Aprender a decir mascarilla
4 ene 2021
El 10 de febrero de 2020, a las siete de la tarde, en la redacción de Modaes.es vivimos una pequeña crisis. Como decimos en la jerga periodística, se nos cayó la apertura: es decir, tuvimos que abortar la publicación de la noticia con la que íbamos a abrir la edición del día siguiente. Para solventar el problema, decidimos estrujar una conversación con un directivo del sector que habíamos tenido aquella tarde, que nos había hablado del impacto que el Covid-19 podía tener en el sector. “¿Made in China? El coronavirus amenaza el sourcing de los gigantes de la moda?”. Así se tituló la primera pieza que escribimos en Modaes.es sobre el que iba a ser el protagonista de todo 2020.
Ninguno de nosotros podía imaginar lo que ha terminado siendo este año, que quedará para el recuerdo como uno de los más complicados de la historia reciente. Los más jóvenes no recuerdan si quiera el atentado contra las Torres Gemelas y para muchos lo más traumático que habíamos vivido hasta ahora era la crisis económica de 2007, con aquella imagen de dos jóvenes cargando un cartel de Lehman Brothers. Ahora, la imagen que tengo grabada es la de Pedro Sánchez saliendo en prime time el 14 de marzo a decretar el estado de alarma y mi hija, de sólo un año y medio, ha aprendido a decir mascarilla y cuando no la llevo la señala con el dedo.
El Covid-19 ha supuesto un golpe de dimensiones enormes en toda la humanidad, que ha visto desafiada su estabilidad, especialmente en términos de su salud. Personalmente no he sufrido ninguna pérdida de un ser querido por el Covid-19 o durante el confinamiento, pero tengo compañeros que sí lo han padecido y es, sin duda, el mayor impacto que deja esta crisis.
Hemos intentado adaptarnos a este nuevo entorno aportando información, datos y análisis, como siempre, pero sumando nuevos formatos
El Covid-19 también deja tras de sí empresas más pequeñas, más débiles y, la mayoría de ellas, ya no corren, sino que caminan con miedo a volver a tropezar. En Modaes.es, por supuesto, también hemos sufrido: un expediente de regulación temporal de empleo (Erte) y financiación bancaria avalada por el Instituto de Crédito Oficial (ICO) nos ayudaron (y siguen ayudando) a aguantar mientras nos reinventábamos.
De la noche a la mañana hemos cambiado nuestros hábitos de vida, nuestras relaciones sociales y nuestra manera de trabajar. Después de meses de confinamiento, ahora salimos menos de casa, quedamos con menos gente y, si podemos, trabajamos desde nuestro salón usando Zoom para vernos las caras con los compañeros.
Nosotros hemos intentado adaptarnos a este nuevo entorno aportando información, datos y análisis, como siempre, pero sumando nuevos formatos, como vídeo, webinars o conferencias en streaming. Durante semanas conectamos a diario con nuestros lectores a través de Crowdcast, mientras tratábamos de adelantarnos a los acontecimientos analizando la regulación de los alquileres, la necesidad o no de desinfectar las prendas antes de venderlas o qué impacto tendría la acumulación de stock en la creatividad e innovación en el sector.
El Covid-19 también deja tras de sí empresas más pequeñas, más débiles y, la mayoría de ellas, ya no corren, sino que caminan con miedo a volver a tropezar
Los próximos doce meses serán, seguro, complicados. La tan ansiada vacuna ya ha llegado, pero todavía faltan meses (sino años, según los menos optimistas) hasta que recuperemos, si lo hacemos, nuestra vida como era antes. Además, el escenario económico que deja el Covid-19 es, como dicen todas las empresas del sector en sus presentaciones de resultados, “desafiante”.
“Si 2019 ya ha tenido curvas, 2020 promete ser peor todavía. Si el mundo decide que la década que estrenamos es más loca que la anterior, aquí estaremos para contarlo”. Así terminaba el editorial del Modaes.es Dossier 2019. ¡Y vaya si 2020 iba a tener curvas!
Pilar Riaño
Pilar Riaño es la fundadora de Modaes. Lienciada en Periodismo por la Universidad Ramon Llull y MBA por Isem Fashion Business School-Universidad de Navarra, inició su carrera profesional en el diario Expasnión. En 2009 recibió el Premio de Periodismo Textil Pedro Morillo y en 2014 fue reconocida con el Premio Nacional de la Moda en la primera edición de los premios impulsados por el Ministerio de Industria. Forma parte del cuerpo docente de varias universidades españolas.
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