Moda verde
4 dic 2020
A principio de este año y a medida que la pandemia de Covid-19 se fue haciendo realidad, comenzamos a visualizar y comprender la interconexión de nuestras propias vidas con el resto de la humanidad. Este 2020, absolutamente distinto a sus predecesores y extremadamente complejo, ha aumentado la conciencia de los muchos desafíos que enfrentamos como individuos, como sociedad y, también, los que tiene por delante nuestro propio sector: la industria de la moda. Entre ellos podemos distinguir fundamentalmente, las relaciones con los proveedores, las estructuras laborales, la sobreproducción, el desperdicio y las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
Estos problemas sistémicos se hacen más evidentes ante la amenaza inminente del cambio climático, que creará impactos socioeconómicos globales gravitantes en los próximos años. Si no tomamos medidas coordinadas sobre las emisiones de gases de efecto invernadero que causan el cambio climático, según las conclusiones científicas, podremos ver crisis cada vez más comunes, como olas de calor, aumento del nivel del mar y daños a los ecosistemas que son vitales para nuestro futuro en la Tierra.
Más moda verde es menos GEI
Los analistas coinciden en que este mismo año se podría marcar un hito en el camino de la industria para restringir el calentamiento global a los 1,5 grados previstos por el Acuerdo de París. Hasta la fecha, solo unas 50 empresas de la moda se han comprometido y alineado con los objetivos basados en la ciencia y que conforman el acuerdo.
Como contribuyente importante al cambio climático, la industria de la moda debe actuar ahora para reducir sus emisiones de GEI. Los líderes de la moda tienen la responsabilidad de pasar de una trayectoria de descarbonización moderada a una más ambiciosa. Con este desafío en mente, nunca ha sido más importante explorar el status quo de las emisiones y comprender en detalle cómo se pueden desarrollar varios escenarios de descarbonización.
Moda y clima exigen trabajo conjunto
En el informe Fashion On Climate McKinsey presenta una muy interesante recopilación de información sobre las emisiones de gases de efecto invernadero de la industria de la moda y describe las áreas en las que los protagonistas pueden centrar sus esfuerzos para cumplir los objetivos climáticos. Al triangular los datos de emisiones de GEI, analizar las trayectorias actuales y cuantificar la brecha para cumplir con los objetivos de París, el informe ofrece información sobre el potencial de descarbonización de la industria y presenta recomendaciones para avanzar en el proceso.
El trabajo de la consultora internacional se dirige a las partes interesadas que incluyen marcas, minoristas, fabricantes, ciudadanos, inversores y legisladores para que desempeñen sus funciones y lleven a la industria de la moda a lograr los 1,5 grados. Queda claro que, solo atreviéndonos a cambiar, colaborar y adoptar nuevas formas de operar en forma mancomunada, podremos transformar la industria y crear prosperidad para las personas y las comunidades mientras trabajamos dentro de los límites planetarios, protegiendo la biodiversidad y minimizando la contribución de la industria al calentamiento global.
Los trascendental es que dos terceras partes de los consumidores expresan que después del Covid-19 es aún más importante limitar el cambio climático.
Expectativas crecientes sobre sostenibilidad
El Covid-19 está teniendo un efecto significativo en la industria de la moda, alterando las cadenas de valor, obligando a cerrar muchos de los puntos de venta minoristas del mundo y creando un nuevo nivel de conciencia pública sobre la salud, la seguridad y la fragilidad del planeta. La pandemia ha obligado a las marcas y a los minoristas a tomar decisiones nuevas y difíciles a diario, desde administrar los flujos de efectivo hasta repensar los modelos de distribución y actuar para proteger la salud de los empleados y los clientes por igual. Al mismo tiempo, los consumidores están cada vez más comprometidos con los temas de sostenibilidad, incluidos los problemas sociales y el cambio climático, como lo demuestran movimientos como Friday's for Future.
Muchos de estos nuevos consumidores conscientes están mostrando su disposición a repensar cómo, cuándo y qué compran. Los temas de sostenibilidad también están atrayendo cada vez más atención a nivel ejecutivo. Aproximadamente el 50% de los ejecutivos de la moda, en una encuesta de opinión reciente (McKinsey 2020), indicó que la sostenibilidad ha avanzado en la agenda en los últimos meses.
Un número creciente de administradores de patrimonios y activos reciben y gestionan mandatos que dan prioridad a las empresas que superan los umbrales de sostenibilidad. Además, los responsables de la formulación de políticas públicas están estableciendo directrices claras y concretas para volver a centrarse en la sostenibilidad a nivel regional y nacional, vinculando los esfuerzos de recuperación post-Covid a objetivos sostenibles.
Todos nosotros debemos involucrarnos y hacer nuestro aporte de valor en este camino. Los invito a que desde este espacio lo hagamos realidad.
Moda verde
Gabriel Farías
Gabriel Farías Iribarren -www.gabrielfariasiribarren.com- es un profesional de la industria de la moda con una importante experiencia internacional en aprovisionamiento, compra y producción de textiles y accesorios en Latinoamérica, Europa, Asia y África. Gestor creativo y resolutivo, con enfoque estratégico y orientado a resultados, ha liderado importantes procesos de crecimiento empresarial y reducciones de costes. Autodidacta, muy curioso e inquieto desde muy temprana edad, ha combinado sus dos pasiones: el mundo corporativo y la moda.
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