Inditex reduce su estructura corporativa con la eliminación de veintisiete filiales

Inditex aligera su estructura societaria. El grupo español, líder mundial en gran distribución de moda, ha suprimido veintisiete filiales de su red corporativa a 31 de enero de este año. Con 350 filiales, Inditex opera ahora con la menor estructura de su historia desde 2014. Desde 2004, es la segunda vez que el grupo reduce su esqueleto societario, y la primera vez que lo hace dos años consecutivos en toda su historia desde, al menos, 1999, según recoge Cinco Días de la memoria de la compañía.

Inditex ha declarado que la reducción se realiza con el objetivo de simplificar su estructura y alcanzar una mayor agilidad. La mayoría de las sociedades eliminadas desde 2020 (veintiuno de ellas) se dedicaban a la venta al público, aunque la compañía ha argumentado que algunas de ellas no forman parte de la reducción intencionada de sociedades. Entre enero de 2020 y abril de 2021, el grupo gallego ha cerrado 711 tiendas en todo el mundo.

Inditex ha suprimido cuatro sociedades en España, dejándola con 55 filiales activas

Cuatro de las sociedades eliminadas formaban parte del negocio del grupo gallego en España: Fibracolor (que gestionaba la fábrica de Inditex en Tordera desde 2008), Tordera Logística, Uterqüe Logística e Invercarpro, inmobiliaria sumada al grupo en 1992. Todas ellas habían cesado su actividad hacía años, y registraban balances prácticamente vacíos. Inditex suma ahora 55 sociedades en España, y es el país donde cuenta con más empresas activas. La sigue China, con 36, y Países Bajos, con 18.

En los mercados de Croacia, Bosnia, Japón y Dinamarca, entre otros, Inditex ha suprimido los negocios de algunas de sus cadenas, como Oysho, Massimo Dutti, Pull & Bear, Bershka, Stradivarius o Zara Home, y los ha remplazado por una sola sociedad que copa todo el país. En otras localidades, como Macao, ha optado por cerrar directamente todas sus tiendas físicas y operar exclusivamente a través de ecommerce.

Inditex finalizó el período entre febrero y abril de este año con un margen bruto del 59,9%, el porcentaje más elevado conseguido en un primer trimestre en, como mínimo, las últimas dos décadas. Según justificó Pablo Isla, presidente del grupo, en la presentación de los resultados trimestrales de la compañía, las cifras se debieron a la flexibilidad de su cadena de suministro.

Su resultado neto en el primer trimestre del año se situó en 421 millones de euros, frente a las pérdidas de 409 millones de euros de 2020 y los 734 millones de euros de 2019. Las ventas llegaron a 4.942 millones de euros, un 56% más que las cifras del mismo período de 2020, pero un descenso del 11,5% con respecto a 2019.