El nuevo normal era esto

Quizás hayan visto estos últimos meses más libros de George Orwell de lo habitual ocupando puestos nobles en su librería de confianza. En 2023 se cumplen 120 años de su nacimiento, y el entorno se antoja el ideal para releer sus novelas distópicas, porque el mundo parece haberse vuelto loco. Después de dos años hablando de la famosa nueva normalidad, en 2022 llegó por fin y no era lo que esperábamos.

El presunto año de la recuperación ha traído finalmente una guerra, una inflación histórica y tambores de recesión en algunas de las mayores potencias del mundo. Por el camino, China, el bastión de la globalización de la moda, se ha descolgado con unas medidas de restricción no vistas desde su apertura al mundo.

La nueva normalidad, en 2022, no eran ni los coches voladores que imaginaban algunos autores de ciencia ficción ni la vida perenne con mascarillas que anticipaban algunos agoreros en los primeros compases de la pandemia. La normalidad hoy son los sobresaltos, los imprevistos, la alternancia rápida y constante de guardia, paso atrás, paso adelante y fondo, como si gestionar una empresa fuera una partida diaria de esgrima. Vivir en la incertidumbre ha dejado de ser una anomalía.

Para Modaes también ha sido un año de nueva normalidad: como ya sabrás, en junio renovamos nuestra identidad y nuestro naming, aunque con el mismo objetivo de siempre. Gracias por seguir informándote con nosotros.

Lo más sorprendente quizás es que en la moda impera un sentimiento común de “no estamos tan mal”

Pero con todo lo que ha ocurrido en los últimos doce meses, lo más sorprendente quizás es que en la moda impera un sentimiento común de “no estamos tan mal”. El sector, tan curtido por las crisis, se ha vuelto un virtuoso del florín, reaccionando rápido y atacando cuando es necesario. Lo hizo, por ejemplo, con la guerra en Ucrania, con la que la moda dio rápida y casi unánimemente un paso al frente, o con la crisis en la cadena de suministro, que llevó a la mayoría de operadores a arriesgarse y adelantar compras. En España, gracias a esta resiliencia, a evitar la tentación de parar “por si acaso”, el sector ha logrado, al menos de momento, evitar la profecía autocumplida que se esperaba al regreso del verano y mantener el empuje de recuperación de las ventas.

Mientras, como telón de fondo, la moda encara el más difícil todavía: la gran transformación hacia la sostenibilidad que marcará la legislación europea. La intención de la Comisión es “acabar con el fast fashion” para 2030, según estableció a principios de año en su esperada Estrategia para el textil. Por el camino, espera que el sector adopte un modelo circular que implicará cambiar la forma en la que se diseña, se produce, se consume y se desecha la ropa. La nueva normalidad en la moda, si nada lo impide, será circular, y eso supondrá un cambio radical en el modelo operativo (si no de negocio) de los que hoy son los reyes del sector.

Mientras ese momento llega, te invitamos a repasar en este Modaes Dossier todo lo que ha ocurrido en los últimos doce meses. Aunque últimamente no hay dos años iguales, confiamos en que quizás estas páginas te den algunas claves para enfrentar lo que venga en el ejercicio que ahora comienza.