversores, ante el elevado número de operaciones protagonizadas.

 

En 2008, Carlyle Group elevó su apuesta por Moncler y entró en el accionariado con una participación del 48%, hasta entonces en mano de Remo Ruffini, presidente y director creativo, por la cual desembolsó 215 millones de euros. Tres años después, en 2011, Carlyle y Ruffini vendieron el 45% del capital al fondo galo Eurazeo por 418 millones de euros. Tras la operación, la valoración de Moncler se situó en más de 1.200 millones de euros.

 

En 2014, Carlyle salió definitivamente de Moncler con la venta de su participación restante, que era del 7,13%, por 215 millones de euros, el mismo importe que pagó por la mitad de la compañía en 2008. Un año antes, en 2013, Ruffini Partecipazione, el hólding de inversión de Ruffini, vendió el 14% del capital por 103 millones de euros al grupo italiano de inversión Tamburi Investments. La operación valoró la empresa en 2.300 millones de euros.

 

 

 

 

Tras tomar el 45% de Moncler, Eurazeo ha ido reduciendo poco a poco su huella en el capital de la empresa. En 2013, tras la salida a bolsa de la comapñía, el fondo vendió un 36,85% de las acciones, y en los años siguientes ha continuado desinvirtiendo.

 

En 2015, el fondo vendió el 8% de la empresa por cerca de 340 millones de euros, lo cual supuso una plusvalía de 280 millones de euros. Tras la operación, Ecip M, subsidiaria de Eurazeo, se convirtió en propietario de una participación del 15,5% en la compañía italiana.

 

El movimiento accionarial más reciente de Eurazeo con Moncler tuvo lugar a finales de 2017, cuando el fondo volvió a desinvertir, con la venta de 8,5 millones de acciones, pertenecientes a Ecip M, por unos 208 millones de euros, hasta dejar la participación de su subsidiaria en el 5,31%.

 

SMCP es otro de los grupos de moda que ha cambiado de manos entre inversores con mayor frecuencia en esta década, a la vez que ha mantenido el ritmo de crecimiento. En 2013, L Capital y Florac, accionistas mayoritarios de la matriz de Sandro, Maje y Claudie Pierlot, se desprendieron del 70% del capital, que pasó a manos del fondo de inversión KKR. La operación valoró entonces a SMCP en alrededor de 650 millones de euros.

 

 

 

 

Tras duplicar su tamaño entre 2013 y 2016, SMCP despertó el interés de Shandong Ruyi, uno de los titanes del textil en China. En octubre de 2016, el grupo asiático completó la compra de una participación mayoritaria a KKR por 1.300 millones de euros, el doble de lo que pagó en 2013. Tras el cierre de la adquisición, KKR se mantuvo como accionista minoritario de SMCP, cuya valoración rondaba entonces los 1.700 millones.

 

Shandong tiene en marcha un plan de expansión para la matriz de Sandro que prevé cuadruplicar su red de tiendas en China, hasta alcanzar el mismo número de establecimientos con los que opera en Francia. Asimismo, el actual propietario de SMCP contempla crecer mediante la incorporación de nuevas marcas en la cartera del grupo.

 

Fosun, otro inversor de origen chino, también ha redoblado su apuesta por la moda europea. El pasado febrero, el grupo, dueño de la italiana Caruso desde 2017 y de la francesa Iro desde 2016, se convirtió en accionista de referencia de Lanvin, tras tomar la participación mayoritaria que ostentaba la empresaria taiwanesa Shan Lan Wang. La empresa francesa atravesaba una situación crítica, tras elevar sus pérdidas en 2016.

 

Un mes después, en marzo de este año, Fosun salió al rescate de Wolford, el fabricante austríaco de calcetería. Los accionistas mayoritarios de la compañía buscaban un comprador para el negocio desde mediados de 2017.