Opinión

La automatización genera valor comercial

Gabriel Farías

10 jul 2019

La automatización genera valor comercial

 

 

En nuestro artículo anterior analizábamos las cinco tecnologías automatizadas que lanzan la neo-relocalización de la industria de la indumentaria y que sientan las bases de la moda 4.0.  Posteriormente, en Innovation Fashion Forum, se expresaba: “lo que toca ahora, sin más dilaciones, es hacer los cálculos”. Efectivamente, debemos calcular las ventajas que genera la automatización para verificar si la vuelta de la producción a cercanía es financiera y económicamente viable respecto de la producción en Asia.

 

¿Cuál es la viabilidad económica de la automatización?

Al evaluar la viabilidad de la automatización, las empresas estiman la inversión en capital necesaria y los ahorros de costos que generarán estas nuevas tecnologías a lo largo del proceso de producción y, así, determinan las implicancias económicas para las diferentes líneas de productos:

 

¿En qué medida una determinada tecnología reducirá el plazo de entrega?

¿Qué efecto directo tendrá en los precios de venta? ¿Y cuál sobre la venta a precio completo?

¿Qué inversión se requiere para adoptar esta nueva tecnología y en qué plazo se puede recuperar?

 

Evaluación de la automatización en la producción

La valoración sobre las tecnologías de automatización aplicadas a los procesos de corte, confección y acabado de un vaquero básico, muestra hasta qué punto varía la dificultad de la automatización a lo largo del proceso CMT (Cute | Make | Trim).

 

 

En varias de las etapas del proceso de fabricación, las tecnologías innovadoras aún no se han implementado ampliamente. Esto nos proporciona una idea real del potencial de automatización para los próximos años. Por ejemplo, robots para la carga automática de la lavadora industrial, soporte de weareables inteligentes durante la producción o manipulación automatizada de tejidos blandos a través de robots de costura.

 

Suponiendo que se implementen todas las tecnologías actualmente en desarrollo, se podría reducir el tiempo de fabricación entre un 40% a un 70%. Si seguimos considerando específicamente el caso de un vaquero, el tiempo de elaboración se puede reducir de 36 a 20 minutos en un escenario conservador o, incluso, a 11 minutos en un escenario más optimista.

 

Como la costura representa más de la mitad del tiempo de trabajo en el proceso de producción estándar de los jeans, la automatización de la costura será el mayor impulsor de la reducción de mano de obra, llegando a representar entre un 21% a un 46%.

 

 

Ahorro de tiempo es ahorro de dinero

Siguiendo el escenario de automatización más conservador y tomando los costos laborales actuales de cada uno de los orígenes, al traducir los ahorros de tiempo en potenciales ahorros de costes, los mismos oscilan en alrededor de los 0,20 dólares de ahorro por pantalón vaquero si el origen elegido es Bangladesh hasta los 14,80 dólares de ahorro por pantalón en el escenario más optimista, suponiendo que se produzca en Alemania.  

 

 

 

 

La automatización de la producción de denim en Turquía, uno de los principales países de elaboración en proximidad para el mercado europeo, logrará un ahorro de entre 1,30 dólares a 2 dólares por jeans, mientras que los beneficios de la automatización en México, un mercado cercano de menor costo para los Estados Unidos, caerán en el rango de 0,60 dólares a 0,90 dólares de ahorro por unidad.

 

De este modo confirmamos que a través de la automatización, la producción de denim en México se vuelve competitiva, no sólo para la relocalización desde China, sino incluso para la relocalización desde un mercado de bajo costo como es Bangladesh. Desde una perspectiva de costos puros, la automatización nivela el campo de juego y hace que

México se vuelva competitivo hasta cuando se compara con los orígenes low cost. Incluso, la deslocalización desde China a EE.UU. alcanza el punto de equilibrio desde una perspectiva de costos puros en el escenario optimista de una reducción del tiempo de trabajo del 70%.

 

Velocidad y flexibilidad generan mayor valor comercial 

 

La adición del valor comercial, generado por el aumento de la velocidad y la flexibilidad a partir de la producción local y en cercanía, al escenario financiero justifica aún más la aplicación de tecnologías de fabricación avanzada- automatización- en los orígenes locales y de proximidad.

 

 

Según los cálculos de la consultora internacional, con un aumento del 5% en las ventas generado a partir de la producción local o en proximidad, la relocalización desde China o incluso desde Bangladesh a una base de abastecimiento mejorada por la automatización en

México o los Estados Unidos, resulta económicamente viable.

 

Para los mercados europeos, la viabilidad económica de la producción local o en cercanía también mejora cuando adicionamos la automatización a la ecuación. Pero debemos tener en cuenta que, aún tomando los índices de ventas más altos y el escenario de automatización óptimo, no siempre el cálculo nos arroja un resultado positivo que justifique la producción local. Por esta razón, en un artículo anterior confirmábamos que neorrelocalización no siempre significa producción local sino más bien en proximidad.

 

¿Con qué rapidez puede hacerse realidad la perspectiva de la automatización?

A medida que la tecnología de automatización siga evolucionando, supere las barreras actuales y se haga más asequible, la viabilidad económica de la producción en cercanía y local por parte de los proveedores con fabricación avanzada mejorará con el tiempo.

 

 

 

 

Junto con el Institut für Textiltechnik, McKinsey analizó la performance de los costos de producción por unidad en Asia, en los mercados líderes de manufactura en cercanía de EE.UU. y Europa y los propios de USA y Alemania para los próximos años y a medida que se implementen las nuevas tecnologías de automatización.

 

En la encuesta relacionada con este trabajo, el 82% de los que respondieron creen que las prendas simples estarán totalmente automatizadas hacia 2025, lo que implicará una reducción del 80% de la mano de obra. El 70% piensa que es muy probable que las prendas más complejas, como vestidos y chaquetas, estén automatizadas significativamente, lo que resultará en una reducción del 40% de mano de obra.

 

En un periodo de cinco años, las fábricas semiautomáticas podrían posibilitar proyectos de producción en cercanía y generar otros desarrollos que signifiquen nuevos modelos de negocio, como la fábrica en tienda. En un plazo de diez años, los proveedores con fábricas totalmente automatizadas podrían impulsar la producción local completa. Los modelos más complejos serán elaborados mediante procesos semiautomatizados dentro de una década, hasta tal punto que las empresas podrán escalar nuevos modelos de negocio de alto margen que incluyan la personalización masiva.

 

Conclusión

Considerando la trayectoria de las tecnologías de automatización y su adopción, las marcas de la moda y los minoristas del mercado masivo no deberían esperar el avance de las innovaciones. Por el contrario, deberían embarcarse ahora mismo en el camino hacia una cadena de valor centrada en la demanda, en la rentabilidad total del producto e ir generando una importante ventaja competitiva o podrían arriesgarse a perder el contacto con sus consumidores en un futuro no muy lejano.

 

Gabriel Farías

Gabriel Farías

Gabriel Farías Iribarren -www.gabrielfariasiribarren.comes un profesional de la industria de la moda con una importante experiencia internacional en aprovisionamiento, compra y producción de textiles y accesorios en Latinoamérica, Europa, Asia y África. Gestor creativo y resolutivo, con enfoque estratégico y orientado a resultados, ha liderado importantes procesos de crecimiento empresarial y reducciones de costes. Autodidacta, muy curioso e inquieto desde muy temprana edad, ha combinado sus dos pasiones: el mundo corporativo y la moda.